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Semana Mundial de la Inmunización 2024 (OMS): "Las vacunas salvan vidas, pero aún queda mucho por hacer"

La Semana Mundial de la Inmunización se celebra del 24 al 30 de abril a instancia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), con el objetivo de resaltar la importancia de las vacunas en el abordaje de las enfermedades y el papel que desempeñan a la hora de salvar vidas. Desde la este organismo explican que las campañas mundiales de vacunación realizadas durante segunda mitad del siglo XX han constituido uno de los mayores logros de la humanidad. Del mismo modo recuerdan que “han permitido erradicar la viruela” y a día de hoy se está “a punto de derrotar la poliomielitis y que más niños que nunca sobrevivan y prosperen”. 

 

Semana Mundial de la Inmunización 2024: vacunas

Las vacunas salvan vidas


“En tan solo 50 años hemos pasado de un mundo en el que la muerte de un niño era algo que numerosos padres temían, a un mundo en el que todos los niños (si están vacunados) tienen la oportunidad de sobrevivir y prosperar”, explican desde la OMS.

No obstante, la institución asegura que durante la pandemia se produjo una desaceleración de los avances en materia de inmunización. Y aunque las últimas cifras son buenas, pues en 2022 se vacunó a más de cuatro millones de niños más que en 2021 en todo el mundo, todavía 20 millones de niños no han recibido una o más de las vacunas necesarias.

“La cobertura de la vacunación se ha estancado en años recientes y, por primera vez en una década, se redujo en 2020. La pandemia y las perturbaciones causadas por la COVID-19 en los dos últimos años han puesto en jaque los sistemas de salud y han provocado que no se vacunara a 23 millones de niños en 2020. Esta cifra es 3,7 millones superior a la de 2019 y el valor más elevado desde 2009”.

“Los primeros datos de 2021 muestran que la pandemia continuó afectando a la vacunación, si bien a finales de año todos los países estaban vacunando contra la COVID-19 y, a principios de 2022, se habían administrado cerca de 1000 millones de dosis de estas vacunas a través del Mecanismo COVAX”.

Durante la pandemia se produjo una desaceleración de los avances en materia de inmunización.
Las causas de esta situación se hallan, según la OMS, en un mayor número de conflictos, la inestabilidad económica y el aumento de la reticencia a la vacunación, que a día de hoy son las principales amenazas que se ciernen sobre los esfuerzos por vacunar a estos niños. “Como consecuencia de ello, se observan en todo el mundo brotes repentinos de difteria y sarampión, enfermedades que, hasta el momento, habíamos tenido prácticamente bajo control. Si bien la cobertura vacunal es buena en el plano mundial (cuatro de cada cinco niños tienen una cobertura vacunal completa), aún queda mucho por hacer”. 

Semana Mundial de la Inmunización OMS

Durante la Semana Mundial de la Inmunización de este año se conmemorará el 50 aniversario del Programa Ampliado de Inmunización (PAI). En sus inicios, en 1974, este programa se centró en proteger a todos los niños de seis enfermedades prevalentes en la infancia. En la actualidad, se recomienda administrar en todos los casos 13 vacunas a lo largo de toda la vida, y se aconseja poner otras 17 vacunas en función del contexto. Posteriormente este programa de vacunación se amplió con el objeto de cubrir a las personas de todas las edades, y por ello en la actualidad se denomina ‘Programa Esencial de Inmunización’. 

Propuestas de la OMS para la inmunización

La OMS propone una serie de medidas para que las vacunas lleguen al mayor número posible de personas. Para ello, lucha por garantizar que las vacunas ocupen un lugar preferente entre las prioridades de los gobiernos de todos los países. De hecho aboga por que las vacunas formen parte integrante de la planificación de la atención de salud y de la inversión en esta a lo largo de toda la vida.

También se asegura de que los programas de vacunación cuenten con la financiación y los recursos necesarios en todos los países. Y busca acelerar la investigación y la innovación para impulsar el acceso y el apoyo a las vacunas. Igualmente, da a conocer públicamente el impacto de la vacunación a nivel local, nacional y mundial.

La inmunización es un logro ejemplar de la salud y el desarrollo a escala mundial que salva millones de vidas cada año. Las vacunas reducen el riego de contraer enfermedades gracias a que refuerzan las defensas naturales del organismo y le ayudan a protegerse. Cuando una persona se vacuna, se activa su sistema inmunitario. 

Vacunas

En la actualidad se de vacunas para prevenir más de 20 enfermedades que pueden ser mortales. La inmunización previene cada año entre 3,5 y 5 millones de defunciones por enfermedades tales como la difteria, el tétanos, la tos ferina, la gripe y el sarampión, explican. 

Las vacunas son vitales para prevenir y controlar los brotes de enfermedades infecciosas.
“Las vacunas son vitales para prevenir y controlar los brotes de enfermedades infecciosas, apuntalan la seguridad sanitaria mundial y serán un instrumento vital para luchar contra la resistencia a los antimicrobianos”..

Las vacunas protegen contra muchas enfermedades, entre ellas, como el cáncer de cuello uterino, cólera, sarampión, meningitis, difteria, Hepatitis B, rubéola, tétanos, varicela, neumonía, fiebre amarilla…  Actualmente hay algunas otras vacunas en fase experimental, como las que protegen contra el ébola o el paludismo, pero no están ampliamente disponibles en todo el mundo. 

Retos de la investigación en vacunas

Con motivo de la Semana Mundial de la Inmunización la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS) recientemente celebró en colaboración con Zendal una mesa redonda de expertos para hablar de vacunas pendientes de desarrollar, así como los desafíos pendientes, la falta de apoyo financiero, de producción o acceso.

En este encuentro se destacó que la vacunología es una ciencia desafiante, pues solo el 5% de las vacunas logran pasar a su comercialización. Además, el coste de desarrollo de una vacuna puede llegar a la cifra de 1.000 millones de euros. 

El coste de desarrollo de una vacuna puede llegar a la cifra de 1.000 millones de euros.
La directora de Comunicación de Zendal, codelegada de ANIS en Galicia, Beatriz Díaz, explicó que en el caso de la tuberculosis, “llevamos 100 años sin una nueva vacuna, todo y ello a pesar de que es una de las primeras causas de mortalidad a nivel mundial (1.300.000 personas cada año)”. En la actualidad existe una vacuna, pero que no es eficaz contra la tuberculosis pulmonar que es la forma más frecuente de la enfermedad, añadió la experta. 

Vacunas encuentro Anis

Según Carlos Martín Montañés, catedrático de Microbiología, el principal escollo con el que se encuentra esta vacuna es que “nos hemos acostumbrado a esos números. Creo que, si fuera una enfermedad de nueva aparición seguro que la sociedad habría reaccionado exigiendo una respuesta distinta”. Al mismo tiempo, indicó que en estos momentos los ensayos que están más avanzados son los de la vacuna MTBVAC, por parte de IAVI y Biofabri (filial del Grupo Zendal) como alternativa a la vacuna BCG en neonatos y para prevenir la tuberculosis en adolescentes y adultos.

Desde su punto de vista, sería algo prometedor que podría incidir también en la mortalidad asociada al VIH: “Son la asociación perfecta; en África se dice que la gente vive con VIH y muere de tuberculosis”. 

Existen vacunas cuyo principal escollo no es solo económico sino la enorme complejidad de dar con una solución frente al patógeno.

Al mismo tiempo, existen vacunas cuyo principal escollo no es solo económico sino la enorme complejidad de dar con una solución frente al patógeno en cuestión, es el caso, por ejemplo, de la peste porcina, un problema al que la viróloga Yolanda Revilla ha dedicado más de 30 años de su carrera y para en la actualidad “no hay una solución lo suficientemente segura como para su distribución”, y que garantice que no se producirá un descontrol del virus porque su atenuación revierta en una mayor virulencia. 

Vacunas encuentro Anis
Hay que tener en cuenta que “en este virus hay 170 antígenos posibles”, algo que dificulta mucho el proceso de dar con una solución y que en ocasiones puede llegar causar frustración, matizó la experta. No obstante, Revilla se muestra optimista porque la expansión de este virus ha sido de tal magnitud que “los Estados Unidos están muy preocupados”, y Europa recientemente ha concedido financiación para dos proyectos de investigación sobre este tema.

Otro de los grandes retos, que aúna la salud global por tener implicaciones humanas, animales y ambientales: obtener vacunas contra el virus del dengue y el parásito de la malaria.

El dengue contagia a 400 millones de personas y causa la muerte de 40.000 al año. Actualmente se da la circunstancia de que existen varios brotes en Latinoamérica y en España, concretamente en Cataluña. De hecho, se han reportado 110 casos en el primer trimestre del año y su expansión va en aumento. “Lo transmite el mosquito tigre, que está en todas partes, aunque especialmente en el Mediterráneo, y en estos momentos hay dos vacunas en desarrollo, aunque posiblemente la que mejor funcione de cara al futuro sea la que está desarrollando el laboratorio Takeda”, en opinión del director de desarrollo de IsGlobal Rafael Vilasanjuan. 

El dengue contagia a 400 millones de personas y causa la muerte de 40.000 al año.
Por otro lado, en lo referente a la malaria, el problema principal es que se trata de una solución que por el momento es “complicada, por el número de dosis, que está fuera del programa rutinario de vacunación y es cara”. Esto es así, porque el ciclo de vacunación completo cuesta alrededor de 40 dólares, “cuando las 26 vacunas del programa rutinario de la mayoría de los países cuestan la mitad”.

En cuanto a la resistencia a los antibióticos y la virulencia bacteriana, la microbióloga María del Mar Tomás, se mostró muy esperanzada acerca de los avances que puedan desarrollarse a partir de la investigación de los fagos, una vía de investigación que en Occidente aún no se ha explotado y que puede ser muy prometedora. “De hecho, desde hace dos semanas Europa ya considera oficialmente los fagos como un medicamento”, indicó. 

OMS campaña vacunas

“Se ha visto que hay una sinergia con los antibióticos y una sensibilización de las bacterias en presencia de los fagos, que, aparte de utilizarse como tratamiento, hay un tipo, que son los lisogénicos, que están en el interior de las bacterias y esto hace que tengan muchísimas aplicaciones biotecnológicas y también para desarrollar vacunas. Su función es entrar y salir de las bacterias portando genes, pero sin lisar la bacteria. Son los principales vectores para transportar proteínas antigénicas de vacunas y por tanto es un campo muy, muy interesante, entre otras cosas porque nuestro cuerpo está formado por más fagos que bacterias, por lo que no va a actuar en su contra”, añadió.

La microbióloga habló a su vez del incremento en torno al 50% de las infecciones de transmisión sexual por gonococo después de la pandemia. Desde su punto de vista, esto se debe a que “los jóvenes han perdido el miedo a las enfermedades de transmisión sexual y una vacuna tendría un gran potencial, porque se trata de algo que ya es cultural, hay personas que presentan hasta 3 infecciones en un año por gonococo”.

¿Qué son las vacunas y cómo actúan?

Según la OMS, “las vacunas activan las defensas naturales del organismo para que aprendan a resistir a infecciones específicas, y fortalecen el sistema inmunitario”.

Tras recibir este medicamento “el sistema inmunitario produce anticuerpos, como ocurre cuando nos exponemos a una enfermedad, con la diferencia de que las vacunas contienen solamente microbios (como virus o bacterias) muertos o debilitados y no causan enfermedades ni complicaciones. La mayoría de las vacunas se inyectan, pero otras se ingieren (vía oral) o se nebulizan en la nariz”. 

Las vacunas activan las defensas naturales del organismo para que aprendan a resistir a infecciones específicas, y fortalecen el sistema inmunitario.

 Vacunación
Las vacunas actúan desencadenando una respuesta de nuestro sistema inmunitario, que reconoce al microbio invasor (por ejemplo, un virus o una bacteria). A su vez generan anticuerpos, es decir, proteínas que nuestro sistema inmunitario produce naturalmente para luchar contra las enfermedades. En paralelo, recuerdan la enfermedad y el modo de combatirla.

“Nuestro sistema inmunitario está diseñado para recordar. Tras la administración de una o más dosis de una vacuna contra una enfermedad concreta, quedamos protegidos contra ella, normalmente durante años, décadas o incluso para toda la vida. Por eso las vacunas son eficaces: en vez de tratar una enfermedad cuando esta aparece, evitan que nos pongamos enfermos”.

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