Según un estudio realizado por Remington, en sintonía con su lema How the world gets ready?, las rusas son las
que más tardan en acicalarse para las ocasiones especiales, con 67 minutos de
media, mientras que las francesas son las más rápidas ya que solo necesitan 35
minutos. "Seguramente porque se cuidan más a diario y por ello requieren menos
tiempo en las citas especiales", apunta Marga Alcoz de Remington.
Las españolas, sin embargo, batimos récords por las mañanas, ya que en 17
minutos ya estamos listas.
En general, los europeos tardan 23 minutos en arreglarse por las
mañanas, y 40 minutos si es para una ocasión especial. Aunque esta rutina es
muchas veces un suplico, pues según se deduce del estudio realizado a 4.000 adultos de entre 18 y 40 años de distintos países europeos, la mayoría de los residentes en Europa dedica más tiempo a ponerse presentable que en hablar con la pareja. En este acto matutino, el
pelo es lo que produce más frustración: al 27 % le gustaría tener a mano un
peluquero todos los días, mientras que el 7 % preferiría la ayuda de su madre.
Lo que
menos gusta
Lo que menos gusta en esto del acicalamiento personal es esperar. En esto coinciden todos los europeos, además el 48% reconocen esperar hasta 30 minutos a que su pareja esté lista.
Un dato curioso: solo el 3% de los hombres europeos confiesan que sus parejas tienen que esperarlos, frente al 50% de mujeres que aseguran ser ellas quienes esperan...
Lo que
más nos gusta
Ponerse guapo es un ritual que en general gusta, y hasta en ocasiones nos sentimos mejor si contamos con espectadores. Realmente, de lo que se trata es de convertir este proceso en toda una fiesta.
Por ejemplo, al 39% de los británicos les gusta tomarse una copa mientras se acicalan al igual que cantar y bailar. De hecho, según este estudio casi la mitad de los encuestados confiesa que escucha música mientras se prepara para una fiesta, siendo el pop el género musical preferido, a excepción de los rusos que se decantan por el dance.
Y qué pasa con la ropa
El 40%
reconoce cambiarse una o más veces de ropa mientras se prepara, tanto
hombres como mujeres. De hecho, na cuarta parte de los hombres europeos confiesan
hacerlo, e incluso los turcos cambian de peinado más de una vez.
Los
hombres son cada vez más exigentes, esta es una de las evidencias del estudio,
en donde se ha visto que lo caballeros de Polonia, Reino Unido o Turquía piden
prestados también los aparatos que usan para peinarse.
¿Te sientes identificado con los datos de esta encuesta?
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