7 consejos para elegir bien el tono de maquillaje

Muchas mujeres no saben cómo elegir el tono de su maquillaje y por ello en ocasiones recurren al asesoramiento de los expertos. No obstante, también es bueno tener unas nociones básicas sobre este aspecto para las ocasiones en las que sea necesario improvisar. Por ello y si buscas ayuda puntual para elegir bien tu tono de maquillaje, a continuación te dejamos los consejos de los profesionales de Claudia di Paolo. 

 

Elegir el tono de maquillaje ideal

1. Lo primero que tienes que tener en cuenta antes de decantarte por un tono de maquillaje, es tu color de piel. Si tu piel es blanca lo ideal es escoger tonos rosados, y en el caso de las pieles morenas los dorados son la mejor alternativa.
2. Según las normas de maquillaje, primero has de guiarte por la verdadera tonalidad de tu piel y escoger una base de un tono más claro. Autobroncearse con la brocha no queda muy bien, es más, puede dar un aspecto envejecido al rostro.
3. El cabello es también un factor que no debemos obviar al elegir el tono de maquillaje que más nos conviene. A rubias y pelirrojas les sientan mejor las gamas más claras que a las morenas, explican desde Claudia di Paolo.
4. Al probar una base de maquillaje nueva, debemos hacerlo sobre el rostro limpio, porque sólo así veremos cómo nos queda realmente.
5. La tendencia actual es que no se note que llevamos maquillaje. Para comprobar cómo te queda la base aplica un toque en la zona del montón y compa cómo queda con el tono del cuello.
6. La textura es también importante, generalmente las bases de maquillaje menos densas son las que provocan un efecto más natural. Los maquillajes en crema o en barra ofrecen una mayor cobertura y tienden a oscurecer más las facciones de la cara.
7. A la hora de elegir el tono de maquillaje hemos de ver también en qué época del año nos encontramos. Si en verano hemos tomado el sol tendremos que variar el tono de maquillaje que usemos el resto del año. Puedes tener tonalidades diferentes para las dos épocas del año más importantes: verano e invierno.