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Sandra Uve, ilustradora: “Muchas inventoras lo pasaron muy mal, lucharon contra corriente y al final alcanzaron el éxito”

Dice la ilustradora Sandra Uve que hay una parte de la historia que no nos han contado y esta tiene que ver con la vida de muchas mujeres que crearon grandes inventos, con muchos de los cuales convivimos a día de hoy (algunos ni te los imaginas). Tras una exhaustiva investigación la autora ha materializado en el libro Supermujer, superinvetoras (Ed.Lunwerg), la historia de más de 90 mujeres, que no lo tuvieron fácil, pero que al final consiguieron sacar sus proyectos adelante. En esta entrevista nos desvela cómo ha sido el proceso de elaboración de esta obra además del increíble camino que tuvieron que recorrer algunas de estas mujeres excepcionales

Entrevista a Sandra Uve, ilustradora

¿Cómo surge la idea del libro?

El libro es la tercera pieza de divulgación de un proyecto de investigación sobre mujeres que empecé hacia el año 2014 y que un año después en 2015 se empezó a materializar. Cuando comencé a investigar me di cuenta de que básicamente la mitad de la historia no nos la habían contado nunca. Habíamos crecido en las escuelas pensado que esta la escriben y la hacen hombres porque no aparecía ni una sola mujer. Así, de una evidencia que desde pequeños no nos damos cuenta, yo me percaté a los 40 años. Entonces dije: ¡Madre mía! Es que no conozco a ninguna, Marie Curie y pocas más. Inicié una investigación hasta que obtuve 3.500 mujeres catalogadas al cabo de un año.

¿Cómo llegaste a la editorial?

Primero, en 2016, hice una exposición que se exhibió en las cerca de 300 bibliotecas de la provincia de Barcelona y para la que escogí 25 mujeres. Es más, a día de hoy todavía se encuentra en alguna de ellas. Después, pensé en más piezas divulgativas, y realicé conferencias y talleres para niños, adolescentes y universitarios. En cada taller, añadía a 20 mujeres nuevas y en cada conferencia lo mismo. Aun así todo ello se me quedaba corto, de modo que en 2017 pensé que necesitaba un libro. Porque al final el objetivo era cubrir ese hueco que había dejado a la luz el inicio de esta investigación, y mi intención es crecer en las aulas con material curricular equitativo donde estén tanto ellas como ellos. 

Mi intención es crecer en las aulas con material curricular equitativo donde estén tanto ellas como ellos.


Tras una exhaustiva investigación sobre qué sello editorial era el más apropiado opté por uno de los más relevantes, la editorial Planeta. Como yo necesitaba un libro de ilustraciones bonito, al final vi que dentro del grupo la editorial Lunwerg era la que más encajaba y como no tenían nada similar me decidí a escribirlos. Me pasó algo increíble, me respondieron en solo una hora y media. Me dijeron que sí y fueron el mejor equipo del mundo, no discutieron nada.

¿Cómo es la estructura del libro?

Es un libro muy sencillo, hay una pauta que se repite en las más de 90 inventoras que recojo. En un lado está la biografía, en la parte de abajo la patente y a continuación la ilustración, un retrato.

La primera edición se agotó en un mes, en febrero de 2018, la segunda se lanzó en abril del mismo año, y ahora se ha lanzado esta edición en tapa blanda. Para mí este es un buen momento por la situación socio política que estamos viviendo. Hace falta porque tenemos una situación complicada y me parece un momento idóneo porque no podemos perder todo lo ganado. Yo llevo muchos años luchando por visibilizar a las mujeres y en los últimos meses he visto un retroceso. No podemos perder el camino que hemos hecho porque es muy duro, hay muchas piedras que quitar y no nos las pueden volver a poner. 

 Interior de Supermujeres, superinventoras

¿Por qué el texto de las biografías es con letra ligada?

Es un homenaje a la educación de nuestra generación, para quienes no tuvimos una educación equitativa. Es la parte más nostálgica quizá, más personal del diseño del libro. A mí esta letra me parece muy femenina y me recuerda a nuestras madres y abuelas, una letra ligada y redonda, “letra de secretaria”, como yo digo. Es la que encontré más parecida. Al mismo tiempo, es otra forma de hacer referencia a la feminidad del libro, porque es un libro femenino y feminista, las dos cosas.

¿En qué te basaste para hacer la selección de las inventoras?

La primera criba fue práctica pues no todas las inventoras tenían la patente. En este sentido, la ley era muy ambigua. Años atrás, las mujeres carecían de derechos civiles, no podían heredar o comprar algo en propiedad, entre otras cosas. La patente realmente es una propiedad, es como la escritura de una casa, es decir, es un papel en el que registras a tu nombre el invento, que constata que es tuyo y luego si quieres lo vendes. 

Años atrás, las mujeres carecían de derechos civiles, no podían heredar o comprar algo en propiedad, entre otras cosas.

Entonces se las tenían que ingeniar. Cuando iban a la oficina de patentes además de encontrarse con la incredulidad del funcionario, que no se creía que una mujer tuviera tanto ingenio como para inventar algo, se saltaban la ley. Se registraban diciendo que el invento era de su marido y por ejemplo usaban la inicial de su propio nombre y el apellido, pero como la patente la firmaba la persona que la registraba no solo la ponían a su nombre sin que el funcionario lo supiera, sino que al final su rúbrica quedaba allí. También recurrían a nombres de soltera, porque si estabas soltera y registrabas una patente, nadie más podía venderlas sino eras tú. 

Libro Supermujeres, superinventoras de Sandra Uve


Sin embargo, no todas las que aparecen acabaron registrando su invento.


Es cierto, pero algunas tenían que aparecer sí o sí por su relevancia. Es el caso de Marie Curie (1867-1934), María la Judía (siglo I-siglo II d. C.), Hipatia (355 ó 370-415), Rosalind Franklin (1920-1958), que no hay patente pero sí una foto… Las imprescindibles. Después tuvieron prioridad muchas españolas. A ellas primero se les otorgaba “un privilegio” que era como se llamaba la patente. Esto fue así hasta un periodo concreto. De ellas, me llamó mucho la atención Elia Garci Lara Catalá (sin datos). Creó una máquina que lavaba la ropa, la centrifugaba, secaba, la clasificaba, la planchaba y la doblaba, sin embargo nunca se llegó a comercializar…

Elegir a las contemporáneas casi que ha sido lo más difícil porque la investigación no ha parado y ya he llegado a más de 8.000 en 2023. Pienso que actualmente, ellas son realmente las verdaderas referencias para el alumnado. Los chicos de hoy no se sienten tan identificados con Marie Curie, pero sí con Celia Sánchez-Ramos (1959), Pilar Mateo (1959), Margarita Salas (1938)… que han llevado la ciencia al pueblo y son divulgadoras y generosas, van a dar charlas a la universidad o tienen webs. Ellas se están encargando de lanzar el mensaje que necesitan los jóvenes que es que pueden conseguirlo. Poseen patentes internacionales y han trabajado y estudiado fuera de España. Su visión es más amplia y menos territorial. 

Elegir a las contemporáneas casi que ha sido lo más difícil porque la investigación no ha parado y ya he llegado a más de 8.000 en 2023.


En general, es un libro muy completo…

Quería que fuera también internacional y no podía dejar a Laura J. van ’t Veer (1957), que desarrolló el test genético MammaPrint para identificar la “huella genética tumoral” de setenta genes en tejido tumoral en estadio temprano, clave para determinar si los tumores de este cáncer pueden reaparecer a lo largo de la vida. Son desarrollos científicos que era necesario mencionar. Hay inventoras prolíficas como Beulah Louise Henry (1887-1973), pero tampoco podía dejar de hablar de creaciones relacionadas con la moda e incluso mencionar inventos que han ido en nuestra contra como el corsé e igualmente referirme a mujeres que han inventado bañadores para resaltar las curvas del a mujer y alejarnos del estereotipo de mujer en el estilo moda.

No llegan a 100, son 96, porque Elizabeth Lee Hazen (1885-1975) y Rachel Fuller Brown (898-1980) están juntas porque ambas en 1948 se asociaron, y juntas descubrieron la nistatina, el primer antifúngico.

Las ilustraciones son principalmente retratos, pero entiendo que no obtuviste imágenes de todas ¿cómo lo hiciste en estos casos?

Hay una cosa que defiendo mucho que es el rigor sobre todo en la biografía porque no se pueden inventar datos y menos de esa parte de historia que no se conoce. En toda la obra el rigor de la información es el hilo conductor. En algunas ocasiones, he encontrado información en la orla, en las webs de los institutos, de las universidades… Tampoco tienen muchas fotos porque son mujeres muy sencillas. Es otro mundo. 

Ilustración de María la Judía de Sandra Uve
Ilustración de María la Judía, de Sandra Uve.

Hice reinterpretaciones de María la Judía y de Hipatia de Alejandría, de la que me encontré algo muy llamativo y es que en los cuadros donde se la retrata siempre suele aparecer desnuda. Una mujer que dio clase a los que después fueron políticos de la época y aparece denostada hasta límites insospechados y eso que fue una de las científicas y filósofas más importantes de la historia, daba clases de astronomía, de matemáticas, estaba especializada en álgebra, era astrónoma… En fin.

De Candelaria Pérez (Sin datos de efemérides) o Elia García Lara no encontré nada y me las imaginé, por eso están en un plano general y no en primer plano. Luego, investigaba aspectos como la ropa, porque esta dice mucho sobre el estado de ánimo de las personas, y tenía en cuenta el contexto de la época, los estratos sociales… En general, lo que veía en las imágenes o retratos que encontraba eran caras asustadas. Una mirada que reflejaba entre miedo y fuerza, esa mirada la tenían todas. 

Ilustración de Hipatia, de Sandra Uve
Ilustración de Hipatia, de Sandra Uve.

¿Hay alguna de estas mujeres que te ha marcado más que otras por algún motivo?

Partiendo de lo que te he comentado de Hipatia, que me parece una denostación brutal y me produce ternura al tiempo que rabia por pensar en lo que pasó, un poco todas. Cuando empecé a descubrir la vida de Rosalind Franklin me sentí muy apegada a ella. Era una mujer inglesa muy inteligente que no tuvo suerte con los compañeros con los que trabajaba. De hecho, la trataban mal, le decían que era fea solo porque era una mujer moderna y empoderada. Había estudiado en Francia y regresó a Londres con el aspecto de una mujer francesa. Ella tenía unos rasgos muy duros, muy potentes, lo que contrastaba con esa forma de vestirse tan femenina. Había vuelto empoderada y trataban de aniquilar esa seguridad en sí misma que tenía día tras día. 

Ilustración de Rosalind Franklin, de Sandra Uve
Ilustración de Rosalind Franklin, de Sandra Uve.

 

Cuando descubrí la vida de Rosalind Franklin me sentí muy apegada a ella. Era muy inteligente y no tuvo suerte con los compañeros con los que trabajaba.

En 1952 obtuvo una fotografía del ADN mediante difracción de rayos X que daba cuenta de la estructura de doble hélice de esta molécula, lo que dio paso a la comprensión de la biología genética. Es el descubrimiento científico más importante del siglo pasado de la ciencia en general además de la medicina, porque a partir de aquí cambió todo. Sin embargo, en 1962, el Premio Nobel de Fisiología o Medicina solo se le otorgó a sus compañeros, Francis Crick, James Watson y Maurice Wilkins. Catapultaron para siempre su nombre en relación con el descubrimiento científico más importante del siglo pasado. Es con la que más tiempo estuve leyendo e investigando, y encontré declaraciones de mucha gente que ratificó ese maltrato que sufrió por parte de sus compañeros.

Luego hay chicas desconocidas que tienen historias para hacer un cuento como Martha Coston cuya vida fue muy dura. A pesar de quedarse viuda y perder a dos de sus cuatro hijos consiguió patentar las bengalas luminosas de tres colores que había empezado a trabajar con su difunto marido y que hoy en día es obligatorio llevar en cualquier barco. Acabó todo el diseño y lo patentó en 1859 a su nombre, lo vendió y logró salir adelante.

Estas mujeres lo pasaron muy mal porque tuvieron que luchar contra todos para conseguir lo que querían y al final alcanzaron el éxito, pero todo el proceso y el camino resultó muy duro. La recompensa merece la pena porque al final lo importante es ser conscientes de que has creado tu propio camino y lo has hecho tú.

¿Habrá una continuidad del libro con todas esas mujeres que aún te quedan por mostrar?

Sí, voy a hacer una segunda parte en Amazon Kindle. Ya tengo el primer alzado y mi intención es que sea más didáctico. Será una especie de híbrido en donde cuento cómo trabajo yo y preparo un libro a la par que muestro cómo son estas mujeres. Quiero hacer algo muy entretenido.

Portade Supermujeres, superinventoras
Supermujeres, superinventoras

Sandra Uve

Supermujeres, superinventoras es un homenaje a más de 90 mujeres científicas e inventoras que han destacado en la historia. Muchas de ellas no son conocidas, pero sus ideas brillantes transformaron nuestra vida. Mujeres de todos los tiempos que, a contracorriente, lograron no sólo patentar un invento, sino también conquistar su libertad física e intelectual.

Sandra Uve es ilustradora, dibujante de cómics, escritora y guionista. Ha trabajado, escrito e ilustrado para decenas de medios de comunicación: prensa escrita, radio y televisión. El libro forma parte de su proyecto “Super Women, Super Inventors”, que incluye también una exposición itinerante de las ilustraciones.

 


 


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