Rosario de Velasco, la exitosa pintora de principios del siglo XX, sale del olvido gracias al esfuerzo de su sobrina nieta
Su cuadro más famoso es Adán y Eva, que se exhibe en el Museo Reina Sofía de Madrid desde el año 1998, y a pesar de ser la postal más vendida de esta sala de exposiciones muchos desconocen la autoría de la obra. En este caso, su creadora lleva nombre de mujer, Rosario de Velasco (Madrid, 1904- Barcelona, 1991). Sin embargo, su valía como pintora y su trabajo en el campo artístico fueron quedando en el olvido con el paso del tiempo. ¿Qué pasó? ¿Tuvo que ver el hecho de ser mujer? Toya Viudes, su sobrina nieta, nos cuenta al detalle la vida de esta artista de la que ya se está preparando una exposición en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza.
Historia de Rosario de Velasco
Rosario de Velasco Belausteguigoitia se interesó desde muy pequeña por la pintura. “Tenemos documentación de entrevistas que le hicieron en las que decía que ya desde los siete años pintaba. Además, tuvo la inmensa suerte de que sus padres la apoyaron mucho y estudió con Fernando Álvarez de Sotomayor y Zaragoza, director del Museo del Prado (de 1921 a 1931 y de 1939 a 1960)”, explica Toya Viudes, la sobrina nieta de la artista, a Claves de Mujer.
Su carrera artística comienza por tanto, en Madrid, y ya desde muy joven sobresale por sus dotes y creaciones.
¿Con qué cuadro se empezó a recnocer a Rosario de Velasco?
Su reconocimiento como pintora fue con Adán y Eva, con el que gana la segunda medalla de pintura en la Exposición Nacional de Bellas Artes en 1932. Algunos historiadores aseguran que no le dieron el premio por ser mujer…, así que ya uno puede hacerse una idea de cómo empieza la carrera de Rosario. No obstante, esta obra llegó a exhibirse también en las muestras organizadas por la Sociedad de Artistas Ibéricos en Copenhague y en la galería Flechteim de Berlín, entre diciembre de 1932 y enero de 1933. Después, al tratarse de un galardón vinculado a un certamen nacional el lienzo pasó a los fondos del estado, en concreto, del Museo Español de Arte Contemporáneo (MEAC) y se guardó durante todos esos años hasta que finalmente ingresó en el Museo Nacional de Arte Reina Sofía.
Rosario de Velasco sobresale desde muy joven por sus dotes y creaciones artísticas.Yo ahora que estoy siguiendo tanto la pista a Rosario pienso que ese cuadro ha sido el que ha permitido que no se la olvide del todo. Por lo que sé, desde el Museo Reina Sofía que vende postales de diferentes cuadros, me han comentado que la que recoge el cuadro Adán y Eva es la postal más vendida. Esto significa que a la gente le gusta pero a pesar de ello ¿quién sabe realmente quién es ella? Mucha gente me dice ahora que sí conocía esta obra, pero no el autor.
¿Cómo es su primera etapa como pintora?
Toda esta primera época en Madrid es muy exitosa y despunta muy pronto. En ese periodo pintó cuadros en unos formatos muy grandes, como el que está en el Museo de Bellas Artes de Valencia, que se llama Matanza de inocentes o Las lavanderas, que pertenece a una colección particular. En esos momentos adquiere un gran reconocimiento en el mundo de la pintura por parte de la crítica y viaja mucho.
¿Qué ocurre cuando estalla la Guerra Civil?
Al llegar la guerra tiene que huir y se instala en Barcelona. Allí la arrestan, pasa una noche en la cárcel y de hecho casi la fusilan, pero logra escapar. Tiempo después, en 1937, se casa con el doctor Javier Farrerons, alergólogo catalán de gran prestigio. Ambos tienen que seguir huyendo hasta que finalmente se establecen en San Sebastián. Aquí nace su única hija María de Mar Farrerons de Velasco (alergóloga también) que todavía vive y para nosotros es un lujo poder contar con el testimonio de su hija. Aunque ya tiene más de 80 años está bien de salud y nos está aclarando muchas cosas. Tenemos una fuente viva para cualquier duda.
Su reconocimiento como pintora fue con 'Adán y Eva', con el que gana la segunda medalla de pintura en la Exposición Nacional de Bellas Artes en 1932.¿Qué pasa después?
Tras la guerra, Rosario se va a vivir a Barcelona de nuevo. En este momento ya le ha cambiado la vida por completo. Pasa de ser una chica, joven y libre en los años anteriores a la guerra en un Madrid artístico, a ser madre: ha tenido a su hija y es un ama de casa que pinta. Se introduce en un ambiente familiar y es verdad que ella sigue pintando mucho. Esto lo sabemos por la familia más cercana, en especial a través de sus cinco nietos que tuvieron mucho trato con ella al igual que mi madre que era su sobrina. Sigue pintando, por tanto, pero ya no quiere volver a vivir esos reconocimientos, es una persona muy discreta, ya ha pasado por su época de grandes premios y de grandes viajes. Pintar es su vida, sin embargo deja pasar el tiempo antes de exponer, algo que hace esporádicamente y siempre en las mejores galerías de arte. Al mismo tiempo, cada vez que expone lo vende todo, pero ya no tiene ese afán e ímpetu del principio. Tampoco tiene un marchante que la vaya organizando y diciendo por dónde debe ir. Ella va un poco por libre.
El periodo histórico y el hecho de ser mujer ¿tuvieron algo que ver?
En España, en aquella época ser pintora y artista era complicado. Ella vive en un círculo muy conservador, es madre de familia y aunque sigue pintando pasa a ser ama de casa que pinta, ya no es pintora. Su prioridad es pintar porque es su expresión artística y no le importa el reconocimiento. Supongo que porque ya lo había tenido y reniega de ello. Resulta más una forma de expresión, pinta porque lo necesita, y quizá por todo ello luego va cayendo en el olvido.
Entonces, tras fallecer nadie se dedicó a recuperarla y difundir sus trabajos. Por poner un paralelismo, Ángeles Santos Torroella (1911-2013), otra una pintora y artista gráfica española coetánea, al principio fue igualmente olvidada, hasta que en la década de los 80 se hizo un estudio sobre sus obras y empezaron a realizar exposiciones temáticas de la autora.
Exposición en el Museo Thyssen
La suerte, la constancia y el trabajo de Toya Viudes, para evitar que su tía abuela fuera una pintora reconocida de nuestro país ha tenido sus frutos: el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza de Madrid tiene previsto hacer una exposición de la artista en breve. Si bien Toya llevaba tiempo tratando de que Rosario de Velasco fuera reconocida, todos sus esfuerzos resultaron en vano hasta que por medio de un conocido consiguió reunirse con Guillermo Solana, director artístico del Museo Thyssen. Y este fue el resultado: “Se emocionó con el proyecto porque conoce la obra de Rosario y dio el visto bueno a preparar la exposición”, comenta la familiar de la pintora que ahora está centrada en esta tarea.
Como la exhibición se va a realizar del primer periodo de la artista, la primera acción de Toya Viudes ha sido localizar las obras de la autora que se encuentran en el ámbito familiar y a continuación ha buscado las colecciones que se hallaban en manos de amigos y museos. Sin embargo, todavía faltan más obras de la primera etapa de la artista. Para encontrarlas, Toya Viudes, que es periodista y maneja las redes sociales, decidió poner un tweet explicando que buscaba obras de Rosario y se le ocurrió dirigirse al programa de radio Julia en la Onda: “Dirijo un tweet y de repente me llama un amigo y me dice que acababa de oír a Julia Otero hablando de mi tía… A partir de ese momento, se corrió la voz y la verdad es que la gente ha acogido con mucho cariño la historia. Yo creo que nos gustan las historias bonitas porque estamos hartos de tantos conflictos y tanta pelea entre políticos… Después, me ha ayudado mucho la prensa pues en algunos medios escritos se han publicado reportajes gracias a los cuales se han podido recuperar cuadros.
El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza de Madrid tiene previsto hacer una exposición de la artista en breve.Soy consciente de que no encontraré todos los que me gustaría, pero desde que he empezado la campaña hemos recuperado unos 40 cuadros y de los que 15 son impresionantes, de la primera época y de los que curiosamente no teníamos registros de ningún tipo. Yo pienso que alguno de los lienzos pudo perderse en la guerra. Hay dos en concreto como El baño o El circo… que se presentaron en varios certámenes y salas, de los que todavía no sabemos nada”.
Rosario de Velasco firmaba siempre sus obras con el anagrama RdV, algo que puede ayudar a identificar sus obras. Gracias a esta rúbrica es como se supo que Matanza de Inocentes era de ella, pues hasta que el cuadro no se sometió a un proceso de rehabilitación y limpieza en el que aparecieron las citadas letras, se había atribuido a otro autor. Por ello, su sobrina insiste en que los posibles propietarios se fijen en este detalle.
Aún se desconoce la fecha de la exposición de la pintora Rosario de Velasco en el Museo Thyssen de Madrid, y a pesar de que no será en los próximos meses tampoco se efectuará en un periodo superior a tres años. Aunque la campaña ha tenido una repercusión importante y se han podido obtener bastantes cuadros de la autora la sobrina sigue con su búsqueda para tratar de hallar más reproducciones y así disponer de más margen.
Por último, para saber más información y detalles de la vida de Rosario de Velasco, uno de sus nietos, Víctor Ugarte, ha desarrollado una página web muy interesante donde habla de su abuela.
Cuadros de Rosario de Velasco que se buscan
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