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Sujetador, ¿sí o no?



Quince años observando a un grupo de varias mujeres, es lo que ha dedicado el médico deportivo de origen francés Jean-Denis Rouillon para llegar a la conclusión de que el uso del sujetador no influye en el mantenimiento de un pecho firme.

El análisis se desprende de un estudio preliminar sobre 50 féminas de entre 18 y 35 años que han desempeñado su vida normal sin llevar sostén. El primer resultado tras tomar las medidas pertinentes y hacer las oportunas comparaciones es que los pechos se muestran más en su sitio y las estrías de la zona desaparecen.

Estas declaraciones resultan cuando menos sorprendentes, ya que la creencia generalizada es que precisamente recurrir al sujetador mantiene a los senos bien ubicados, por eso en Clavesdemujer hemos querido obtener la opinión de un experto.


El doctor Juan Antonio Mira, especialista en medicina estética, defiende el uso de esta prenda y pone un ejemplo muy gráfico para aclarar qué ocurre si se decide prescindir de ella: “No hay más que ver el de las nativas africanas, que no lo llevan...”

Pero, ¿por qué es realmente útil llevar sujetador? El experto contesta que hay que hacerlo porque “los pechos no tienen ninguna estructura estática (hueso, cartílago) o dinámica (músculo) que los soporten. Entre los dos, en una mujer de término medio, pueden pesar más de medio kilo. Su carga se hace directamente, a través de la piel, sobre la columna cervical, provocando dolores e incluso con el tiempo artrosis por sobrepeso, debido a que la adherencia de la glándula al músculo pectoral no es lo suficientemente fuerte. Habrá pues que ayudarlos ¿no?”.

Esta es la causa que argumenta el doctor para defender el sostén, pero además añade que  los ejercicios para endurecer el pecho son poco efectivos precisamente por ser una parte del cuerpo que no tiene musculatura: “El desarrollo del músculo pectoral en una mujer lleva a una ligera proyección del pecho que queda desarmonizada por la pérdida de grasa a consecuencia del ejercicio. Ahí tenemos a las culturistas, su pecho no es precisamente modélico en cuando a la estética se refiere”.

La mejor manera de cuidar el pecho, por tanto, es mimarlo y observarlo. El médico especializado aconseja evitar todo aquello que provoca descolgamiento de la piel: malos hábitos alimentarios, variaciones bruscas y frecuentes de peso, deshidratación por sol, agua, jabones…, ejercicios de impacto, como los saltos sin el soporte de un sujetador ligero y eficaz (de aerobic), etc.

Estos hábitos son recomendables, sin embargo hay un factor contra el que nada se puede hacer y que también influye, y es el genético.


Por otra parte, en cuanto a la práctica de dormir con sujetador el doctor asegura que desprenderse de esta sujeción por las noches es una medida de higiene necesaria, pues éste de alguna manera también "encorseta" el tórax. “Y su finalidad, que sería contrarrestar la fuerza de la gravedad, no actúa de la misma manera en la posición horizontal. Si se quiere dormir con él, al menos que sea ligero, transpirable y elástico”.

Estética

Tales consejos pueden ayudar a que el escote se mantenga bonito durante más tiempo, sin embargo es cierto que hoy día este deseo es uno de los más demandados en los centros de estética por mujeres de todas las edades. De hecho, con la llegada del buen tiempo este tipo de intervenciones aumentan de forma considerable, comenta el doctor Mira.
Las tres intervenciones más frecuentes en este sentido son: aumento de mama, el caso contrario, que es la reducción, y mastopexia por descolgamiento. En esta última situación, si el pecho es pequeño se suele colocar también un implante. “Se trata de operaciones que no necesitan ingreso hospitalario y con una rápida reincorporación a las actividades habituales”, concluye.

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