Soraya Casla (ejercicio oncológico): "Sí se puede hacer ejercicio físico durante el cáncer de mama y otros tumores"

En el marco de la Carrera de la Mujer de Madrid (12 de mayo) ha tenido lugar el taller gratuito “Actívate frente al cáncer de mama”, de la mano de la #laMquefalta, una iniciativa de la Asociación Española Cáncer de Mama Metastásico (Aecmm) con la colaboración de la Alianza Daiichi Sankyo | AstraZeneca. En este contexto, Claves de mujer ha podido entrevistar a la directora del taller, la experta en ejercicio oncológico Soraya Casla, que lleva desde el año 2010 dedicándose a la práctica de actividad física en el ámbito del cáncer. 

 

 

Entrevista a Soraya Casla

Soraya Casla es licenciada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, y tiene un centro donde trabaja solo con pacientes oncológicos y en el que habitualmente hacen ejercicio físico con personas que padecen distintos tipos de tumores. La experta ha explicado a Claves de mujer, que si bien en un principio su carrera profesional se inició en el campo de la investigación, tras un tiempo al constatar el beneficio que tiene la actividad en esta enfermedad y la evidencia científica tan abrumadora en otros entornos y países, finalmente tras trabajar en diferentes instituciones decidió crear el centro donde atienden ya más de 200 pacientes a la semana.

¿Qué beneficios aporta el ejercicio cuando se padece cáncer?

Durante la enfermedad, el principal beneficio es que los efectos secundarios que a priori provocan que un paciente se quede más vulnerable, con mayores limitaciones físicas y que fisiológicamente esté peor, no se desarrollen de una manera tan grave. Lo que nosotros vemos normalmente es que cuando los pacientes empiezan a hacer los ejercicios incluso antes de iniciar los tratamientos no tienen esos niveles de fatiga tan grande, no suelen presentar problemas en el plano muscular, ni limitaciones, y además los niveles de sus defensas suelen ser mucho más estables, bajan menos. Del mismo modo, su recuperación tras los tratamientos es mejor. 

El ejercicio físico durante el cáncer minimiza los efectos secundarios de los tratamientos.

¿Y a nivel cardiovascular?

Precisamente uno de los problemas silentes del cáncer es la posibilidad de presentar alteraciones en la capacidad cardiovascular. Esta nos mide cómo producimos la energía y la cantidad de la misma que somos capaces de generar para movernos. Es un valor que se relaciona directamente con la supervivencia de las personas. Entonces lo que vemos es que los valores de capacidad cardiovascular se reducen de manera significativa durante los tratamientos porque la alteración es global. Por ello, no solo nos encontramos con fatiga o pérdida de masa mascular, también se aprecian alteraciones de cómo se produce la energía. Fisilógica y metabólicamente los pacientes están más fatigados y con problemas incluso cardiovasculares a largo plazo. 

El ejercicio físico previene la disminución de la capacidad cardiovascular.

En este sentido, es importante resaltar que el ejercicio físico previene la disminución de la capacidad cardiovascular y ayuda a que haya menos riesgo de desarrollar a largo plazo otras enfermedades. 

 

¿Y durante el proceso de recuperación tras un cáncer que aporta el ejercicio físico?

En este caso el beneficio del ejercicio está en recuperar a las personas para que puedan rehacer su vida. Al final, los tratamientos hay que entenderlos como un envejecimiento muy precoz, se produce dificultad para la regeneración, pueden surgir enfermedades cardiovasculares antes de tiempo, problemas metabólicos, mayor riesgo de obesidad, de perder masa muscular, de limitaciones en la movilización, más alteración articular… Entonces, lo que hace el ejercicio físico es evitar que todo esto aparezca. 

El ejercicio oncológico ayuda a evitar las pérdida de masa muscular o problemas metabólicos.

¿Se deben adaptar los ejercicios?

Nosotros hacemos una valoración inicial y adecuamos el ejercicio en función de los parámetros que evaluamos inicialmente. En cualquier caso, la individualización está más orientada a la intensidad del tipo de ejercicio. Realmente este ya está pautado: hay que hacer ejercicio cardiovascular, de fuerza y de equilibrio.

Se trata de parámetros determinados por instituciones de referencia como la Organización Mundial de la Salud y el Colegio Americano de Medicina Deportiva, basándose en los estudios analizados de los distintos tipos de tumor. Realmente, lo que se debe hacer es adaptar la intensidad y luego es verdad que hay que conocer un poco al paciente. De hecho, el objetivo de este taller es enseñar a los pacientes que pueden realizar muchas cosas e incluir actividades y los beneficios que obtendrán por ello.  

¿Qué se debe tener en cuenta al hacer ejercicio cuando se padece cáncer de mama?

En cada tipo de cáncer se han de tener en cuenta determinados aspectos, por ejemplo en el caso del cáncer de mama hay más riesgo de sufrir linfedema (inflamación) o desarrollar fibrosis o molestias en el hombro, así como pérdida de masa muscular en el tren superior. Por este motivo, se ha de tener en cuenta todo esto a la hora de plantear ejercicios lo más específicos posibles, que mejoren la funcionalidad, la movilidad del tronco y que además no fuercen en exceso las estructuras más dañadas.

De cara a otros tratamientos, como puede ser el hormonal después de la quimioterapia y radioterapia, muchas veces se producen alteraciones en cuanto a la recuperación por lo que es necesario trabajar con la alta intensidad de manera controlada para que no afecte a la recuperación y dejar el tiempo suficiente de descanso entre las sesiones intensas para no generar sobrecargas o lesiones. 

Hay que hacer ejercicio cardiovascular, de fuerza y de equilibrio.

¿Cuáles son las dudas más frecuentes que te plantean los pacientes?

La primera es si pueden hacer ejercicio físico durante el tratamiento y para nosotros claramente es que sí. Después, es si pueden coger peso con el brazo operado ya que en ocasiones tienen la sensación de que no pueden coger cargas, y sí es posible, pero es necesario trabajar las estructuras de manera adecuada, hay que fortalecer bien la espalda, saber cómo coger los pesos y aumentar la resistencia de manera progresiva.

Igualmente en tratamientos concretos como la radioterapia preguntan si pueden hacer ejercicio o no, que aquí es muy importante aumentar mucho la higiene y que la zona esté seca y no existan rozaduras. 

Por último, la obsesión de muchas pacientes después de los tratamientos es la de adelgazar porque ha ganado peso durante el proceso. En este sentido, las animamos a incluir estrategias de nutrición porque no todo es ejercicio, es importante cómo comemos y el tipo de alimentación, pues hay cosas que se deben adaptar de una manera muy concreta y que sí puede alterar realmente cómo reacciona nuestro cuerpo y si pierde o no peso. 

En personas activas antes de la enfermedad, la adaptación del cuerpo al ejercicio es superior.

¿Es más fácil adaptarse al ejercicio si eres una persona activa antes de la enfermedad?

Sí, cuando vienen personas activas, está de base el hábito, y eso ya es bueno para romper una barrera que es fundamental. Luego, es cierto que en estos casos el cuerpo tiene más capacidad de adaptación, pero aun así es necesario seguir adecuando muchas cosas.

El gran problema que vemos en este tipo de perfil es que quieren hacer lo mismo que hacían antes. Aquí lo que debemos entender es que esto no es posible y por ello se va a generar diferencia entre lo que yo hacía antes a lo que yo puedo hacer ahora. Lo importante en estos casos es seguir adelante y aunque nos parezca que trabajemos menos va a ser mucho más beneficioso que quedarnos quietos y no movernos. 

Beneficios del ejercicio en el cáncer de mama

Por tercer año consecutivo, el movimiento #laMquefalta, una iniciativa de la Aecmm con la colaboración de la Alianza Daiichi Sankyo | AstraZeneca para dar visibilidad al cáncer de mama metastásico, ha estado presente en la Carrera de la Mujer de Madrid, esta vez con una nueva propuesta para poner en movimiento a todas las corredoras de la carrera de la Mujer y sensibilizar sobre los beneficios del ejercicio físico frente al cáncer de mama: el taller “Actívate frente al cáncer de mama”, dirigido por Soraya Casla, especialista en ejercicio oncológico, la doctora Pilar Zamora, médico adjunto del Servicio de Oncología Médica del Hospital La Paz de Madrid, Alicia Ortega, representante de la Aecmm en Madrid. 

Las mujeres que realizan actividad física tras el diagnóstico de cáncer de mama tienen un 67% menos riesgo de recaída.

Durante la masterclass, las mujeres presentes pudieron conocer los beneficios directos que tiene el ejercicio en la prevención del cáncer, así como antes, durante y después de los tratamientos oncológicos. Soraya Casla, ha impartido además una rutina guiada en la que combinan ejercicios sencillos que las mujeres de cualquier edad pueden adaptar a sus necesidades. 

Los beneficios que otorga la práctica de la actividad física en los pacientes con cáncer de mama están avalados por diversas investigaciones. Un estudio publicado en el Journal of Clinical Oncology demostró que las mujeres que realizaban actividad física tras el diagnóstico de cáncer de mama tenían un 67% menos riesgo de recaída y un 45% menos riesgo de muerte que aquellas que llevaban un estilo de vida sedentario.

Dada la evidencia científica sobre los beneficios del ejercicio en personas con cáncer de mama, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que realizar actividad física habitualmente se vincula con la prevención del cáncer de mama y de colon. Así, los datos indican que entre 30 y 60 minutos de actividad física son el mínimo necesario para reducir el riesgo de padecer de estas enfermedades. 

Realizar actividad física habitualmente se vincula con la prevención del cáncer de mama y de colon.

La doctora Zamora ha hablado sobre cómo se traduce el impacto emocional del cáncer de mama sobre la mujer y qué herramientas existen para mejorar su calidad de vida. “Si bien es cierto que cada caso de cáncer de mama es único y afecta a la vida de las mujeres de distintas formas, el impacto sobre el estado emocional es evidente desde el diagnóstico y afecta al desarrollo de sus actividades diarias, por lo que no debe dejarse de lado”. 

En este contexto, Alicia Ortega, representante de la Aecmm en Madrid, ha destaco que este tipo de iniciativas contribuyen al empoderamiento de las pacientes y a un mejor entendimiento de su condición. “Las pacientes con cáncer de mama, en especial aquellas que se encuentran en estadio avanzado o con metástasis, se enfrentan a una realidad muy distinta en la que es fundamental brindarles herramientas que complementen el abordaje médico o terapéutico”. 

Solo 3 de cada 10 españoles reconocen saber con seguridad qué es el cáncer de mama metastásico.

#laMquefalta

En España se diagnostican 4 nuevos casos de cáncer de mama cada hora, y un total de 33.000 al año, por lo que se trata de una patología de alta prevalencia en la sociedad. Entre estos pacientes, un 30% experimenta una realidad muy diferente, al recibir un diagnóstico de cáncer de mama metastásico. A pesar de ello, solo 3 de cada 10 españoles reconocen saber con seguridad qué es el cáncer de mama metastásico. 

La Aecmm y la Alianza Daiichi Sankyo | AstraZeneca, han puesto en marcha el movimiento #laMquefalta, para dar visibilidad a esta patología y recordar a la sociedad que la conversación de cáncer de mama no está completa sin la M de metastásico. 

La Aecmm y la Alianza Daiichi Sankyo | AstraZeneca, han puesto en marcha el movimiento #laMquefalta.

“Para nosotros este es un compromiso que va mucho más allá de la investigación para promover una mayor conciencia y comprensión de la enfermedad y dar respuesta a sus necesidades”, expresa Ana Zubeldia, Head de Oncología de Daiichi Sankyo España.

“Desde la Alianza, nuestro objetivo es conseguir avances científicos que logren cronificar el cáncer de mama metastásico, pero en ese recorrido queremos también llevar a cabo acciones de concienciación que sirvan de ayuda a todos aquellos pacientes que están atravesando esta situación. Desde 2022 tenemos presencia en la Carrera de la Mujer, pero este año hemos querido ir un paso más allá, organizando estos talleres teórico-prácticos que serán muy útiles para las corredoras”, explica Marta Moreno, directora de Asuntos Corporativos y Acceso al Mercado de AstraZeneca España.