Se habla mucho del mindfulness. Está de moda. Pero, ¿qué es realmente? El psicólogo José Manuel Calvo en su obra Mindfulness: el arte de controlar tu mente (Alienta Editorial), define el mindfulness como “una habilidad de la atención, por medio de la cual observamos la experiencia que acontece en el momento presente, con una actitud serena y neutral […]. Presto atención al momento, con independencia de que su naturaleza sea positiva, negativa o neutra. Simplemente observo con mayor atención, sin pretender modificar nada […] Desde esta posición de observador sereno y neutral, seremos capaces de entender de una mejor manera las relaciones, causas y efectos de los diferentes eventos que acontecen en nuestra vida cotidiana y tomar decisiones más efectivas a la hora de relacionarnos con ellos”.
¿Qué es el 'mindfulness'?
Como nos dice Calvo en su obra, se trata de vivir el momento presente sin tratar de modificar nada: “Desde esta posición de observador sereno y neutral, seremos capaces de entender de una mejor manera las relaciones, causas y efectos de los diferentes eventos que acontecen en nuestra vida cotidiana y tomar decisiones más efectivas a la hora de relacionarnos con ellos.”
Con la práctica del mindfulness no se pretende huir de las dificultades o dolores del presente, explica Mario Alonso. Al contrario se busca encarar esas situaciones, penetrar en su raíz y analizar su origen, sus causas.
“La intención del mindfulness no ha de ser la de eliminar una dolencia física o un rasgo de personalidad que nos desagrada, sino la de limpiar la mente de sus impurezas para ver la realidad como es y no como nosotros la proyectamos. Practicamos para purificar la mente, independientemente de que obtengamos o no esa recuperación de la salud o esa mejora en nuestra personalidad que, de entrada y como es lógico, tanto deseamos”.
¿Cómo trasladar esta filosofía a nuestra vida cotidiana?
El psicólogo José Manuel Calvo, nos habla de distintas situaciones cotidianas a las que podemos llevar el mindfulness:
En momentos habituales
Al comer, por ejemplo disfrutar de cada comida del día, siendo conscientes de lo que comemos y disfrutando de ello.
Al caminar
Se trata de no hacerlo de forma automática. Sé consciente de cómo caminas, de tu cuerpo y de las sensaciones que percibes cuando pones los pies sobre el suelo.
Al hablar
No hay que quejarse tanto. Es una pérdida de tiempo y genera una negatividad emocional y mental muy grandes.
Dar las gracias
Ser agradecidos nos llena de energía positiva.
Evita decir “no me da la vida”
Esta idea nos llena de estrés y nos bloquea a la hora de seguir adelante.
Sonríe
Sonreír unos minutos al día es una excelente medicina para el ánimo.
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