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5 lugares imprescindibles que ver si viajas a Albarracín

Albarracín es un pequeño pueblo medieval ubicado en la provincia turolense a muy pocos kilómetros de la capital de la región, a unos 38 kilómetros de Teruel. Desde Claves de Mujer recomendamos visitarlo porque es uno de los pueblos con más encanto del territorio nacional. Y no es sólo por la belleza de sus estrechas calles y su vertiginosa muralla, su entorno esconde singularidades que bien merecen descubrir si vas a disponer de unos días de vacaciones
 
Albarracín (Teruel)

 

Lo más llamativo de Albarracín

 
Lo más llamativo del pueblo es su ubicación, en una montaña no muy elevada a cuyos pies fluye el río Guadalaviar. De hecho, una hermosa ruta circular en la parte baja del pueblo nos permite ver la naturaleza privilegiada que rodea este entorno y dicha corriente de agua. A parte de atreverse con este pequeño paseo, la mejor manera de conocer la villa es recorrerla con tranquilidad, empapándose de cada una de sus calles y, por supuesto, subir a la parte más alta de la muralla. No es una ascensión muy larga, además las vistas que obtenemos del conjunto arquitectónico de Albarracín nos harán olvidar ese pequeño esfuerzo que implicará la subida. 

 
Ruta Circular río Guadalaviar. Foto: T.R.

 

Paisaje Protegido de los Pinares del Rodeno

 
Albarracín forma parte del Paisaje Protegido de los Pinares del Rodeno. Un paraje singular que puede recorrerse en coche, y que ofrece varios puntos de interés en el trayecto. Hay diferentes miradores donde podremos apreciar las formaciones únicas de las rocas de arenisca roja llamadas rodenos. De ahí el nombre de este enclave, que ofrece formaciones llamativas a lo largo de todo su espacio y que podremos descubrir tanto en nuestro vehículo como en los miradores que se van indicando. Parece ser que el curso del agua fue el responsable de las formas semiesféricas y esféricas que presentan estas rocas.  Ese color arcilloso, las formas redondeadas y los pinares confieren el principal atractivo de este Paisaje. 

Pinares del Rodeno. Foto: T.R.


Las rutas que se pueden hacer por la zona son numerosas, y además es posible atisbar pinturas rupestres en la llamada Ruta de las Tajadas.
 

Cascada del Molino Viejo

 
En dirección a Calomarde y Frías de Albarracín, podemos aún encontrar distintos lugares bellos. Uno de ellos está en el mismo Calomarde, donde se halla la Cascada del Molino Viejo, enclavada en el río Blanco uno de los afluentes del río Guadalaviar.

Un poquito más adelante, destaca la Hoz o del Cañón del Río Blanco, una ruta perfectamente acondicionada y que tiene unos paisajes preciosos. El camino concluye en Frías de Albarracín, aunque se puede empezar también en este mismo pueblo. Es decir, es de ida y vuelta, por lo que podemos elegir desde donde queremos emprenderlo y concluirlo indistintamente.


Cascada del Molino Viejo de Teruel. Foto: T.R.

 

Nacimiento del Río Tajo


Unos kilómetros más adelante se encuentra el nacimiento del rio Tajo. Verás una gran explanada habilitada para el aparcamiento y un merendero. En el medio se erigen unas estatuas gigantes que homenajean el punto donde se supone que nace el río más largo  de la península ibérica, sin embargo los lugareños aseguran que ese lugar es solo un punto de referencia para las turistas donde confluyen Cuenca, Guadalajara y Teruel, porque el verdadero nacimiento se produce en una zona no muy lejana de los Montes Universales. 


Nacimiento del Río Tajo en Teruel. Foto: T.R.



Ríos de Piedra


Algo más lejos pero cerca de la zona en Orihuela de Tremedal son curiosos los ríos de piedra, y que literalmente son eso, ríos de piedra, que antaño fueron glaciares. Se pueden hacer varias rutas donde los podremos ver con detalle, pisarlos y hacer miles de fotos. Es especialmente bonita la que nos lleva al Santuario de la Virgen del Tremedal.


Ríos de piedra en Teruel. Foto: T.R.

 

Teruel

 
Por último, si tienes tiempo y no has estado nunca te proponemos que te acerques a ver Teruel. Es una capital de provincia pequeña que te sorprenderá. A parte de los famosos amantes de Teruel, cuyas tumbas y cuerpos fosilizados se pueden visitar, podrás subir a una de sus espectaculares torres mudéjares cuya decoración es única en el mundo. En cuanto al resto solo tienes que darte un paseo relajado por la ciudad y deleitarte con estas joyas arquitectónicas exclusivas de nuestro país.


Torre mudéjar de Teruel. Foto: T.R.



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