Soria es una provincia con importantes yacimientos arqueológicos, y si bien seguramente el de Numancia, sea el más conocido, por la historia que encierra, hay también otros que son igual de interesantes. Claves de Mujer se acercó hace poco a visitar uno de ellos: el Yacimientode Tiermes. Se trata de un rincón que encierra más de una curiosidad, por eso te invitamos a que busques un hueco y cuando puedas hagas una escapada a este lugar, porque merece la pena. Te contamos por qué.
El Yacimiento arqueológico de Tiermes
El Yacimiento arqueológico de Tiermes está ubicado en el municipio de Montejo de Tiermes (Soria). No tiene tanta fama como por ejemplo Numancia, que se halla también en la misma provincia (a unos 100 kilómetros), y es por ello que seguramente cuando lo visites no te encuentres las mismas aglomeraciones que en este otro caso. Al menos, eso es lo que nos ocurrió a nosotros. Tuvimos la suerte de ver ambos. El de Tiermes lo vimos solos, descubriendo cada recoveco a nuestro antojo, mientras que el de Numancia contaba con un grupo más amplio de visitantes y en general está más preparado para el turismo.
Este yacimiento es realmente una ciudad celtibérica que refleja cómo era la vida de nuestros antepasados en distintos momentos históricos. De hecho, probablemente sus orígenes daten de bastante tiempo atrás, pues en ella se han encontrado hallazgos del Neolítico y la Edad de Bronce. No obstante, los restos celtíberos y los de la época romana y medieval son los que mejor reflejan las civilizaciones que vivieron en este enclave a lo largo del tiempo.
La visita
Lo recomendable es visitar primero el museo. Este es un edificio que se sitúa en el margen izquierdo de la carretera unos pocos metros antes de llegar a la verdadera ubicación del asentamiento. Nosotros lo hicimos al revés, fuimos derechos al yacimiento pues no sabíamos nada del museo y aunque vimos las indicaciones del mismo optamos por visitar las ruinas directamente. Una vez allí y tras recorrerlas, ya cuando nos marchábamos se nos acercó el guía que justo había llegado en ese momento. Fue este el que nos recomendó pasarnos por el museo. Nos aclaró además que ese día era gratuito, aunque el resto de ocasiones solo se cobra una cantidad simbólica.
El museo de Tiermes es modesto (está considerado como una filial del Museo Numantino), pero te enseña detalles del poblado, además de exponer algunos restos arqueológicos hallados en el mismo. Tras recorrerlo te entregan un folleto con información sobre su historia y un mapa en el que se explica qué alberga cada zona del yacimiento. Si deseas conocerlo más en profundidad, durante el mes de julio se hacen visitas guiadas los fines de semana, una por la mañana y otra por la tarde. En la página web del museo se especifican las horas y aparece el teléfono del guía, que es un arqueólogo especializado.
Al margen de qué opción elijas, el inicio del recorrido se hace desde la Ermita de Nuestra Señora de Tiermes, una iglesia románica del siglo XII. Según la documentación, en la zona hubo dos monasterios y de ambos se ha conservado esta edificación construida con una única nave.
Después, es muy sencillo. Solo tienes que seguir el camino e irás descubriendo los restos de la antigua ciudad.
Lo más curioso del Yacimiento Arqueológico de Tiermes, es apreciar la impronta de los distintos pueblos que vivieron en este paraje. De hecho, en algunos lugares se aprecian las singularidades arquitectónicas de cada uno de ellos.
A lo largo del paseo existen distintos miradores situados estratégicamente para contemplar los detalles de la ciudad según el tipo de construcciones. Así, se pueden apreciar los restos del Foro romano y la zona comercial de la urbe, las Termas o la “Casa del Acueducto”, una vivienda privada de tipo mediterráneo, que debió pertenecer a un personaje destacado del siglo I d.C.
Acueducto subterráneo de Tiermes
Uno de los puntos más llamativos del Yacimiento Arqueológico de Tiermes es el acueducto que crearon los romanos para el transporte y abastecimiento de agua corriente a sus moradores. Se cree que la captación se hallaba en la localidad de Pedro, a unos cuatro kilómetros, en concreto, en la Sierra de Pela, donde se halla el nacimiento del río del mismo nombre que este pueblo. A través de esta obra de ingeniería el agua llegaba a las Termas pasando previamente por la Casa del Acueducto.
La construcción se puede ver con precisión a través de una pasarela a la que se accede sin dificultad. No tiene pérdida, se encuentra con facilidad y se ubica prácticamente en el último tramo del recorrido. Si caminas por esta pasarela podrás adentrarte en el interior del acueducto, aunque como está totalmente oscuro te recomendamos que o bien lleves una linterna o bien utilices la que tenga instalada tu móvil, porque de otro modo no verás nada.
Nosotros anduvimos un pequeño tramo nada más, sin llegar al final, pues este se hallaba sellado con una cancela de hierro. No obstante, fue suficiente para sentir la estrechez del acueducto en nuestras carnes. Una sensación algo claustrofóbica, pero llevadera. A lo largo del camino hallamos dos conductos de ventilación ubicados en la zona superior, con forma redondeada y que proyectaban un haz de luz circular a través del cual se apreciaba la gran cantidad de minúsculos insectos voladores y todos iguales (suponemos que mosquitos o similares). Eran tantos, que tenías que irlos espantando con las manos, de hecho daba la sensación de que se te iban a colar por la boca o la nariz. Esto fue algo desagradable, pero como solo fue unos instantes y enseguida retornamos sobre nuestros pasos, la desazón desapareció enseguida.
Otros puntos de interés
Nada más pasar el acueducto, verás otras dos obras curiosas. Una de ellas es la Puerta del Sol, una de las puertas de acceso a la ciudad (había otros dos más), y el Graderío Rupestre, que está configurado por unas gradas horadadas en la roca y se cree que era un espacio público, aunque no se sabe con exactitud qué finalidad tenía.
En teoría aquí termina la vista al yacimiento, pero hay un sendero junto al río Manzanares, el camino de Carratiermes, que lleva a una necrópolis rupestre alto medieval. Y al mismo tiempo, es posible apreciar canteras de la época romana.
Aquí finaliza la descripción de la visita que hicimos desde Claves de Mujer al Yacimiento arqueológico de Tiermes. Esperamos que te haya gustado y que te animes a descubrirlo por ti mismo, y una vez lo veas lo guardes en tu archivo de experiencias turísticas personales.
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