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Beatriz Anta (emprendedora): "Abrir un negocio rural es complicado, pero no imposible"

Beatriz Anta y Ángel Ortiz han decidido embarcarse en un proyecto empresarial de gran magnitud en Villanueva de Alcorón, un pueblo de Guadalajara cercano al precioso entorno del Alto Tajo, pero con tan solo unos 150 habitantes. Dentro de poco reabrirán la antigua gasolinera de la localidad, pero ¿qué les ha llevado a tomar esta decisión? Ella es de Madrid y ahora se ha convertido en una “mujer rural” porque además de trasladarse a vivir allí se ha empadronado también. No está siendo un camino de rosas, pero considera que merece la pena porque “no solo contribuirá al desarrollo económico de la zona, sino que también fortalecerá el tejido social y fomentará el arraigo de los habitantes al territorio”. Beatriz quiere animar a otras mujeres a emprender y sacar del olvido a esta región y su bello entorno. 

Entrevista Beatriz Anta gasolinera rural

 
La antigua gasolinera de Villanueva de Alcorón abrirá en breve. Llevaba más de 20 años cerrada pero una pareja, Beatriz y Ángel, detectó que era necesaria para el pueblo. Sin embargo, abrir un negocio de esta magnitud, una "gasolinera rural" como dicen ellos, no es nada sencillo y más en una zona despoblada donde el tiempo transcurre a un ritmo diferente al de una gran urbe y las facilidades, como se ha visto con los recientes incendios que han asolado a diversos lugares del territorio español, no son las mismas. 

Ahora que ya están inmersos en esta aventura han surgido otras muchas aspiraciones que esperan ir implementando poco a poco. Una de ellas, según cuenta Beatriz a Claves de Mujer, implica fomentar el emprendimiento en la zona de la mano de mujeres del pueblo.

¿Cómo se os ocurrió reabrir una gasolinera en un pueblo?

Mi pareja nació en este lugar y su familia tiene una casa aquí. Este ha sido siempre su pueblo de veraneo. Venía todos los años en fiestas, fines de semana y cuando nos conocimos empecé a ir con él. El pueblo me atrajo mucho, por lo bien que me sentía aquí y por cómo me arropó la gente. Además, todo el entorno es muy bonito ya que está a las puertas del Alto Tajo.

Este pueblo es pequeño, de unos 150 habitantes, y poco a poco viendo el contraste con la ciudad de la que yo provengo, Madrid, aunque ahora ya me he empadronado y me he venido a vivir aquí, empecé a ver las carencias que tenían. A mí me chocaba mucho todo esto y me preguntaba que cómo era posible que esto pasara en la actualidad. Entonces empecé a investigar todo lo relacionado con la despoblación y los problemas que había en la zona. 

Beatriz Anta y Ángel Ortiz gasolinera rural

El principal y el que más me llamó la atención es que la gente se quedase sin gasolina y que lo viesen como algo normal. Mucha gente del pueblo guarda un bidón de combustible por si no les llega hasta la siguiente gasolinera que está a 38 kilómetros. Así, un día hablando del tema y sin ser conscientes todavía de que había una gasolinera en desuso, mi pareja y yo empezamos a investigar y vimos que era posible reabrir ese negocio cerrado durante 20 años.

¿Qué carencias y trabas os habéis encontrado?

Al poco de empezar yo misma empecé a vivir personalmente las carencias de la zona. Aunque siempre hemos tenido una casa familiar yo quería tener la mía propia y fue cuando descubrí que no hay vivienda disponible. Hay muchas casas vacías o en ruinas que tienen un valor sentimental para los propietarios y por ello les cuesta mucho desprenderse de ellas. Otras, sin embargo, pertenecen a varios familiares y no se ponen de acuerdo. Al final, las casas se caen y no se les da ningún uso. 

Empezamos a investigar y vimos que era posible reabrir ese negocio cerrado durante 20 años.
Nosotros encontramos algo y con las prisas compramos una vivienda a la que se le está cayendo el techo. De momento, la tenemos cerrada y conseguimos un alquiler porque una persona falleció. 

Beatriz Anta

Luego está el tema del trabajo. Solo lo hay en ciertos sectores como la construcción, pero en general al no haber negocios en estas zonas tan desoladas no se genera empleo. 

Otro asunto es la burocracia porque ayudas hay, pero solicitarlas es complicado y en muchas ocasiones es necesario acudir a gestores externos porque la gente de aquí suele tener dificultades por todos los procesos que conllevan.

¿Cómo conseguisteis la financiación? 


Es muy complicado, pero no imposible. De hecho, los dos mantenemos nuestros trabajos, yo teletrabajo y Ángel se tiene que desplazar a la ciudad, va  y viene. Desde siempre hemos sido muy conscientes de dónde nos metíamos porque lo vivimos previamente y luego lo investigamos. La gasolinera ha permanecido cerrada mucho tiempo y nadie la ha querido abrir por multitud de razones.

Hay despoblación, no hay facilidades, no hay gente, y los oriundos no están acostumbrados a que se abra un negocio de tal calibre. Sí que se lanzan casas rurales y se proponen ciertos negocios relacionados con la construcción, pero uno de la magnitud del nuestro es otra historia porque tiene sus dificultades. Sin embargo, nosotros nos informamos y sabíamos que existían muchas ayudas. Estuvimos hablando con alcaldes de varios pueblos de la Mancomunidad del Alto Tajo y al final nos concedieron una ayuda y con esta llegó una financiación. Gracias a ello pudimos avanzar. 

Gasolinera rural

A pesar de ello no estará siendo fácil…

No está siendo un camino de rosas, pero tampoco estamos viviendo nada que nos haya dicho hasta aquí habéis llegado. Es cierto que tenemos que ir solventando problemas que surgen, pero damos la vuelta al presupuesto y seguimos avanzando. La historia es que Ángel y yo nos hemos propuesto hacer algo y vamos a llegar hasta el final y estamos muy involucrados. Cada vez que sale una pequeña ayuda la solicitamos. Ese es nuestro día a día básicamente.

¿Cuándo está prevista abrirla?

Las obras empezaron al inicio del verano y más o menos para octubre nos la entregarán. Luego viene pedir la licencia de apertura que según nos hemos informado no va a tardar mucho, por ello esperamos que antes del 2026 estemos abiertos

Gasolinera rural emprendimiento

¿Qué es una "gasolinera rural"?

La llamamos así por todo lo que conlleva. No es una gasolinera al uso. No somos una gran empresa. Nos lo hemos trabajado mi pareja y yo. Una de nuestras primeras investigaciones fue irnos a la carretera a contar coches. Lo hicimos de una forma muy rudimentaria, viendo las necesidades y carencias in situ. Esto es por y para el pueblo, yo no la podría montar en otro sitio. Lo pensamos para aquí y todo lo que avanzamos es por ellos. 

Cada vez que sale una pequeña ayuda, la solicitamos. 

¿Será sostenible también? 

Sí, vamos a tener combustibles con aditivos sostenibles y con tecnologías respetuosas con el medio ambiente, renovables. También vamos a intentar tener cargador eléctrico. No creo que nos dé tiempo al inicio porque es complicado, pero tendremos la preinstalación y una vez abierto con lo básico, iremos ampliando con miles de cosas que tenemos en mente: una zona para autocaravanas para el vaciado de aguas e instalación de locker

Además, crearemos sinergias con otros establecimientos como las casas rurales. Se pueden hacer millones de cosas. En esta zona hay setas, en determinada época del año se pueden ver buitres y tenemos certificado de cielo starlite. De hecho, el año que viene hay un eclipse y este es uno de los mejores puntos desde dónde se va a ver. 

Villanueva de Alcorón


Villanueva de Alcorón tiene bastantes servicios básicos ¿por qué crees que la gente no se anima a ir a vivir a este lugar u otros similares de la España rural?

Nuestro pueblo es como el centro neurálgico de varios pueblos del Alto Tajo. Damos varios servicios porque pasa mucha gente, tenemos centro médico, botiquín, camisería, panadería, carnicería, un bar y gracias a que vamos a abrir nosotros se ha vendido el bar que estaba al lado de la gasolinera. Recientemente ha abierto una empresa que ha traído caballos salvajes en semilibertad. 

La zona da mucho de sí, pero se ha quedado en el olvido, abandonada, y yo pienso que los que venimos de fuera vemos el contraste. Sin embargo, si te gusta lo rural desde mi punto de vista tiene un potencial tremendo, porque además tenemos colegio. Es cierto que tiene pocos niños y se van dos familias a lo mejor desaparece. Es una pena porque hay gente que quiere venir, pero si no dan facilidades no se puede

Es una pena porque hay gente que quiere venir, pero si no dan facilidades no se puede.
¿Qué propones para animar a otros?

Yo me he juntado con varias chicas emprendedoras del pueblo para ver si hacemos algo. Cada una trabaja en un ámbito diferente como la construcción, una casa rural y un bar. El caso es que no hay negocios nuevos y queremos dar un giro a esta realidad. Ser mujer rural nos significa vivir en el pasado yo estoy muy actualizada, teletrabajo y puedo conversar de cualquier tema. Hay que hacer ver a las personas que viven en la ciudad que en un pueblo no te vas a sentir aislado.

Es cierto que no es fácil, hay que invertir dinero, pero si poco a poco vamos dando visibilidad y contagiando, la gente va viendo la realidad, que es posible, y es lo que quiero transmitir. Yo asumo que me ha costado mucho y que las instituciones tienen que mejorar porque al final prácticamente me he tenido que formar yo para dar este paso, pero el hecho de haber abierto el camino a otros ya hace que me sienta satisfecha.


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