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Carmen Núñez Cuenca (socióloga): "La belleza de la mujer madura es natural, suficiente e imperfecta"

Tras conversar con Carmen Núñez Cuenca solo puedes sentir un chute de energía. De hecho, te sentirás mucho mejor tras haber dialogado con ella sobre uno de los temas que más domina, el de la percepción que tiene la sociedad sobre el envejecimiento. Y es que esta mujer que en breve cumplirá 67 años se siente feliz con su edad y su momento vital: Yo soy vieja y me encanta serlo, nos dice sin tapujos en esta entrevista.

Carmen Nuñez Cuenca Entrevista

Si estás en esa etapa de la vida donde cumplir años ya no te emociona tanto, tal vez te interese conocer las motivadoras reflexiones de la socióloga  Carmen Núñez Cuenca. La experta en longevidad y bienestar sénior acaba de publicar el libro La auténtica sensualidad comienza a los 50 (Arcopress, 2025), dirigido a mujeres que piensan que todo acaba a cierta edad. Pero también a todas aquellas que desean abrazar un mundo de libertad en cuanto a sentirse bellas y deseables, amar y ser amadas, más allá de los prejuicios sociales respecto a la edad.

Las páginas de su libro invitan a vivir y amarnos tal cuál somos, sin recurrir al bisturí para cambiar nuestra apariencia y a sacar partido de nuestra imperfección porque ahí es donde radica la verdadera belleza de cada ser humano. Igualmente se rebela contra la sociedad que no hace más que poner etiquetas y reivindica las características de los adultos mayores, que no tienen que ser las mismas que las de otros grupos poblacionales.

Una lectura totalmente recomendable para aquellos que necesitan ayuda para descubrir su verdadera esencia y sensualidad en los 50+. Nunca es tarde para conocer el auténtico placer y aceptar que el deseo pervive hasta el último día de la vida.

Entrevista a Carmen Núñez Cuenca

¿Aún queda mucho por hacer para acabar con los estigmas de la vejez?

En realidad, queda mucho camino por recorrer, pero para eso estamos las personas como yo, los investigadores, los estudiosos que estamos intentado cambiar el paradigma tradicional de envejecimiento y el miedo que la gente tiene a envejecer. En realidad, a nuestra sociedad, que es hiperconsumista y de tecnología narcisista, como decía el filósofo y sociólogo Gilles Lipovetsky, realmente le interesa que sigan manteniéndose estos estereotipos donde por un lado se valora la belleza y, por otro, la delgadez y la juventud. Es decir, la belleza de la juventud y el tener poco peso o estar delgado. Estas son las dos patas de la industria de la belleza, que genera mucho dinero después de la armamentística y la farmacéutica. 

La belleza de la juventud y la delgadez son las dos patas de la industria de la belleza.
Por una parte, a la sociedad le interesa mantener todo esto y luego por otra hay que tener en cuenta que envejecer es duro. Una visión romántica del envejecimiento es absurda. Según Sartre, los viejos siempre son los otros porque nadie quiere verse a sí mismo como viejo, pero la realidad es que envejecemos.

En la época de Pericles, en la antigüedad griega, o en la época de Leonardo da Vinci, la esperanza de vida era de 30 años. En la actualidad, tenemos 30 años a partir de los 65. Y ahora es la primera vez que, en todo el mundo, los mayores reivindicamos una serie de elementos de las características de nuestro erotismo, nuestra sexualidad y nuestra belleza, que es diferente a la de la juventud y que no tiene que ser ni igual ni parecida a esta.

Sin embargo, está el peso de una sociedad en la que todo se vende y se comercializa, y el sistema empuja y presiona para que la mujer esté escrutada y observada con un peso específico muy fuerte sobre la belleza. Imagínate que el bello sexo hubiera sido el hombre y además desde la época de los griegos, entonces las cosas hubieran sido muy diferentes. 

Carmen Núñez Cuenca

De hecho, parece que “la mujer envejece peor”.

Desde un punto de vista biológico, fisiológico y emocional, los cambios que se producen en el cuerpo de la mujer pasados los 50 ya empiezan a notarse. Aunque esos cambios se aprecian tanto en los hombres como en las mujeres. Pero como la mujer está sometida a ese proceso de observación y tiene que entrar en un canon de belleza con una serie de elementos, si ella en su imagen real no se parece al ideal que demanda la sociedad de mujer caucásica, rubia, alta, atlética, guapa, sin envejecimiento, sin arrugas, sin canas, sin flacidez…, pues entonces, al estar fuera de la caja de lo que se valora, queda desvalorada, en el silencio, tapada…

Y esta es la labor que tenemos que hacer las mujeres, decir que no nos queremos parecer al modelo ideal pero que nos sentimos muy atractivas y bellas como somos. La belleza de la madurez tiene unos elementos, es una belleza normal, natural, suficiente y como decía la neuróloga Rita Levi-Montalcini, imperfecta, la belleza imperfecta que tiene la naturaleza. Eso lo tenemos que reivindicar nosotras. No lo van a hacer los políticos o la industria de la cosmética, lo tenemos que hacer nosotras desde dentro con un discurso de género que realmente llegue a la población y que se ponga en marcha poco a poco.

Las mujeres envejecemos igual, pero la sociedad nos exige más.
Por otro lado, cada una de nosotras debemos ser honestas cuando nos miramos al espejo, porque como matiza Naomi Wolf, todas al hacerlo nos decimos: me gustaría ser más guapa, más flaca.. Pues no, porque si tu belleza es esa, ¿por qué no le sacas partido a tu belleza real, a la que realmente tienes? A tu nariz aguileña, a tu flacidez. Yo soy una mujer de 66 años y me considero bella tal y como estoy: me siento bella, que es lo más importante. No obstante, llegar a eso necesita un proceso de trabajo, de elaboración, de reflexión, de pensamiento crítico, de buscar que entre el aire fresco por los resquicios que deja la sociedad, que es lo que hacemos los sociólogos, ya que siempre los hay.

Las mujeres envejecemos igual pero digamos que la sociedad nos exige más y en ese sentido nos tenemos que rebelar en la cuarta ola del feminismo que, por cierto, ya ha llegado. 

Entrevista Carmen Núñez Cuenca


¿Es difícil desligarse de los estereotipos?


El canon interhistórico se gesta en los influencers del mundo griego como Fidias, Pericles… Todos sabían mucho y se dieron cuenta de los elementos que tiene la belleza y por ello la meten dentro de la caja, dejando fuera lo viejo, lo negro, lo feo, lo pobre, lo no divino, la falta de equilibrio, la maldad, la locura… Todo esto queda estigmatizado y constituye los estereotipos, los mitos, las creencias, algo que está en el imaginario colectivo de toda nuestra cultura y por ello es muy difícil modificarlo. Aunque no es imposible porque los paradigmas cambian.

Date cuenta que nosotros ahora mismo en España somos 50 millones de personas y de ellas 10 millones tenemos más de 65 años, es decir, un 20% de la población, y ¡somos muy marchosos y tenemos muchas ganas de cambiar el mundo!

¿Qué puede aportar la economía de los 'silver' a la sociedad?


Si hay un modelo potente en esta sociedad es sin duda el capitalismo. Mucha gente ya se ha dado cuenta desde hace unos años atrás, las startups, todo lo que es el ocio, temas financieros, la tecnología… En todos estos sectores hay un nicho de mercado para todas las empresas con el adulto mayor. La inteligencia artificial, que va a ayudar a los mayores en su dependencia funcional, a nivel de sistemas financieros y de prevención de enfermedades.

En España, la pensión media es de entre 1200 y 1500 euros y el adulto mayor tiene un poder adquisitivo que le permite gastar y vivir. Por eso se está empezando a trabajar con la hipoteca inversa, la nuda propiedad… Y, por otro lado, también están aumentando las críticas por el edadismo que se está dando en los sistemas médicos. Eso tiene que cambiar.

Entrevista Carmen Núñez Cuenca

¿Qué diferencia hay entre la edad real y la edad percibida?

Ahora existen las dimensiones de la edad. Por un lado, está la edad cronológica, que es la edad que tienes, es decir, es el periodo histórico desde que naces al momento actual. Luego hay otras. Una muy importante es la autopercibida, que ha tenido muchos estudios. Por ejemplo, en general el español se siente entre 3 y 6 años por debajo de su edad crono. Aunque entre un 30 y 40% se siente por encima de ella. La edad autopercibida es fundamental y de hecho, la psicóloga Becca Levy, investigadora de estos temas, descubrió en sus estudios en Ohio (Estados Unidos) que una persona que se siente más joven tiene la probabilidad de vivir siete años más que una que se siente más vieja.

La edad biológica, para que todos la entendamos, es cuando empiezas a preguntarte cuál de tus órganos está más envejecido. Todos sabemos que tenemos hipertensión, colesterol, la vista mal, el oído… Sabemos que hay órganos más envejecidos. La biología es la edad que tienen nuestros órganos y nuestras células. Esto depende de la genética en un 25% y el resto de la epigenética, es decir, de cómo hemos vivido. Los factores de riesgo a los que nos hemos expuesto, cómo nos hemos alimentado, cómo hemos pensado, dónde hemos estado viviendo, lo que hemos sufrido… 

Una persona que se siente más joven tiene la probabilidad de vivir siete años más que una que se siente más vieja.
Y además hay otras dos edades más. La edad social y la edad psicológica. Con todo este conjunto de edades cada persona tiene que configurar qué edad tiene de una forma intuitiva.

No obstante, al final, lo importante es que te cuides, hagas deporte, te alimentes bien, pienses lo mejor posible y te sientas guapo. Estés como estés, sin necesidad de cirugía ni de botox, ni de gastar un dinero que la gente de barrio, como yo digo en mis redes, no tenemos. 

Carmen Nuñez Cuenca socióloga

¿Se puede ser sexy en la vejez?

Total, se puede ser sexy y ultra sexy. Se puede ser si quieres, sin lugar a dudas, como todo. Ahora bien, es un camino que hay que recorrer, que no es gratis. Envejecer sintiéndote sexy es para valientes y creo que es un reto y un desafío cumplir años en el momento actual.

Envejecer sintiéndote sexy es para valientes.

La sensualidad es un tema apasionante, hay sensualidad erótica y sexual. Sin embargo, existe sensualidad en muchas cosas de la vida. Por ejemplo, contemplar una puesta de sol junto al mar con la persona a la que amas, tomarte un buen vino hecho de una manera artesana con tus amigos en el pueblo… La gente no entiende lo que es la sensualidad. Esta proviene de la palabra sensualitas que a su vez viene de sensus, es decir, sentidos, disfrutar con los cinco sentidos. Yo creo que la persona que envejece bien se atreve a disfrutar de la vida con todos los sentidos porque se da cuenta de que la vida es muy breve y queda poco.

¿Por qué sufrir innecesariamente? Aunque estés en una silla de ruedas o en el hospital puedes disfrutar de lo bonita que es la puesta de sol que se contempla desde la habitación… Por eso mi libro es motivador porque yo soy una persona muy positiva aunque no lo soy de nacimiento, me he ido forjando. Es la forja de un adulto que quiere disfrutar de una vida con todas las posibilidades que tiene. 

Carmen Núñez Cuenca
¿Qué mensaje motivador das a esas personas que llevan peor lo de envejecer?


Hay una frase del escritor Albert Camus que aparece en su libro Retorno a Tipasa que a mí me impactó y me ayudó mucho: “En mitad del invierno más profundo descubrí que había dentro de mí un verano invencible”. Yo creo que cada persona debe buscar su verano invencible, aún cuando esté en la segunda mitad de tu vida.

En este sentido la palabra estrategia es muy buena, porque creo que hay que poner en marcha una estrategia poco a poco, desde que eres joven. Yo empecé a los 40 años que es cuando me llamó el viejo a la puerta y me dijo que quería entrar. Una mañana me levanté y me di cuenta de que no estaba ágil, que tomaba muchas pastillas y me sentía fea. Así que en esa estrategia que definí para mi, establecí llegar a la vejez sin pastillas, sexy y ágil. A día de hoy, puedo decir que lo he conseguido.

¿Te rebelas contra lo que establece la sociedad?

Yo me siento rebelde y como socióloga me gusta ser así. Creo que con esta manera de ser rebelde con el sistema busco esa excelencia de la que hablaba Aristóteles, la areté, de cuidarme a mí misma y de tener el temple de cuidar a los que me rodean, y de tener en cuenta al otro, huir de este individualismo en el que vivimos y de este narcisismo que solo busca el yo quiero, yo sé, yo solo y yo estoy. No, yo necesito de los demás, yo quiero a los demás, quiero estar con los otros y quiero sentirme querida y amada hasta el último día de mi vida. 

Cuando uno es como es y lo muestra, se vuelve más atractivo.
Se trata de amoldarme a lo que soy, negándome a ser lo que quiere la sociedad que yo sea: no soy vieja, no soy fea, no soy gorda, no soy pobre, no soy triste, enferma… Es decir, negándome a esas etiquetas negativas que se ponen siempre a la gente mayor envejecida. Yo soy vieja y me encanta serlo. Es esa rebeldía de ir en contra de todos esos mitos e ideas preconcebidas. Además, curiosamente cuando uno es como es y lo muestra, se vuelve más atractivo.

'La auténtica sensualidad comienza a los 50'

Carmen Núñez, reconocida socióloga, muestra a través de estudios científicos y su propia vivencia de la longevidad, que hay una vida llena de amor, sensualidad y pasión después de los 50. Defiende que la belleza madura, aunque “imperfecta” y “natural,” merece ser valorada en nuestra sociedad, tanto o más que la belleza de la juventud, teniendo en cuenta que, en la actual sociedad plateada, los mayores de 65 años son un colectivo cada vez más fuerte y poderoso.

Fruto de rigurosas investigaciones y de un profundo intercambio con mujeres de diversos orígenes, el libro se presenta como una obra innovadora en el campo del desarrollo personal. A través de una mirada feminista y experiencial, la autora nos invita a un viaje introspectivo, desvelando los secretos de los deseos más profundos y proporcionando herramientas prácticas para vivir una vida auténtica, donde la belleza y los deseos brillen con intensidad, en lo que ella llama “mirada democrática de la nueva longevidad”.

“No hay nada más atractivo que la madurez. Celebra tu cuerpo y realza esa belleza natural que te han concedido los años, para reavivar la llama de la pasión, romper tabúes y desplegar todo tu poder de seducción,” reivindica Carmen Núñez.

El prólogo es del prestigioso gerontólogo, profesor y director del diplomado en Nueva Longevidad, D. Diego Bernardini, quien afirma que este libro es “un viaje hacia los aspectos más desconocidos y enigmáticos de la nueva longevidad, desgranados con una profundidad que te sorprenderá”.

La autora: Carmen Núñez Cuenca


Carmen Núñez, experta en longevidad y bienestar sénior, ha dedicado los últimos años a explorar y divulgar los aspectos sociales y culturales del envejecimiento. Licenciada en Sociología por la UCM y diplomada por el CMUCH, Carmen desafía estereotipos y promueve nuevas formas de envejecer más ajustadas a la realidad de cada uno. 

Autora de otro libro Descubre tu verdadera edad, ha compartido su enfoque crítico y científico en conferencias y talleres por toda España. En este libro promueve el bienestar en la segunda mitad de la vida desde una perspectiva de la belleza y la sensualidad, desafiando los grandes mitos y prejuicios relacionados con la edad, y reafirmando su compromiso con una visión integral y positiva del envejecimiento.

 

 

 

 

 

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