Junto con los almendros que salpican esta finca a lo largo de su extensión, destaca el agua, otro de sus elementos diferenciadores. El terreno de la zona norte, rico en pozos y manantiales, configuró la creación del parque originando albercas y fuentes con la doble función decorativa y de abastecimiento. De esta manera, se construyó un complejo circuito acuífero que pervive.
La parte sur es la más atractiva en primavera, ya que es donde se exhiben los cuarteles de almendros de distintas variedades. Caminos terrosos cortan el paso a estos bellos árboles que son invadido por los viandantes que cámara en mano intentan obtener la imagen más espectacular de la nueva temporada. Completan este espectáculo natural abundantes coníferas y frondosas que protegen a los frutales a la par que delimitan las veredas.
La Quinta de los Molinos es obra del que fuera su propietario el ingeniero y arquitecto César Cort Botí, a principios del siglo XX. Hoy 21 hectáreas pertenecen al Ayuntamiento de Madrid y está catalogado como Parque Histórico.
Todo un espectáculo que madrileños y visitantes deberían animarse a conocer.
La Quinta de los Molinos de Madrid se encuentra en el distrito de San Blas-Canillejas (metro Suanzes). Se puede recorrer andando o en bici.
En las imágenes siguientes, se refleja sólo una mínima parte de la maravilla que esconde este rincón de Madrid. Lo recomendable es acercarse y verlo con nuestros propios ojos.
Comentarios
Publicar un comentario