Carolina Pecharromán (periodista): “Las mujeres periodistas que abrieron camino en la profesión y en la defensa de la igualdad siguen olvidadas”
En la carrera de periodismo hay una asignatura que recorre la historia de esta profesión, sin embargo hace unos años en las facultades apenas se hacía mención al papel de las mujeres periodistas en España o a la prensa denominada como femenina y la importancia que tuvo en el desarrollo del periodismo tal y como hoy lo conocemos. ¿Sigue esto siendo igual?
La periodista Carolina Pecharromán, directora y presentadora del programa Objetivo Igualdad de TVE, tenía curiosidad por conocer esta realidad pues a pesar de que en la asignatura de historia no contaban nada de estas mujeres, ella fue descubriendo que sí había, y muchas. Esta curiosidad la llevo a ir más allá hasta hacer una tesis sobre la materia que finalmente culminó en el libro Las primeras periodistas (1850-1931) (Ed. Renacimiento). Pero además, en este proceso descubrió que muchas cosas no han cambiado y que en las facultades de comunicación aún no se ha incluido a la mayoría de estas mujeres.
Entrevista a Carolina Pecharromán
Carolina Pecharromán, tiene además del periodismo otra pasión: la Historia, especialmente la historia de las mujeres, que ha plasmado en diversas publicaciones. Las primeras periodistas adapta su tesis doctoral, defendida en 2022 en la Universidad Autónoma de Madrid. En ella, cuenta la historia de las pioneras españolas del periodismo en su marco europeo. Una visión nueva y amplia de las periodistas olvidadas, desde las libertarias a las conservadoras.
Ella misma, nos cuenta qué la llevó a desvelar sus nombres, sus carreras y trabajo, y al mismo tiempo mostrar cómo era la sociedad en el periodo que analiza y las condiciones en las que tenían que vivir las mujeres en aquel momento histórico, nada fáciles y que nos invitan a reflexionar si realmente hemos avanzando tanto como nos pensamos a día de hoy.
No hemos tenido referentes ni hemos sabido nada de mujeres que han practicado el periodismo.¿Por qué escogiste como tema de tu tesis a mujeres periodistas?
Soy licenciada en Ciencias de la Información y en Historia Contemporánea, y al hacer el doctorado en esta última quería centrarlo en historia de las mujeres y qué mejor manera de hacerlo que uniendo mis dos patas de conocimiento: el periodismo y la historia. Además, así daba respuesta a una inquietud que tenía desde la facultad porque nunca me habían hablado de mujeres en la historia del periodismo. Entonces yo las fui descubriendo poco a poco, aunque parecían pocas y siempre se mencionaba a las mismas como es el caso de Carmen de Burgos. Cuando conversaba con otras compañeras me decían lo mismo y llegábamos a una conclusión idéntica y es que no hemos tenido referentes ni hemos sabido nada de mujeres que han practicado el periodismo.
Este fue el motivo por el que surgió el tema de mi tesis, básicamente por esa curiosidad de querer enterarme de quiénes fueron las pioneras en mi profesión, de descubrir por mí misma todo lo que me deberían haber contado y que no hicieron.
¿Por qué elegiste el periodo 1850-1930?
En un principio, estaba interesada por lo que conocía o se había divulgado de los años 20 del siglo pasado de las Sinsombrero (mujeres de la Generación del 27), o de Carmen de Burgos y Emilia Pardo Bazán, junto a otras, en torno a 1900. Sin embargo, pensé que debía ir más atrás y descubrí a más mujeres, más periódicos y más prensa, de la que efectivamente no nos habían dicho nada en los últimos años.
Comprobé que se habían realizado investigaciones académicas, sobre todo, de profesoras de historia del periodismo, de filología, que habían efectuado estudios de casos e investigado biografías y hasta publicado algunas de ellas. No obstante, se habían quedado en el ámbito académico y por ejemplo a mí como profesional mujer periodista no me habían llegado.
Las decimonónicas fueron las primeras en romper barreras.
Así, de las que realmente me enamoré fueron de las decimonónicas, porque aparte de ser las grandes desconocidas no solo para las periodistas mujeres sino para los periodistas y la población en general, me parecía que ellas fueron las primeras en romper barreras, las que tuvieron que enfrentarse a las situaciones más complicadas y con todo absolutamente en contra.
Finalmente, decidí centrarme en el momento en el que comenzaron en España, en la década de los 50 del siglo XIX, que fue cuando hubo una explosión de “revistas femeninas”, al igual que las había habido en Francia e Inglaterra y cuando las mujeres empezaron a publicar en prensa, primero poesía y luego artículos, colaboraciones…
Foto de Bibliothèque nationale de France.
¿Cuál es el motivo por el que comparas España con Francia e Inglaterra?
Como antecedente me remonto a las francesas e inglesas porque consideraba que debía hacer esa comparativa, ya que muchas veces en España tenemos ese complejo de inferioridad en relación con muchas cosas o de que no hemos sido nadie y existía cierta tendencia a decir que aquí no había habido mujeres feministas como en Inglaterra o Francia, periodistas, etc. Así que investigué para ver si eso era cierto y estudiar las circunstancias en las que las mujeres publicaban en prensa en España y lo que sucedía en otros países, porque la situación aquí era otra, realmente resultaba más complicado.
En el libro reflejas que en España las mujeres que se dedicaban al periodismo se ayudaban mucho entre ellas, ¿esto sucedía en los otros países?
En Francia e Inglaterra se daba menos ya que se trata de sociedades más individualistas. Ahora bien, en Inglaterra por ejemplo existía el fenómeno de las mentoras, es decir, mujeres periodistas ya consolidadas que recibían cartas de jóvenes que aspiraban a escribir a las que les mandaban sus artículos y ellas las orientaban. En Francia un ejemplo de trabajo en grupo fue el periódico La Fronde realizado íntegramente por mujeres alrededor del año 1900. En general, fuera de nuestras fronteras había también un grupo de mujeres periodistas que se apoyaban, aunque de forma diferente que en España.
La periodista Consuelo González Ramos.
La Voz de la Mujer (1926).
Ofreces una visión muy amplia del feminismo que hoy en día podría sorprender por la imagen que se da a este movimiento desde algunos ámbitos...
Había muchos colectivos de mujeres y cada una aportaba su manera de afrontar la realidad y sus estrategias. Y no necesariamente lo que podemos imaginar ahora que fuera más potente años después tenía que serlo entonces. Por ejemplo, las organizaciones obreras eran muy machistas y lo fueron durante mucho tiempo. Hubertine Auclert se presentaba a las internacionales obreras con sus ponencias y no la hacían ni caso. Ella misma lo decía y acusaba a los obreros de que estaban asumiendo el mismo control o dominio sobre las mujeres como lo ejercían sobre ellos. Era similar a lo que decían las mujeres de la Revolución Francesa: “Las mujeres somos el proletariado del proletariado”. Claro, eran incómodas, no les dejaban espacio, y en todas partes lo tuvieron difícil.
No lo tenían fácil en ningún ámbito de la sociedad porque todos eran machistas.En cuanto a las católicas que levantaban la cabeza y empezaban a reivindicar cuestiones aunque fuera dentro de lo que determinaba la Iglesia, pues llegaba la jerarquía y como no les gustaba esa independencia de las mujeres las encauzaban dentro de organizaciones o del control eclesiástico. En definitiva, no lo tenían fácil en ningún aspecto de la sociedad porque todos eran machistas y muchas de ellas lo ratificaban.
Emilia Pardo Bazán decía que durante todo el siglo XIX se había avanzado mucho en las ideas y el derecho de la ciudadanía, pero el rol de la mujer había quedado estático como la estrella polar, y así como los hombres habían avanzado ellas habían retrocedido. Lo afirmaban todas porque dentro de sus diferencias eran conscientes de lo que pasaba.
Además, denunciaban muchas cosas que todavía hoy se siguen reivindicando ¿verdad?
Sí, luchaban por acabar con la brecha salarial, pero también contra la violencia machista, de hecho ellas ya lo veían. Emilia Pardo Bazán defendía que al igual que se decía homicidio, en el caso concreto de las mujeres se tenía que hablar de "mujericidio". Así tal cual, mucho antes de que se hablara de feminicidio.
¿Todo esto sigue sin contarse en las facultades de periodismo?
Esto es algo que he constatado tristemente, y aunque la situación no es tan grave como cuando yo estudié la carrera hace unas tres décadas, sigue habiendo un gran agujero en la historia del periodismo español y universal.
Sigue habiendo un gran agujero en la historia del periodismo español y universal.
Los alumnos de varias universidades me han contado que les hablan de algunas de estas periodistas, pero de forma escorada. Aunque sucede menos que hace unos años, esa historia del periodismo es injusta porque además de ser muchas las mujeres periodistas, yo creo que ha habido una mentalidad y una perspectiva de contar los hechos desde el androcentrismo. Es decir, en España se ha partido de la visión de que la prensa femenina es una prensa menor y por ello no se debe tratar.
El Pensil del Bello Sexo.
Sin embargo, cuando ves los estudios de otros países tratan la prensa femenina, como lo que era, un negocio muy boyante incluso antes de que la prensa de noticias se consolidara tal y como la conocemos hoy. Gracias a la prensa femenina se desarrolló la publicidad, se perfeccionaron las técnicas de grabado y la maquetación de la publicidad o los titulares, y todo esto mucho antes que en otro tipo de prensa como por ejemplo la prensa política a la que se refiere principalmente la historia del periodismo en España en los estudios universitarios. No puedes saltarte esto por mucho que te parezca un género menor.
Gracias a la prensa femenina se desarrolló la publicidad.
¿Y en cuanto a la prensa feminista?
Con la prensa activista pasa lo mismo. En la historia del periodismo se habla mucho de la prensa obrera, entonces ¿por qué no se menciona a la prensa feminista? Y ya no digo en España, por lo menos en Inglaterra que había periódicos feministas muy potentes. Al final, esto refleja que a pesar de todo el tiempo que ha pasado no hemos avanzado lo suficiente.
Periodista Carmen de Burgos.
¿Cuál es el papel ahora de las mujeres periodistas en este campo?
La profesión entera debería asumir que hacer buen periodismo, como dice mi compañera Macarena Baena, directora de Efeminista, es hacer un periodismo que contemple también a las mujeres, es decir, hacer un periodismo feminista con esta perspectiva. Ser conscientes de que lo que hemos estado haciendo hasta ahora tenía esa visión de la historia del periodismo desde lo masculino tratando un poco los temas de mujeres como secundarios.
Incluso esto mismo nos pasa mucho en la profesión porque al llamar a una persona experta sueles contactar antes a un hombre que a una mujer o confías menos o miras de otra manera a una mujer política y le preguntas si está casada y si tiene hijos cómo los cuida, pero eso jamás se lo preguntas a un hombre político, es decir, todavía quedan muchos resabios en la profesión que ya es hora de que se nos quiten.
¿Qué propones para revertir esta situación?
En el caso de las mujeres periodistas hubo un momento entre 2017 y 2019, que cogimos la bandera del movimiento “las periodistas paramos” para reivindicar que nosotras teníamos que ser la cabeza en esto y promover esa visión. Sin embargo, luego ha habido una serie de contra olas que han venido de la división interna del feminismo y de esa idea de que “no estoy por el feminismo, sino en la defensa de la igualdad” (como si el feminismo no fuera la defensa de la igualdad), que nos ha vuelto a poner a muchas profesionales en esa situación de no querernos meter en cuestiones ideológicas, identificando el feminismo con una ideología o un partido y no con una cuestión de derechos humanos, que al final es lo que es.
El feminismo es una cuestión de derechos humanos.
Se ha extendido tanto este contra argumento que en realidad quiere anular el feminismo, que nosotras mismas nos estamos poniendo la venda antes de la herida. Estamos parando un moviento que había antes y que era muy potente. Creo que deberíamos resistir porque en todas las épocas de la historia siempre que se ha producido una ola feminista se ha generado una contra ola que intenta neutralizarlo, pero como esto ha pasado tantas veces, insisto, tendríamos que ser más conscientes, pararnos, decir no, y si yo creo que esto es justo defenderlo.
'Las primeras periodistas'
Sinopsis
Generaciones de periodistas han salido de la Universidad sin haber estudiado un nombre de mujer. Este libro quiere reivindicar a todas las que comenzaron a escribir en los periódicos cuando lo tenían todo en contra, esas periodistas olvidadas a las que no hemos empezado a conocer hasta hace poco. Además de figuras como Emilia Pardo Bazán o Carmen de Burgos, muchas otras como Matilde Cherner o Consuelo Álvarez Pool construyeron el camino para que el periodismo fuera una profesión para las mujeres y a utilizar su voz publicada en defensa de los derechos de todas.
Las primeras periodistas recorre la apasionante historia de más de sesenta mujeres en España y otras tantas en Francia y Reino Unido –cunas de la revolución de las ideas y de la revolución de la economía– durante el siglo XIX hasta 1931. Pocas veces antes se habían comparado estas realidades.
Más allá de mitos y simplificaciones, descubriremos a través de una investigación rigurosa que todas estas mujeres tenían en común más cosas de lo que pudiéramos creer. Su trabajo contra la discriminación y por una vida independiente y digna nos revelará además que hay luchas que llevan siglos encima de la mesa, como la que se opone a la violencia machista, y que los ataques contra el feminismo han cambiado poco en doscientos años.
Carolina Pecharromán
Carolina Pecharromán de la Cruz (Madrid, 1969). Periodista
vinculada desde hace más de treinta años a TVE. En 2019 fue finalista del
Premio Colombine por sus reportajes Las Píldoras de Carol. Desde 2020 es
Editora de Igualdad de los Servicios Informativos de TVE y coordinadora de la
web RTVE-Igualdad. Desde 2021 dirige y presenta el programa Objetivo Igualdad,
que ha sido premiado en numerosas ocasiones por su trabajo de promoción de la
igualdad real entre mujeres y hombres y la lucha contra las violencias
machistas. Su labor contra la violencia de género también ha sido premiada en 2023
por la Asociación Francisca de Pedraza. Además del periodismo, Pecharromán tiene otra pasión: la Historia, especialmente la
historia de las mujeres, que ha plasmado en diversas publicaciones. Las
primeras periodistas adapta su tesis doctoral, defendida en 2022 en la UAM. Una
investigación que ha merecido mención especial del Premio Clara Campoamor 2023 del
Centro de Estudios Políticos y Constitucionales (CEPC). En el campo de la ficción
histórica es autora de la novela Ocho caballos, cuarenta hombres (2014) y una
de las autoras del libro de relatos Nietas de la memoria (2020).
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