Euforia ha llegado a mis manos gracias a la gentileza de la editorial Malpaso, que me ofreció la posibilidad de leer esta novela y compartir mis impresiones con los internautas. No conocía a la autora, Lily King, que casualmente se apellida igual que yo, sólo que en inglés. Esta norteamericana es autora de otras tres novelas más que también gozan de muy buena crítica, y que se han traducido a diferentes lenguas.
Su última creación,
Euforia, narra la historia de tres antropólogos que acabarán involucrados en un
trío amoroso, una situación que irá in crescendo a medida que avanza la
historia. Los sentimientos más íntimos se entremezclan con el trabajo de campo
que realizan por un lado Nell y Fen, el matrimonio de antropólogos
protagonista, y por otro, Andrew Bankson, el antropólogo ermitaño que lleva dos
años investigando en soledad a una tribu de Nueva Guinea. Sus historias
personales van mostrándose a medida que se desarrolla el relato y sus
personalidades se configuran en sintonía con el hilo narrativo.
Vamos conociendo a los
personajes a través de las impresiones de dos de ellos: Nell y Bankson, y
principalmente de éste segundo, que nos cuenta su historia personal y su idilio
amoroso, bajo su particular prisma. De Nell recibiremos también impresiones,
que se intercalan en los capítulos en forma de anotaciones, las que va
recogiendo en su labor de antropóloga y en la que se le escapan aspectos
íntimos.
A lo largo de la novela
se van planteando cuestiones profundas, como el abismo que existe entre la
forma de vida de las tribus de Nueva Guinea y la civilización. Se profundiza en
la interpretación que se hace por parte de las sociedades desarrolladas,
especialmente de la neoyorkina, que es de donde procede el matrimonio. Se
debate sobre la labor que hacen los antropólogos en la primera mitad del siglo
XX, época en la que se desarrolla el relato, pero sin llegar al tedio, ya que
se reflexiona sobre aspectos esenciales de la vida y por tanto de interés
universal.
King parte de una vida
real, la de la antropóloga estadounidense Margaret Mead, pero la trama es ficticia, al igual
que las tribus que menciona, aunque estén basadas en asentamientos humanos
auténticos. Sin embargo, estas licencias que se permite la autora no
minusvaloran su creación ni se pierde un atisbo de realismo. Sentimientos
humanos muy profundos envuelven a esta historia cuyo interés va creciendo a
medida que pasamos página.
Por último, y al margen
de la calidad literaria, quiero resaltar la encuadernación, original por el
lomo de las páginas que pintadas de negro resaltan sobre el naranja de las
tapas, y que le confieren un toque elegante que denota el cuidado especial de
la encuadernación.
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