Está claro que las aficiones, sean del
cariz que sean, son beneficiosas para la salud, tal y como aseveran numeroso
expertos. Dentro de éstas el bricolaje y la jardinería ofrecen beneficios
similares al hecho de por ejemplo tener un hobby. La psicóloga Elisabeth Rusiñol de Interpersonal y el portal
especializado ManoMano.es, lo aseveran claramente: “realizar una acción que nos
gusta, no sólo nos relaja, sino que también nos permite disfrutar de un tiempo
en el que permanecemos atentos a algo que nosotros mismos hemos escogido. El
hacer esa elección ya nos “empoderiza” y nos hace sentir satisfechos. Pero si
además, la actividad de ocio que escogemos, requiere utilizar nuestras manos,
como en el caso del bricolaje, podemos afirmar que se trata de una actividad de ocio terapéutico ya que, al tener que
emplear todos nuestros sentidos, nos sentimos más conectados con lo que
estamos haciendo y nos llegamos a implicar emocional y personalmente”.
Los
beneficios para la salud de bricolaje o la jardinería se pueden resumir en
estos cuatro:
1. Ayuda a reducir el estrés y la ansiedad; 2. Estimula la creatividad
3. Potencia la capacidad de resolución de problemas no convencionales (quien no se acuerda de Mcgiver)
4. Aumenta grado de satisfacción por el ahorro económico que suponen (al realizar los trabajos nosotros mismos no hay necesidad de contratar a terceros
¿Eres las persona indicada para dedicarte al bricolaje?
Las personas a las que les puede venir bien tener el bricolaje como afición, según Ruisiñol, son aquellas que realizan un sobreesfuerzo intelectual, como las que permanecen muchas horas sentadas en el ordenador, o las que realizan trabajos muy rutinarios o poco creativos.
El bricolaje o la jardinería permite ser creativos como muchos otros hobbies, y además permiten desarrollar ciertos sentidos que por nuestra forma de vida puede que no estemos acostumbrados a usar: el tacto, en el caso del bricoloje; y el olfato en la jardinería.
¿Cómo podemos compartir esta afición con los niños?
Si el bricolaje o la jardinería son nuestras aficiones podemos compartirlos con nuesros hijos, ya que según la psicóloga, incluir actividades de bricolaje estimula el desarrollo de la “inteligencia espacial”, que es la habilidad de apreciar con certeza la imagen visual y espacial; de representarsegráficamente las ideas; y de sensibilizar el color, la línea, la forma, la figura, el espacio y sus interrelaciones. Y además, es un buen estímulo para la “inteligencia naturalista”, pues mejora el entendimiento del entorno natural y la observación científica de la naturaleza.
¿Cómo podemos iniciarnos en el bricolajeo jardinería?
Por último, si quieres iniciarte en alguna de estas dos actividades, los expertos del portal especializado ManoMano.es, aseguran que lo mejor es empezar con mesura. Hay que ir de menor a mayor complejidad y teniendo en cuenta nuestras limitaciones y posibilidades. Esto evitará que nos embarquemos en proyectos poco realistas que no concuerden con nuestras capacidades y aptitudes.
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