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Rosario Raro (escritora): "Martha Gellhorn fue borrada de la historia pese a ser la única mujer periodista que cubrió el desembarco de Normandía"

Conocí la historia de la periodista Martha Gellhorn gracias a un reportaje televisivo en el que la escritora Rosario Raro hablaba de ella al ser la protagonista de su última novela Prohibida en Normandía (Ed. Planeta). Al descubrir que había sido la única mujer periodista que había estado cubriendo informativamente el desembarco de Normandía, pero que su hazaña y trabajo habían sido eclipsados por el que fue su marido durante cinco años, Ernest Hemingway, junto a otra serie de aspectos de la época, decidí que tenía que conocer más a este personaje. 

Así pues, además de leer la novela me puse en contacto con la autora, que era quien mejor me podía dar detalles de la historia desconocida de esta mujer que destacó profesionalmente en un momento complicado en este sentido para las mujeres. 

Entrevista a Rosario Raro escritora

 

 Entrevista a Rosario Raro

¿Por qué escogiste la vida de esta periodista?

Yo tenía a Martha Gellhorn en esa especie de trastienda o de recámara que tenemos los escritores. Sabía que había sido corresponsal de guerra, pero el detonante para escribir la novela fue cuando supe que había sido la única mujer entre más de 120.000 hombres que había estado en el desembarco de Normandía (6 de septiembre de 1944) e incluso entre los periodistas que estuvieron, fue la única de tres. Los otros dos fueron el reportero gráfico Robert Capa y un corresponsal estadounidense llamado Doon Campbell. Entonces, lo que me intrigó fue por qué a una persona que lleva a cabo una hazaña así se la borra de la historia después y no se sabe prácticamente nada. 

Martha Gellhorn fue la única mujer entre más de 120.000 hombres que había estado en el desembarco de Normandía.
¿Este fue tu principal acicate para contar su historia?

Sí, porque yo intento buscar historias sociales que no se conozcan mucho y, sobre todo, para rescatar esos hechos que el mar del olvido se ha llevado. Me pareció que situar a Martha Gellhorn en el primer plano y en la posición central que yo considero que merece, justificaba la escritura de esta novela.

¿Qué es lo que más te impactó de la protagonista?

Reconstruir el carácter de alguien a través de la escritura es una forma muy fidedigna de conocerla. Me pareció una persona que no se rendía ante nada, indómita, que no aceptaba un no por respuesta y, desde luego, muy intrépida como periodista. 


Martha Gellhorn, protagonista de Prohibida en Normandía

Martha Gellhorn, protagonista de Prohibida en Normandía.

Lo cierto es que en este caso se aplica muy bien aquello de que “de casta le viene al galgo” porque su madre, Edna Fischeller, era alguien que ahora, con palabras del siglo XXI, llamaríamos activista. Es decir, se apuntaba a cualquier causa que consideraba digna de defensa, era sufragista y batallaba mucho para que se redujeran las emisiones de carbón en San Luis. Además, hay que tener en cuenta que estamos hablando de principios del siglo XX, entre 1908 y 1910. Era una adelantada en las reivindicaciones medioambientales. Y, por ejemplo, su padre fue el primer ginecólogo que atendió a mujeres negras en San Luis. Así que yo me imagino que ella con esos referentes familiares no podía ser de otra forma.

¿Crees que su matrimonio con Ernest Hemingway la afectó en su reconocimiento?

Yo creo que la eclipsó. Ella al final de su vida, que murió con 90 años (se suicidó como su ex marido), decía que con sus nueve décadas de vida y a pesar de haber estado solo cinco años casada con él, no quería pasar a la historia como una nota a pie de página de la vida de otra persona y claramente se refería al escritor. A ella ni siquiera se la conocía como la ex mujer de Hemingway, ya que realmente se la consideraba una más de sus esposas y es así como se la nombraba. De hecho, luego el escritor se casó con otra de las periodistas que aparece en mi novela, Mary Welsh.

Entrevista a Rosario Raro
 
Una de las cosas que hizo Martha Gellhorn durante su trabajo como periodista fue dar a conocer lo que hacían las mujeres en la guerra ¿qué la llevó a tomar esta decisión?


Ella se preguntaba por qué no salían las mujeres en las fotos si estaban muy presentes en la guerra. De hecho, tenemos a las empleadas del servicio postal, la criptoanalista, tan importante para el desembarco, la chófer de Eisenhawer…, de las que hablo en el libro también. 

Solamente vinculamos el papel de las mujeres en la guerra con las enfermeras, pero hubo muchas más.
Solamente vinculamos el papel de las mujeres en la guerra con las enfermeras, pero hubo muchas más que se dedicaban a otras cosas, desde aviadoras hasta la que manejaban los reflectores durante los bombardeos. Entonces ella quería visibilizarlas. Cuando preguntaba por qué no salían en las fotos, le decían que era por motivos de seguridad, a pesar de que sus compañeros sí lo hacían.

Sin embargo, el colmo de todo fue cuando ya estando en el Hotel Dorchester de Londres con el resto de sus amigas periodistas les confirmaron que no podían cubrir la guerra como reporteras porque si lo hacían se iba a considerar que la contienda era como un “juego de niños o cosas de mujeres”. Aunque también tenían miedo de que distrajeran a los soldados o que “hubiera que protegerlas”. En definitiva, las objetualizaban a pesar de ser profesionales reconocidas y tener mucha credibilidad. 

Normandía

Normalmente sueles acudir a los lugares que aparecen en tus novelas, ¿cuál te llamó más la atención?

Lo hago porque es como un ejercicio de inmersión. Quiero que el lector no tenga la sensación de que le estoy contando una historia, sino que está de verdad en ese lugar, en esa época y con esos personajes, y también considero que es un privilegio poder hacerlo como parte de la documentación.

En cuanto al lugar que más me ha impactado, aunque negativamente, ha sido Hollywood. No tiene el glamur que yo esperaba. La propia Martha lo decía con una frase que recojo en mi novela, y es que era el lugar más provinciano que había conocido nunca. Ella se refería en concreto a los años 40, y lo describía como un lugar en el que se chismorreaba mucho, donde todo el mundo se conocía y se aplicaba aquello de: “Vales tanto como tu última película”. No obstante, desde mi punto de vista y descartando algunas “islas” que permanecen del Hollywood dorado, he visto que el glamur es una construcción. Por ejemplo, el paseo de las estrellas de Hollywood Bulevar tenía sobre el pavimento tanta suciedad que era imposible leer el nombre de los homenajeados. Ver que el principal atractivo turístico de ese barrio de la ciudad de Los Ángeles estaba así, me decepcionó.

Entrevista a Rosario Raro


De toda la novela, el único lugar al que no he ido, pero que me gustaría ir, es Ushuaia en Argentina, porque Tierra de Fuego me queda muy lejos. El nombre de esta ciudad es una de las palabras que repite uno de los protagonistas como una especie de mantra o de oasis mental.

¿Qué sensaciones te provocaron los cementerios de los soldados caídos en Normandía?


Verlos es tremendo porque te hace reflexionar mucho. En mi caso me hace pensar y al mismo tiempo coincidir con la propia Martha, en la idea de que las guerras constituyen un hecho execrable que tendríamos que desterrar de nuestras vidas definitivamente. 

Las guerras constituyen un hecho execrable que tendríamos que desterrar de nuestras vidas definitivamente.
Ante esa imagen de cruces blancas que se pierden en el horizonte, piensas en tantos soldados, algunos muy jóvenes, que fueron allí desde la otra parte del mundo solo para morir

También me impresionó mucho ver que la arena de Normandía brillaba porque tenía partículas disueltas en ella como resultado de la erosión de miles y miles de armas, de metralla y que 80 años después siguen ahí como si fueran un enorme reloj de arena. 

 Tanque falso en II Guerra Mundial

Al final del libro, pides a los lectores que te envíen historias relevantes pero desconocidas de mujeres, ¿cómo va este proyecto?

Me están llegando bastantes correos de vidas de mujeres desconocidas que viajaron mucho y además en esta época de principios del siglo XX, a pesar de lo complicadas que eran las comunicaciones. Creo que hay cierta tendencia a rescatar estas historias que han caído en el olvido y considero que es un acto de justicia. El caso es que muchas de ellas sí eran reconocidas en el momento, pero después han sido borradas del canon y en esto tienen que ver en parte los libros de texto en donde no están de alguna forma recogidas y yo aspiro a que llegue un momento en el que el género sea un rasgo más y no tan definitorio. 

Yo aspiro a que llegue un momento en el que el género sea un rasgo más y no tan definitorio.

Perdida en Normandía 

Prohibida en Normandía de Rosario Raro

Rosario Raro aborda en Prohibida en Normandía una empresa literaria necesaria en los tiempos actuales, la recuperación de una figura femenina que, debido a que se enfrentó a todas las trabas que se le imponían, pagó por ello. Martha Gellhorn es un personaje real que ahora vuelve a la actualidad de la mano de esta autora, quien siempre tiene una mirada puesta en héroes, en algunos casos anónimos, capaces de rebelarse ante los violentos códigos impuestos en el convulso siglo XX.

Reportera de algunos de los principales medios de Estados Unidos y autora de algunas de las historias más impactantes en plena II Guerra Mundial, Gellhorn fue mucho tiempo eclipsada por la fama de su marido Ernest Hemingway y también probó las hieles de la censura por el simple hecho de ser mujer. Con un estilo directo y una ingente documentación sobre episodios verídicos, Raro vuelve a ofrecer una reconstrucción histórica de un tiempo que ya parece lejano, pero que, sin embargo, muestra algunos temas que conversan con la actualidad." Bastantes años atrás, cuando Martha escribía en el Albany Times Union, tenía que visitar con frecuencia la morgue debido a que se encargaba de la sección policial. Aquellas truculentas noticias que se veía obligada a redactar tampoco acallaban los continuos
comentarios de sus compañeros sobre sus piernas ni impedían que la llamaran el peligro rubio. Aquello le caló, pero tampoco la llevó a dudar de que había nacido para ese oficio".

Prohibida en Normandía es una novela de una velocidad vertiginosa que recoge varios años del momento que significó el principio del final de un conflicto que se llevó por delante la vida de millones de personas. A través de la mirada de su protagonista, el lector se cruza con otras mujeres que intentaron aportar todo lo que tenían para cambiar el rumbo de la guerra, aunque a veces eso supusiera renunciar a lo que más querían.

De una manera directa, con rigor histórico y casi como si de un thriller se tratase, la novela también tiene otra mirada que descubrirá cómo ambos bandos de la contienda más feroz del siglo XX aguzaron su ingenio para tratar de desarbolar a su enemigo, las valerosas acciones de algunos de los miembros de la Resistencia (también la alemana, que intentó atentar en varias ocasiones contra el Führer) y las secuelas mentales que puede dejar una guerra de tal magnitud en las personas que la vivieron.

Rosario Raro (escritora)


Entrevista a Rosario Raro escritora

Rosario Raro (Segorbe, 1971), además de escritora, es doctora en Filología Hispánica y dirige el aula de Escritura Creativa de la Universitat Jaume I de Castellón desde 2004. En Editorial Planeta ha publicado las novelas Volver a Canfranc (2015), La huella de una carta (2017), Desaparecida en Siboney (2019) y El cielo sobre Canfranc (2022), con las que suma más de veintisiete ediciones. El viaje teatralizado
y la ruta literaria basados en el primero de estos libros obtuvo el premio a la mejor experiencia turística de Aragón en 2021.

Ganó el Premio Magda Portal del Ministerio de la Mujer de Perú, país donde vivió durante casi una década, y el prestigioso Premio Ciudad de Huelva de relato, entre otros galardones. Sus haikus han sido traducidos al japonés y su obra narrativa de ficción, al árabe, francés y catalán.

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