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Más mujeres en las decisiones políticas e igualdad de oportunidades

La Asociación de Mujeres y Familias del Medio Rural (Afammer) conmemora el Día Internacional de la Mujer (8 de marzo), uniéndose al lema de Naciones Unidas “Para todas las mujeres y las niñas. Derechos. Igualdad. Empoderamiento”. Además, ha elaborado un peticionario con varios puntos en el que se incide en las medidas necesarias para alcanzar la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres y Niñas. Reproducimos además el discurso de conmemoración de su presidenta, Carmen Quintanilla. 

Día de la Mujer 2025

Día de la Mujer 2025 

Este 8 de marzo es especial además porque en 2025 se celebra un hito histórico que marcó una hoja de ruta global hacia la igualdad real de oportunidades: el 30 Aniversario de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing.
Tenemos que renovar compromisos y abordar desigualdades y brechas aún presentes.
Han transcurrido tres décadas y el espíritu de Beijing sigue vivo. "Sin embargo, tenemos que renovar compromisos y abordar desigualdades y brechas aún presentes en todo el mundo. Por ello, instamos a los gobiernos, organismos internacionales y a toda la sociedad a reforzar su compromiso con la igualdad real de oportunidades con medidas concretas y efectivas", dicen desde Afammer.

Peticiones para mejorar las condiciones de las mujeres

  1. Aumentar la participación de las mujeres en la toma de decisiones políticas. De los 196 países que conforman el mundo, tan solo 29 mujeres desempeñan el rol de Jefas de Estado y/o Gobierno y solo el 26,9% de los escaños parlamentarios están ocupados por mujeres, un porcentaje que solo ha aumentado un 11% desde 1995. Según Naciones Unidas, al ritmo actual, la igualdad de género en las más altas esferas de decisión no se logrará hasta dentro de 130 años.
  2. Romper el techo de cristal en las organizaciones públicas y privadas. El porcentaje de mujeres directivas en empresas ha disminuido en los últimos años tras la pandemia. Según el Foro Económico Mundial, la tasa de contratación de mujeres para puestos directivos de liderazgo disminuyó al 36,4% en 2024. Este dato representa una caída respecto al 36,9% registrado en 2023 y al 37,5% alcanzado en 2022.
  3. Igualdad de oportunidades en el acceso a la educación. Según la UNESCO, de cada 99 millones de jóvenes análfabetos, el 56% son mujeres.
  4. Persisten las desigualdades en el acceso al crédito y la financiación. Según Naciones Unidas, 742 millones de mujeres no tienen acceso a servicios financieros, a pesar de representar el 49,7% de la población mundial. Esta situación les impide el acceso a servicios tan básicos como abrir y manejar sus cuentas bancarias sin autorización, firmar contratos, o poseer propiedades. Además, representa una gran barrera de entrada para el emprendimiento y el desarrollo de sus negocios.
  5. Igual acceso a la propiedad de la tierra. A pesar de que las mujeres suponen casi la mitad de la fuerza laboral agrícola del mundo y producen hasta el 80% de los alimentos en las economías en desarrollo, poseen menos de una quinta parte de las tierras del planeta.
  6. Conseguir que la conciliación y la corresponsabilidad sean una realidad. Es una de las principales brechas que expulsan a las mujeres del mercado laboral y/o motivan que tengan que acogerse a reducciones de jornadas, lo que conlleva percibir menos sueldo y una menor cotización de cara a sus pensiones.
  7. Garantizar una vejez activa y saludable para las mujeres de más edad. Las mujeres viven más años solas y generalmente tienen un nivel educativo más bajo. Además son más propensas a sufrir enfermedades que causan menos muertes, pero son más crónicas: artritis reumatoide, migraña, fibromalgia…
  8.  Erradicar todas las formas de violencia machista que se ejercen contra las mujeres a través de la educación en igualdad, garantizando la protección a las víctimas y más y mejores recursos para erradicarla".

'30 años después de Pekín, seguimos avanzando hacia la igualdad real de las mujeres rurales'

Este 8 de marzo, al conmemorar el Día Internacional de la Mujer, me vienen a la memoria muchos momentos y muchas mujeres.

Pienso en aquellas con las que he compartido luchas, en las que rompieron barreras antes que nosotras y en las jóvenes que hoy recogen el testigo para seguir avanzando. Porque la igualdad es un camino que recorremos juntas, generación tras generación, sin olvidar nunca de dónde venimos ni todo lo que hemos logrado.
La igualdad es un camino que recorremos juntas.
Uno de esos hitos históricos fue la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer de Pekín en 1995, donde Afammer estuvo presente junto a miles de organizaciones de mujeres de todo el mundo.

Allí se trazó la hoja de ruta global para alcanzar la igualdad real de oportunidades, un compromiso internacional que marcó un antes y un después en la defensa de nuestros derechos. Pero lo que sucedió en Pekín no quedó solo en palabras.

Fruto de aquel impulso y del trabajo incansable de quienes creímos que la voz de las mujeres rurales debía ser escuchada, en 2007 se proclamó el Día Internacional de las Mujeres Rurales. Un reconocimiento que no fue un regalo, sino el resultado de años de lucha y de reivindicación.

Han pasado 30 años desde aquel momento clave, y aunque hemos avanzado, la realidad nos demuestra que aún queda mucho camino por recorrer. Las mujeres siguen encontrando obstáculos que les impiden acceder en igualdad de condiciones a derechos básicos como el empleo, la educación, la financiación o la representación política.

Carmen Quintanilla presidenta de Afammer


Y si hablamos de las mujeres rurales, las desigualdades son todavía más profundas. Ellas, que sostienen el mundo con su trabajo en el campo, en sus hogares y en sus comunidades, siguen siendo invisibilizadas y excluidas de los espacios de decisión.

Por eso, este año Afammer vuelve a Naciones Unidas, a la 69ª Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, para seguir alzando su voz. El próximo 14 de marzo organizamos el evento paralelo "Mujeres Rurales en el mundo: 30 años desde Pekín", en la sede de Naciones Unidas para analizar los avances logrados y los desafíos aún pendientes.

Queremos que se reconozca el papel fundamental de las mujeres rurales en la sostenibilidad del planeta y en la lucha contra el despoblamiento, pero también queremos soluciones reales: igualdad en el acceso a la propiedad de la tierra, que puedan conciliar su vida familiar y profesional sin renunciar a su desarrollo laboral, que la brecha digital no siga relegándolas a un segundo plano y que la violencia machista no sea una barrera que les impida vivir en libertad.
Si hablamos de las mujeres rurales, las desigualdades son todavía más profundas.
Sabemos que sin políticas eficaces, sin un compromiso real de los gobiernos y sin una sociedad que impulse el cambio, la igualdad seguirá siendo una utopía.

No podemos permitir que pasen otros 30 años sin lograrlo. La igualdad no es un privilegio, es un derecho, y es nuestra responsabilidad garantizar que llegue a todas, sin importar dónde vivan ni cuál sea su situación.

Hoy seguimos trabajando con el mismo espíritu con el que llegamos a Pekín en 1995: con la convicción de que la igualdad es posible y con la firme determinación de hacerla realidad. Seguimos sembrando futuro, cosechando sueños.

Carmen Quintanilla Barba.
Presidenta nacional de Afammer.
Parlamentaria de Honor y Miembro Permanente de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa.

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