La luz roja es beneficiosa en un contexto integral que incluye descanso, fisioterapia y alimentación correcta

La llamada “luz roja” se ha convertido en la última promesa del bienestar. Desde gimnasios hasta clínicas de fisioterapia, su uso se asocia a la mejora del rendimiento, el descanso o la regeneración muscular. Pero ¿cuánto hay de ciencia y cuánto de moda?

Expertos en iluminación explican qué hay de verdad tras la tendencia que sigue el deportista Marcos Llorente y cómo la luz puede influir en nuestro bienestar.

Hell´s Kitchen, Ibiza Proyecto de iluminación: Polilight.

 Constructora: Urcoisa Obras y Servicios, S.L. Fotografía: Darío Sanz Padilla.

La luz roja: un aliado en procesos específicos

Raquel Gutiérrez, arquitecta, doctorando en el impacto de la iluminación en el bienestar y profesora en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (ETSAM) explica que, en realidad, no se trata de una “luz roja” como la que percibimos en el entorno cotidiano, sino de una radiación de longitud de onda específica (en el rango del rojo visible y del infrarrojo cercano) capaz de activar procesos celulares que favorecen la regeneración y reducen la inflamación.

La luz roja no es un color, sino una frecuencia lumínica.

En este sentido, la denominada luz roja no es un color, sino una frecuencia lumínica que interactúa con el cuerpo a nivel biológico, utilizada en terapias de fotobiomodulación.

Sin embargo, su utilidad se maximiza cuando se integra en un plan integral que incluye descanso, fisioterapia y una alimentación adecuada. La clave reside en entender los beneficios en su contexto, complementándolos con hábitos saludables.

La luz amarilla y una mejor visión

El uso de tonos cálidos en la iluminación se asocia a menudo con un efecto de calma y protección ocular tras largos periodos frente a pantallas. Mantener una iluminación cálida y estable ayuda al confort visual, y a favorecer la calidad del sueño, factores esenciales en personas activas o con alta exposición digital. 

Aprovechar la luz natural, el mejor estimulante

La luz del sol sigue siendo insustituible. La optimización de su uso en interiores, combinada con iluminación artificial de calidad y espectro ajustado, puede potenciar el bienestar diario. Aprovecharla al máximo en interiores (combinándola con luz artificial de espectro ajustado) potencia la vitalidad diaria y mejora la concentración.

Temperatura de la luz y productividad

En espacios de trabajo o entrenamiento, la luz neutra o ligeramente fría puede potenciar el rendimiento y la atención. Ajustar la temperatura de color según la hora del día y la actividad contribuye a mantener un ritmo ocular y mental más saludable.

La iluminación es una herramienta poderosa cuando se diseña con conocimiento. “No se trata de seguir modas, sino de entender la luz como un material que puede elevar el bienestar y la experiencia del espacio”, explican Raquel Gutiérrez y Nacho Castillejo, arquitectos y fundadores del estudio Polilight.