El llanto es uno de los principales medios de expresión que tienen los bebés para manifestarse en los primeros meses de vida. Lo usan cuando tienen hambre, sed, sueño, cuando se sienten incómodos por algún motivo, ya sea porque necesitan que les cambien el pañal o porque tienen frío, calor... Y cuando se satisfacen sus demandas, se calman. Sin embargo, a veces ocurre que siguen llorando y llorando, y es cuando los padres empiezan a preocuparse. Una de las causas de ese llanto puede ser el cólico del lactante, cuyo abordaje puede realizarse mediante la terapia distal. Te contamos en qué consiste esta alternativa
Lo primero que tienen que hacer los progenitores es calmarse y tratar de analizar qué le puede estar pasando a su bebé. Uno de los trastornos más comunes durante los primeros meses de vida y cuyo síntoma es precisamente un llanto desconsolado es el llamado cólico del lactante. Según explican en la Asociación Española de Pediatría, el llanto del cólico del lactante es fácil de identificar porque tiene unas características concretas, como el que suele durar más de tres horas al día y que no es un hecho aislado sino que se repite a lo largo de tres días a la semana y durante cerca de tres semanas (es lo que se conoce como regla del tres de Wessel).
Terapia distal y cólico del lactante
Por otra parte, existen también alternativas profesionales para tratar este problema. Una de las más conocidas es la terapia distal. Este método está desarrollado específicamente para tratar los cólicos del lactante, el reflujo y el estreñimiento no patológicos. "Se basa en la combinación de varias terapias manuales y manipulaciones de osteopatía visceral y craneal, y su objetivo es normalizar las tensiones que el pequeño sufre en el abdomen", tal y como explican expertos de la Clínica Vass, especializada en este método, y en cuya página web puedes encontrar testimonios de padres que han probado la terapia distal.
Aunque se desconocen las causas de este trastorno, se considera que el cólico del lactante está vinculado al hecho de que los bebés no han desarrollado plenamente su aparato digestivo de modo que les resulta más difícil expulsar los gases, comenta Raúl García, osteópata y especializado en Terapia Distal. "Los gases acumulados en el abdomen provocarán dolor en el interior del vientre hasta que estos se expulsen definitivamente. De este modo, la estimulación de la zona por medio de masajes basados en criterios fisioterápicos contribuye a una estimulación del proceso madurativo del aparato digestivo del bebé".
Muchas gracias por este consejo, como simepre, muy interesante.
ResponderEliminarEsther
Gracias a ti Esther, por tus ¡amables palabras!
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