El ADN de la piel se altera cuando la exponemos sin control al sol

A pesar de no ser conscientes lo cierto es que la piel está siempre expuesta al sol y aunque en verano esto es más evidente, cuando llegan otras estaciones nos olvidamos de esta realidad. Pero ¿qué impacto tiene esta exposición solar continua sobre nuestra dermis y cómo hemos de protegernos? Uno de los perjudicados es el ADN pero también surgen otros problemas. Claves de Mujer te expone cuáles son y qué debes hacer.

 

Fotoexposición y piel

La doctora Mercè Campoy, médico estético especializado en láser y miembro de la Junta Directiva de la Sección de Medicina Estética del Colegio de Médicos de Barcelona (COMB), explica que “en muchos casos puede ser el que el daño sea invisible, lo que no quiere decir que no esté. Por este motivo, seguir unas rutinas específicas de cuidado de la piel tras la fotoexposición es una medida fundamental y efectiva para abordar los efectos dañinos del sol sobre la piel”.

Todo lo que hagamos se va a reflejar en nuestra piel y el estilo de vida que llevemos también va a repercutir en su aspecto. En el caso del sol los impactos más negativos según la experta son estos:

• Daño al ADN: los rayos UVB pueden dañar directamente el ADN de las células de la piel, lo que puede aumentar el riesgo de cáncer de piel a largo plazo.
• Pigmentación irregular: la exposición solar excesiva puede dar lugar a la formación de manchas solares o lentigos, causadas por un aumento en la producción de melanina.
• Envejecimiento prematuro: los rayos UVA pueden penetrar profundamente en la piel y descomponer el colágeno y la elastina, lo que conduce a la formación de arrugas y la pérdida de firmeza.
• Quemaduras solares: son un signo de daño inmediato en la piel.
  
  

En muchos casos puede ser el que el daño en la piel sea invisible, lo que no quiere decir que no esté.

Partiendo de esta realidad la doctora Mercè Campoy nos ofrece una serie de consejos:

Protección solar siempre: hay que utilizar protector solar de amplio espectro con un SPF adecuado y se debe usarse los 365 días del año, incluso si el cielo está nublado, llueve, etc.

Hidratación adecuada para ayudar a reparar y renovar la piel.

Productos Antioxidantes: los antioxidantes como la vitamina C pueden ayudar a combatir el daño causado por los radicales libres y mejorar la apariencia de la piel.  No hay que olvidar que toda rutina de belleza debe estar prescrita por un profesional quién la  adaptará a las necesidades de cada piel.    Exfoliación controlada: la exfoliación suave elimina las células muertas y mejora la textura de la piel, pero debe hacerse con moderación y bajo los consejos de un experto en el cuidado de la piel. Suele aconsejarse una vez por semana.        Igualmente la doctora recomienda acudir a un dermatólogo o médico estético para que pueda realizar una evaluación del estado de la piel, y comprobar si han surgido nuevas manchas, alguna ha cambiado de forma, etc.   Y en líneas generales, como siempre, evitar el tabaco y el alcohol, mantener una dieta equilibrada y tratar de gestionar el estrés y descansar lo suficiente.