El verano está cada vez más cerca, las piscinas ya están abiertas y
muchas personas están deseando disfrutar del sol para ponerse morenas. Sin
embargo, los expertos siguen recordándonos que el cáncer de piel es un riesgo
al que estamos expuestos si abusamos de los rayos solares. De hecho, es el tipo
de tumor más frecuente en el mundo y representa alrededor del 50% de todos los
casos que se diagnostican cada año en el planeta.
Melanoma
Hay dos tipos de cáncer de piel: melanoma (5% de los casos) y cáncer de
piel no melanoma (95% de los casos), grupo este último en el que se engloban,
entre otros, el carcinoma basocelular y el carcinoma espinocelular. “El melanoma solo representa el 5% de los cánceres de piel, pero es el
causante del 90% de las muertes producidas por este tumor en todo el mundo”,
explica la doctora María del Carmen López, directora de la Clínica Doctores López.
El principal factor de riesgo para desarrollar un cáncer de piel es la
exposición indebida a la radiación ultravioleta (UV) emitida por los rayos solares. El
hecho de vivir en una zona de playa o con mucho sol no tiene que constituir un
peligro en sí, asegura la doctora, aunque es cierto que en determinadas partes
la radiación acumulada es mayor. No obstante, lo realmente importante es no sobreexponerse al sol y
usar fotoprotectores adecuados.
Fotoprotectores
Además, solo un 60% de los españoles utiliza crema solar en
las piscinas o en las playas durante sus vacaciones de verano y solo un 22%
reconoce echarse crema durante todo el día con reaplicaciones continuas.
Cómo ponerse una crema solar
Saber aplicarse una crema solar
es fundamental, porque de lo contrario no nos protegeremos bien y la posibilidad
de tener cáncer de piel seguirá presente.
- Hay que ponerse el producto una media hora antes de tomar el sol.
- Si estamos mucho tiempo en el agua, al salir hay que volver a ponerse el fotoprotector sobre la piel seca.
- Igualmente si permanecemos varias horas disfrutando de los rayos solares aunque no nos metamos en el agua, hay que reaplicar el producto al menos cada hora. Y por todas las zonas del cuerpo y rincones sin excepción: orejas, labio, cara, empeine, cuero cabelludo (para este hay artículos específicos).
- Las horas centrales del día son las peores para exponerse al sol (entre las 13 y las 16 horas aproximadamente).
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