Artrosis y artritis
Ambas se caracterizan por el desgaste articular y en contra de lo que se suele pensar no sólo las sufren personas mayores, quienes practican deporte o pasan gran cantidad de horas delante del ordenador en malas posturas, también se pueden ver afectados. Los síntomas que suelen manifestarse son: dolor e inflamación, erosión del cartílago y los huesos y pérdida de movilidad y flexibilidad, explica a Claves de mujer la experta.
Evidentemente esto no es lo general, la genética y predisposición de cada individuo influyen a la hora padecer este problema. Además, lógicamente “no todo el mundo que hace deporte está predispuesto a sufrir artrosis o artritis, aclara la portavoz.
Colágeno
En el tratamiento de estos trastornos se suele emplear colágeno, ya que se ha demostrado que su ingesta beneficia a las articulaciones.
El nuevo activo presentado por Mercè Pi es un colágeno nativo tipo II ( UC-II® ) no hidrolizado. “La diferencia de este colágeno respecto a otros que sí son hidrolizados es que mantiene su estructura original. Además, los hidrolizados se cortan en ‘trozos’ pequeños y no actuan igual. En concreto, no detienen la destrucción de la proteína estructural colágeno tipo II del cartílago, ni disminuyen la inflamación y el dolor. Es cierto que estos ‘trozos’ se absorben y llegan a las articulaciones rellenándolas y regenerando el cartílago, sin embargo, a la par que el cartílago se desgasta, se destruye, y esta destrucción es la que no detienen los colágenos hidrolizados”.
El colágeno UC-II® tiene otro mecanismo de acción, ya que es capaz de interaccionar con el sistema inmunológico, que como ya se ha demostrado interviene en la formación de la artritis. Así, este activo inhibe la inflamación y la formación de la enzima colagenasa, que es la responsable de la destrucción del colágeno específico de las articulaciones.“De este modo, dicha sustancia no sólo detiene la erosión de cartílagos y huesos (que es lo que la diferencia del resto), sino que los ayuda a reparar y reconstruir”.
Las principales fuentes de colágeno comercial son los animales, por eso los hay de varios tipos: del tipo I, bovino, porcino y pescado; y de tipo II, aviar. En concreto, la variedad mencionada se obtiene del esternón del pollo. No obstante, la experta matiza que no por consumir esta ave se proporciona esta sustancia al organismo, ya que el colágeno definitivo que se ofrece al consumidor "es fruto de un un proceso patentado que cumple con las estrictas normas de sanidad", añade la especialista.
Manganeso
En general, la ingesta de carne que es la vía natural por la que se obtendría colágeno, no es suficiente para generar cartílago, aclara Pi Juan. Sin embargo, hay otro ingrediente que ayuda a la formación correcta del tejido cartilaginoso de las articulaciones, el manganeso. “Si este mineral se ingiere naturalmente sí proporciona este beneficio”.
Se encuentra en verduras de hoja verde, legumbres, cereales integrales, salvado y germen de trigo, sésamo, yema de huevo o frutos secos como las nueces. Además, es antioxidante, ayuda a reparar el tejido dañado por la articulación, y contribuye al mantenimiento de los huesos en buenas condiciones.
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