Este año el Día Mundial del Sueño se celebra hoy 15 de marzo
de 2019, y los expertos nos recuerdan bajo el lema “Sueño saludable,
envejecimiento saludable”, que si no
dormimos bien nuestra salud puede verse afectada. A veces no le damos
importancia al hecho de descansar de forma adecuada, pero es más importante de
lo que pensamos, según nos cuentan los especialistas.
Consecuencias de un mal descanso
El doctor Carles Gaig Ventura, Coordinador del Grupo de
Estudio de Trastornos de la Vigilia y Sueño de la Sociedad Española de Neurología (SEN), indica que el sueño es
vital para el metabolismo, el sistema inmunológico, el estado de ánimo, la
memoria o el aprendizaje, entre otros.
“No dormir adecuadamente puede conllevar a que surjan complicaciones
endocrinas, metabólicas, psicológicas, inmunológicas, psicomotoras, además que
cada vez más se considera el mal sueño como un desencadenante o riesgo para
determinados trastornos neurológicos, como
ictus, Parkinson, Alzheimer o diversas enfermedades neuromusculares. En
definitiva, no dormir adecuadamente es un problema de salud”.
De entre los trastornos del sueño que existen el más prevalente es el del insomnio (20-30%), seguido del síndrome de las piernas
inquietas (5%) y del síndrome de apneas-hipopneas del sueño (4-5%). Otros
trastornos del sueño también bastante frecuentes son la narcolepsia, la
hipersomnia idiopática, el trastorno de conducta durante el sueño REM,
parasomnias o trastornos del ritmo circadiano.
Necesidades de sueño según la edad
Debemos tener presente que las necesidades de descanso
varían a lo largo de la vida, pero una calidad pobre del sueño no es un proceso
normal. El doctor Caig asegura que las causas que subyacen a consecuencia de
esta situación podrían ser un factor de riesgo para otras complicaciones en la
salud. “Y si no se tienen malos hábitos de sueño, cada persona debería poder cumplir con la “cuota” de sueño
que necesite para sentirse reparados. Si no es así nunca se deben tomar medicamentos para dormir sin consultar antes
con un especialista”.
La doctora Alicia López de Ocáriz, experta médica de Cinfa,
explica que en el recién nacido el tiempo de sueño es de 14 a 17 horas o más,
mientras que los niños y adolescentes precisan dormir unas 9 o 10 horas cada
día. En la edad adulta, lo recomendable
es una media de 7-8 horas, mientras que los mayores de 65 años suelen
dormir menos de 7, ya que a medida que envejecemos el sueño se hace más frágil
y se interrumpe con mayor facilidad. No obstante, “cada persona tiene unas necesidades diferentes según las horas
de sueño con las que se siente descansada y le permiten llevar a cabo su
actividad diaria habitual”, aclara la experta.
Consejos para dormir bien
Recordamos a continuación algunas pautas para dormir mejor:
- Mantener un ritmo de vida regular. Esto implica respetar los horarios de comida y sueño. Es recomendable ajustar los ciclos de luz a nuestros hábitos.
- Vigila los factores ambientales, es decir, el ruido, la temperatura e iluminación del dormitorio, y que no se te olvide silenciar el móvil si crees que es un impedimento para tu correcto descanso. También debes procurar que la cama esté en buen estado.
- Evita comidas copiosas o abundantes especialmente en las cenas.
- Practica deporte y trata de llevar hábitos de vida saludable en general. No es recomendable hacer ejercicio entre 4 y 6 horas antes de irse a dormir porque se considera excitantes comentan los expertos de Cinfa.
- Trata de no dormir siestas muy largas. Lo ideal es que duren entre 15 y 30 minutos.
- Ritual de relajación. Si te cuesta dormirte antes de irte a la cama puedes hacer una especie de ritual desestresante. Así, algunos especialistas nos aconsejan leer algo ligero, escuchar música suave, practicar ejercicios de relajación o tomar una ducha. Si aun así no los consigues, intenta concentrarte en pensamientos positivos y relajantes en vez de insistir en tratar de dormir.
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