Últimamente el nombre de los polinucleótidos suena mucho entre los tratamientos estéticos y aunque ciertamente su nomenclatura no es muy comercial, parece que están adquiriendo cierto prestigio a pesar de que, en sí, no son una novedad. Están dentro de lo que se define como medicina regenerativa y fisiológica, es decir, aquella que se basa en la auto-reparación de los tejidos para rejuvenecer de una manera natural.
Los polinucleótidos en estética
Según la doctora Elena Caride, especialista en medicina estética y formadora de Croma, “los polinucleótidos en estética son componentes de ADN altamente purificados, extraídos de la trucha asalmonada, que estimulan la reparación celular, la regeneración de los tejidos y promueven la síntesis de colágeno y elastina. Tienen propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, hidratantes y restablecen el equilibrio de los melanocitos, por lo que unifican el tono”.
Desde una descripción más técnica los polinucleótidos realmente son una agrupación de nucleótidos, la estructura fundamental básica de los ácidos nucleicos (ARN y ADN). Se pueden considerar fragmentos de ADN, que se caracterizan por su capacidad para la estimulación de la reparación celular”.
Dentro de la medicina estética se considera un procedimiento relativamente reciente. Sin embargo, los primeros estudios sobre la aplicación de los polinucléotidos comenzaron hace más de 25 años. Se realizaron primero estudios in vitro con modelos experimentales de células humanas, posteriormente en experimentación animal y finalmente estudiándose en seres humanos para aplicaciones de medicina regenerativa, como la curación de heridas y úlceras, así como en patologías de carácter autoinmune como las osteoartritis o el liquen escleroso entre otros. Tras ponerse de manifiesto la eficacia de los mismos para estas aplicaciones médicas, finalmente han dado el salto a la medicina estética.
Desde una descripción más técnica los polinucleótidos realmente son una agrupación de nucleótidos, la estructura fundamental básica de los ácidos nucleicos (ARN y ADN). Se pueden considerar fragmentos de ADN, que se caracterizan por su capacidad para la estimulación de la reparación celular”.
Dentro de la medicina estética se considera un procedimiento relativamente reciente. Sin embargo, los primeros estudios sobre la aplicación de los polinucléotidos comenzaron hace más de 25 años. Se realizaron primero estudios in vitro con modelos experimentales de células humanas, posteriormente en experimentación animal y finalmente estudiándose en seres humanos para aplicaciones de medicina regenerativa, como la curación de heridas y úlceras, así como en patologías de carácter autoinmune como las osteoartritis o el liquen escleroso entre otros. Tras ponerse de manifiesto la eficacia de los mismos para estas aplicaciones médicas, finalmente han dado el salto a la medicina estética.
Los primeros estudios sobre la aplicación de los polinucléotidos comenzaron hace más de 25 años.En cuanto a su aplicación, los polinucleótidos tienen diferentes usos desde el contorno ocular, al rostro, el cuello y escote, zonas corporales (como la cara interna de los brazos, manos, abdomen o rodillas) y el cabello (regeneración capilar).
Para la doctora Caride, “los polinucleótidos son un tratamiento que optimiza los procesos encargados de mantener la elasticidad, reparación, hidratación y flexibilidad de la piel, una técnica muy versátil que podemos realizar tanto a nivel facial como corporal. Personalmente, una de las zonas del rostro donde mejores resultados obtengo es en la zona periocular”.
Asegura además que se trata de productos seguros porque están altamente purificados, cuentan con una tecnología de extracción original de la materia prima y un control total de toda la cadena de producción, son 100% fabricados en la Unión Europea y los respaldan más de 100 artículos publicados.
Lo ideal es aplicarse entre dos y tres sesiones para facial y 3-6 para corporal y el resultado dura alrededor de 10-12 meses (Precio: Depende de la clínica. Entre 660 y 1.200€ tres sesiones).
Polinucleótidos con otros tratamientos
También se pueden aplicar con otras técnicas. Según la doctora estas son las opciones más interesantes:Neuromoduladores con polinucléotidos: “En la zona del contorno de ojos es siempre un acierto, ya que permite aportar mayor frescura a la mirada, mejorar la calidad de la piel, así como atenuar las líneas de expresión de la zona periocular”.
Polinucléotidos combinados con diferentes tipos de aparatología facial “como los ultrasonidos microfocalizados, el láser o la radiofrecuencia fraccionada ya que conseguimos un aumento en la potencia de los resultados.
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