Determinados síntomas de la artrosis como el dolor o la rigidez pueden agravarse en algunas personas cuando hace frío. ¿Qué nos aconsejan los expertos para calmarlos o disminuir su intensidad?
El frío y la artrosis
Cerca del 73% de las personas con artrosis son mayores de 55 años, y el 60% son mujeres, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Durante los meses más fríos y húmedos muchos de estos pacientes experimentan un aumento de los síntomas de la artrosis (dolor, rigidez…).
“Estas sensaciones están vinculadas a cambios fisiológicos que ocurren en respuesta a las bajas temperaturas. Estudios recientes han profundizado en este fenómeno, ofreciendo una base científica que respalda las experiencias reportadas por los pacientes”, explican desde Remedi, compañía Biomédica.
“Además, la hiperalgesia al frío, un aumento de la sensibilidad al dolor en respuesta a estímulos fríos, ha sido identificada como un factor clave en pacientes con osteoartritis de rodilla. Un estudio de la Universidad Occidental de Australia mostró que casi el 44 % de los pacientes con artrosis presentaban hiperalgesia al frío, lo que está vinculado a una mayor intensidad del dolor y limitaciones funcionales”, añaden desde la compañía.

Algo similar ocurre con la rigidez. Ese síntoma y el dolor suelen estar altamente correlacionados en pacientes con artrosis, especialmente en climas fríos. Esta relación puede deberse a cambios en la viscosidad del líquido sinovial y a la mayor sensibilidad nerviosa provocada por el frío.
En España, la artrosis afecta a más de 7 millones de personas, según la Sociedad Española de Reumatología. Es, además, la tercera causa de incapacidad laboral, con un coste anual de 12.000 € por paciente para el Servicio Nacional de Salud (SNS).
La compañía de biotecnología augura que con el aumento de la esperanza de vida, la prevalencia de la artrosis seguirá incrementándose, ya que esta patología, junto a la demencia y la diabetes forman las enfermedades emergentes de más relevancia en Europa al ser las que más rápido han aumentado su prevalencia en los últimos años.
Una de las cosas que aconseja es tratar de mantener las articulaciones calientes, en especial manos y pies, mediante el uso de guantes y ropa térmica. También apuesta por ejercicios suaves como caminar, yoga o ejercicios en agua templada, ya que ayudan a mantener la movilidad.
En cuanto a la alimentación, aparte de cuidarla en general, es interesante que introduzcas alimentos con propiedades antiinflamatorias como los ricos en omega-3, como el salmón y las nueces.
Por otro lado, insiste en cuidar los hábitos posturales, evitando posiciones incómodas y empleando sillas donde poder apoyar correctamente la espalda.
“Estas sensaciones están vinculadas a cambios fisiológicos que ocurren en respuesta a las bajas temperaturas. Estudios recientes han profundizado en este fenómeno, ofreciendo una base científica que respalda las experiencias reportadas por los pacientes”, explican desde Remedi, compañía Biomédica.
Cerca del 73% de las personas con artrosis son mayores de 55 años, y el 60% son mujeres,Un estudio de la Universidad de Leuven en Bélgica, indica que el descenso de la temperatura y el aumento de la presión barométrica pueden intensificar el dolor, bastante común en pacientes con osteoartritis.
“Además, la hiperalgesia al frío, un aumento de la sensibilidad al dolor en respuesta a estímulos fríos, ha sido identificada como un factor clave en pacientes con osteoartritis de rodilla. Un estudio de la Universidad Occidental de Australia mostró que casi el 44 % de los pacientes con artrosis presentaban hiperalgesia al frío, lo que está vinculado a una mayor intensidad del dolor y limitaciones funcionales”, añaden desde la compañía.

Algo similar ocurre con la rigidez. Ese síntoma y el dolor suelen estar altamente correlacionados en pacientes con artrosis, especialmente en climas fríos. Esta relación puede deberse a cambios en la viscosidad del líquido sinovial y a la mayor sensibilidad nerviosa provocada por el frío.
En España, la artrosis afecta a más de 7 millones de personas, según la Sociedad Española de Reumatología. Es, además, la tercera causa de incapacidad laboral, con un coste anual de 12.000 € por paciente para el Servicio Nacional de Salud (SNS).
La compañía de biotecnología augura que con el aumento de la esperanza de vida, la prevalencia de la artrosis seguirá incrementándose, ya que esta patología, junto a la demencia y la diabetes forman las enfermedades emergentes de más relevancia en Europa al ser las que más rápido han aumentado su prevalencia en los últimos años.
Cómo aliviar los síntomas de la artrosis en invierno
A pesar de que el invierno puede agravar los síntomas de la artrosis, se pueden tomar algunas medidas. El doctor Elias Muntean, especialista en medicina ortopédica y de emergencia, ofrece una serie de recomendaciones para proteger las articulaciones durante la temporada fría.
Una de las cosas que aconseja es tratar de mantener las articulaciones calientes, en especial manos y pies, mediante el uso de guantes y ropa térmica. También apuesta por ejercicios suaves como caminar, yoga o ejercicios en agua templada, ya que ayudan a mantener la movilidad.
Se pueden hacer ejercicios suaves como caminar, yoga o ejercicios en agua templada.Indica además que es importante controlar la humedad en casa y si lo ves necesario usar deshumidificadores para crear un ambiente más confortable. Al mismo tiempo, se pueden aplicar compresas calientes para aliviar la rigidez y el dolor.
En cuanto a la alimentación, aparte de cuidarla en general, es interesante que introduzcas alimentos con propiedades antiinflamatorias como los ricos en omega-3, como el salmón y las nueces.
Por otro lado, insiste en cuidar los hábitos posturales, evitando posiciones incómodas y empleando sillas donde poder apoyar correctamente la espalda.
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