Entrevista a Maribel Yébenes: "La belleza es el arte de cada uno para transmitir lo que lleva dentro"
Maribel Yébenes es un referente en el mundo de la belleza de España. Tras 40 años dedicados al sector de la estética reflexiona sobre este en un entrevista que ha concedido a Claves de Mujer.
Esta mujer
empresaria abrió el Instituto de Belleza que lleva su nombre con tan sólo 30
años y que hoy dirige con el mismo tesón su hija Myriam G. Yébenes. La experta
en estética ha compartido con nosotros qué idea tiene de la belleza, su
experiencia profesional y, cómo no, sus trucos de belleza.
¿Qué han supuesto estos 40 años dentro del mundo
de la belleza?
La verdad es que
40 años me parecen muchísimos, pero si los tengo que reducir a mi trabajo los
cierto es que se me han pasado rápidamente porque empecé con muchísimo
entusiasmo en esta aventura, ya que lo que tenía era amor y pasión por esta
profesión. Y la verdad es que después de todo este tiempo sigo con la misma
ilusión y con muchas ganas de continuar descubriendo. Han pasado muchas cosas, se
han producido muchos avances tecnológicos y he aprendido muchísimo.
¿Cómo define la belleza Maribel Yébenes?
Para mí la
belleza es un conjunto, una armonía, el arte de cada uno para transmitir lo que lleva dentro y
esa es la belleza real. Hay mujeres acomplejadas que al sentirse de este modo
no pueden transmitir nada, sin embargo hay gente normal físicamente que tiene
una fuerza interior enorme, que quieren gustar, agradar, y se cuidan,
transmitiendo de este modo muchísimo. Para mí la belleza es, sobre todo, ganas
de ser atractiva y de gustarte a ti misma la primera y al mundo.
¿Consideras que en el mundo de la belleza los
estereotipos son demasiado ideales?
No se puede
llegar a esos ideales de belleza, o a una Grace Kelly o a un animal que a mí
me parece bellísimo como lo es Naomi Campbell... Al final, son mujeres muy
especiales tocadas con una varita mágica.
Pero, ¿no hay demasiada obsesión por llegar a esos
ideales de belleza?
Si se quiere
llegar me parece perfecto, es posible intentar imitarlas llevando una vida y
dieta equilibrada, basada en comida sana y ejercicio, y con eso es más que
suficiente para llegar a ser una mujer espléndida o una top. Ahora, si no
tienes mucha altura por ejemplo y un exceso de kilos, y hay mujeres pequeñas
estupendas, entonces dentro de las posibilidades indiviudales lo ideal es
sacarse el máximo partido.
Si hay obsesiones
estamos en un plano de alguien que no está equilibrado, no es un problema de
belleza y hay que tratarlo de otro modo. A todo el mundo nos encantaría ser
delgadísimos y guapísimos, pero cada uno se debe conformar con lo que tiene y
si quiere, puede intentar mejorarlo .
Mi hija va a
sacar un libro de belleza donde va a hablar del arte de gustar. Es un arte.
Tienes que saber cómo tienes que gustar, pero antes te tienes que gustar de
verdad y ser positiva en la vida, si no es imposible.
¿Cómo han evolucionado en todo este tiempo los
tratamientos estéticos?
Yo tuve la suerte
de empezar aprendiendo con los grandes de la estética, que estaban en París.
Eso fue un privilegio y una suerte porque aprendí muchísimo. Descubrí todas las
técnicas novedosas, que aún lo siguen siendo, es decir, yo aprendí un
tratamiento de senos entonces y sigue sin haber otro mejor desde hace tantos
años. Después se produjo un cambio muy importante, antes había muy buena
cosmética y sigue habiéndola, pero ha habido transformaciones. Por ejemplo, la llegada
del ácido glicólico a nuestras vidas es un punto de inflexión que hace cambiar
por completo a la cosmética.
A continuación se van introduciendo otros elementos como
los retinocios o el ácido hialurónico, todos muy importantes en la cosmética y
que antes no se habían usado. Luego vienen las máquinas de radiofrecuencia, los
láseres, las luces pulsadas, etc. Todos han sido avances cruciales. Lo
que había antes se sigue usando porque es bueno, sólo que lo hemos
perfeccionado con todas las técnicas nuevas que han ido surgiendo. La traducción
es mejor piel, y más calidad.
Yo de todas
formas soy muy cauta, pregunto y valora mucho antes de adquirir cualquier nuevo
aparato y me asesoro bien de los posibles efectos secundarios.
¿Qué retoques te suele pedir la gente?
Primero suelen
pedirme opinión sobre qué tratamientos seguir y con el paso del tiempo el
envejecimiento no sea tan evidente. Otras personas de más edad buscan mejorar.
Nosotros trabajamos mucho la arquitectura de la piel, es decir, procuramos que
la estructura se mantenga firme y tersa, ya que lo que más envejece es el
descolgamiento de la piel, y abordamos cara, cuello, escote, brazos, además de
ofrecer tratamientos corporales.
¿Cómo trabajáis madre e hija, os coordináis bien?
Muy la verdad.
Cuando mi hija decidió venir a trabajar aquí le dije. "Debemos tener una
cosa muy clara, si no me aguantas en el trabajo debes cambiar, si no estás a
gusto debes cambiar porque en el trabajo es donde más tiempo vas a pasar de tu
vida y necesitas estar feliz y contenta". Entonces dijo que sí y a partir
de ese momento llevamos 8 años juntas y hemos funcionado perfectísimamente. Nos
llevamos muy bien fuera y dentro del trabajo. Yo seguiré al pie del cañón hasta
que me vaya desligando, pero aún queda mucho porque hasta los 80 pienso seguir
dando el tostón, es lo que más me divierte, y me gusta cómo dirige el Instituto
mi hija. Todo me lo consulta y lo hablamos como personas sensatas que somos.
¿Cuáles son tus trucos de belleza?
Me cuido porque
me gusta cuidarme, me da una sensación muy especial desde que era muy
jovencita. Yo soy una persona que no me acuesto nunca sin desmaquillar, me limpio
perfectamente la piel porque doy mucha importancia a su higiene. También me
pongo mi crema de contorno de ojos, después un sérum, luego otro para el cuello
y el escote y senos, en los brazos... todo por la noche, y a continuación me
aplico crema en las mismas zonas.
Por la mañana, me ducho, me pongo un aceite y
después me aplico sérum en el cuerpo, los brazos y la parte interna de los
muslos, seguido de una crema hidratante en el cuerpo con una mezcla de crema
perfumada ya que siempre me perfumo porque me apasiona. También me cuido mucho
las manos, llevo las uñas cortas y arregladas siempre. Además, presto mucha
antención a los dientes que me lavo con tres dentífricos diferentes, aunque al
mismo tiempo.
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