Recuperar la Figura tras el embarazo en compañía del Bebé
Existen distintas formas de recuperarse tras dar a luz,
andar o nadar pueden ser dos opciones sencillas y económicas, pero si se
prefiere compartir experiencias, el pilates para bebés y mamás es una
modalidad muy satisfactoria.
Pilar de Miguel, directora de Libreskuela y S´ponja (Escuela de estimulación acuática y prenatal) y creadora del método SIMA (Sistema
Multisensorial Acuático), ha
explicado a clavesdemujer.com en qué consiste este sistema.
“El objetivo principal
de la actividad Pilates mami-bebé -cuenta la especialista- se basa por un lado, en la pronta
recuperación de la mamá por medio de ejercicios suaves y controlados; y por
otra parte, ofrece la posibilidad de compartir un tiempo con el bebé que va a
permitir crear más vínculos afectivos entre éste y su madre.”
En el suelo
El trabajo que se realiza es muy cómodo porque los
ejercicios de Pilates que se desarrollan son exclusivamente los de suelo.
“Aprovechamos la colchoneta para tumbar al bebé, colocarlo entre las piernas,
en nuestro pecho, etc.
El programa está enfocado a la recuperación de la mamá, de
modo que los movimientos seleccionados son aquellos que mejorarán lo aspectos
de salud que ésta necesita perfeccionar: fortalecimiento de la pared abdominal,
entrenamiento del suelo pélvico o mejora y alineamiento de la postura, entre
otros.”
Pilar de Miguel, creadora del método SIMA |
En general, el entrenamiento se centra en ejercitar toda la
musculatura de la mujer para incrementar su fuerza, conseguir el control por
medio de la técnica de respiración y desarrollar la paciencia por medio de la
relajación.
Un cuidado especial orientado hacia la mamá, pero que el
bebé compartirá en todo momento de la sesión. “De hecho, los bebés disfrutan de
cada instante ya que son apoyados, acariciados, mimados y besados mientras las
mamis entrenan. Son partícipes de primera mano del bienestar y felicidad de sus
mamás… Mamis felices, bebés felices.”
¿Cuándo empezar?
Pilar cuenta que siempre se ha de seguir el consejo del
médico, pero normalmente este tipo de actividad puede iniciarse a partir de la
sexta semana después del parto si éste ha sido normal. En el caso de tratarse
de parto por cesárea, hay que esperar unas ocho semanas.
Cuando se comienza el ejercicio, el bebé cuenta con dos o
tres meses de vida, “tiempo suficiente para poder conocerle un poco más y saber
sus necesidades”. Según Pilar esto es importante especialmente a la hora de
tomar una decisión sobre el horario de la actividad: “Nuestro compañero de
entrenamiento debe estar en su máxima plenitud para disfrutar y compartir junto
con la mamá.”
Las sesiones duran una hora y los horarios se amoldan a las
necesidades del bebé: descanso, comidas… Son necesarios dos días por semana para
empezar a ponerse en forma. Los grupos suelen estar formados por cinco o seis
madres para que haya cierto confort y que tanto mamás como bebés entrenen en un
ambiente alegre y relajado.
Finalmente, el momento de dejar la actividad lo marcará el
crecimiento del bebé, aunque normalmente suele ser alrededor del mes 11 ó
12, que es cuando el pequeño se dispone
a andar y resulta más difícil mantener su atención. “Lo cierto es que siempre
se les deja que sigan su ritmo de movimiento y se valora si quieren o no
quieren participar con las mamás. Los bebés también pueden decidir moverse a su
antojo mientras ellas los observan a la par que entrenan.”
Para más información: info@libreskuela.com.
Para saber más sobre los beneficos de practicar deporte en niños: http://www.clavesdemujer.com/2013/05/el-deporte-mejora-el-rendimiento-escolar.html
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