Entrevista al psicólogo Leocadio Martín: "Las personas felices se quieren, se sienten queridas y quieren, y tienen un propósito en la vida"
¿Qué es desde su punto de vista realmente la felicidad?
Es algo muy personal, que depende de cada individuo y de qué es lo que sea importante en su vida. En general, podríamos decir que las personas felices se quieren, se sienten queridas y quieren, además de tener un propósito en la vida y una sensación de estar contribuyendo al bienestar de otras personas.
Existen muchos condicionantes externos que pueden dificultar nuestra felicidad. Pero, además, somos también nosotros con nuestras expectativas, juicios, ego o resentimiento, quienes entorpecemos el disfrute de la felicidad cotidiana.
¿Qué preguntas básicas debemos hacernos para comenzar a ser felices?
Mi propuesta no serían preguntas, más bien sería consciencia. Traer a primer plano lo que nos hace sonreír, el cariño de quienes nos rodean, lo que nos hace disfrutar... y registrarlo. Así, nos daremos cuenta que podemos estar buscando algo que ya tenemos.
En tu libro hablas de que en cierto modo la felicidad está “demasiado valorada”, y explicas que no pasa nada por estar tristes, pero ¿cómo evitar que este sentimiento sea una constante en tu vida?
Se trata de aceptarnos como el balance emocional que somos, de no forzarnos o imponernos unas "gafas con cristal rosa" en nuestra vida. La tristeza es una reacción normal que se produce como reacción a una pérdida, un desengaño o cualquier otra circunstancia o persona, que nos importaba, y ya no está.Cuando esta tristeza se convierte en algo generalizado e inespecífico, ya no es tal. Podemos estar entrando en estados pre o depresivos. Y esto es conveniente que lo veamos en una consulta de psicología.
¿Parte de la infelicidad de los humanos estriba en que no nos conformamos con lo que tenemos?
Creo que lo que ocurre más bien es que no sabemos lo que tenemos. Más allá de las evidentes situaciones de carencia que muchas personas pueden estar sufriendo, estamos permanentemente bombardeados para querer más. Incluso aunque no lo necesitemos.No se trata de conformarnos, se trata de aprender a aceptarnos, a querernos, a conocernos. En muchas ocasiones, estamos buscando fuera lo que ya tenemos en nosotros mismos.
¿A qué puede deberse esta insatisfacción continua?
Creo que es algo cultural. La sociedad de consumo necesita esa insatisfacción. Que sintamos que carecemos o necesitamos algo realmente no nos va a aportar nada. Una mayor autoestima y conocimiento propio, junto con una aceptación y amor propio, disminuye considerablemente la necesidad de buscar nuestra felicidad en otras cosas o personas. Digamos que sería un fantástico antídoto para evitar la dependencia emocional y material.Sin duda. Es la famosa "zona de confort" en la que nada ocurre. Paradójicamente, buscamos la tranquilidad y la estabilidad y, cuando la logramos, nos aburrimos porque se convierte en inercia y tedio.
Debemos entender que somos cambiantes, que estamos preparados para ello de fábrica. Si no fuese así, no nos hubiésemos convertido en la especie dominante. Desafortunadamente, esperamos a estar pasando por malos momentos para descubrir que tenemos una inmensa capacidad de superación. La denominada "resiliencia".
¿Qué es lo que nos puede aportar la lectura de Felicidad: qué ayuda y qué no?
El libro está escrito para poner a disposición de quien lo lea herramientas psicológicas que le puedan ayudar en su día a día. Es, podríamos decir, un manual para entendernos y entender este mundo que nos rodea.
¿Puedes proponer tres pasos o ejercicios iniciales para iniciar ese camino hacia una vida mejor?
- Mira (y siente) a tu alrededor. Aprecia las personas que te quieren, las que están ahí en tus momentos más complicados. Agradéceles que lo estén (para esto no hay dosis, lo puedes hacer las veces que quieras).
- Ahora mírate con los ojos de estas personas. Sorprendentemente, vas a encontrar que les importa poco tu apariencia externa y que te valoran por quien eres, no por lo que les gustaría que fueses o lo que tú crees que debes ser.
- Por último, ahora están en disposición de quererte, aceptarte y valorarte. Este es el principal ingrediente de una felicidad saludable (no ha otra).
Comentarios
Publicar un comentario