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Desirée Ruiz (escritora): "Me gusta profundizar en los personajes femeninos porque tienen un sensibilidad especial"

Intriga, emociones, misterio, amor y desamor, verdades ocultas... Estos son solo algunos de los ingredientes de La Casa de las Amapolas (Ed. N de Novela) de Desirée Ruiz, escritora y profesora en Castellón,  que asegura ser una apasionada de las historias que conectan con las emociones humanas. Además, los personajes femeninos son su especialidad... 

Entrevista Desiree Ruiz
Foto de Natalia Masip.
A través de una estructura narrativa envolvente en la que dos tiempos, presente y pasado, se entremezclan, se va resolviendo un rompecabezas donde las intrigas familiares surgen en medio de grandes tensiones. El escenario escogido, la Sierra de Albarracín, que la autora conoce de forma especial, tal y como cuenta en esta entrevista, es perfecto, pues contribuye a ese halo misterioso que envuelve a la novela.

En esta conversación, Desirée Ruiz desvela algunos de los detalles en el proceso de creación de su nueva novela y por qué se ha decantado por una historia de mujeres

Entrevista con Desirée Ruiz

Son muchas las lecturas de la novela, pero ¿una de ellas puede ser que el pasado nos persigue sobre todo si dejamos flecos sueltos?

En la vida real ocurre que a veces queremos olvidar cosas pero hasta que no se resuelven o se pueden procesar, no es posible continuar si algo está sin cerrar. En el proceso creativo de novelas, el pasado y los flecos sueltos son un elemento literario fantástico para que la historia enganche realmente al lector. Crear una novela de misterio e intriga sin que esté especialmente relacionada con algo truculento es complicado. En este caso sí lo hay porque se producen dos desapariciones, pero sobre todo, en La Casa de las Amapolas, trato de que esos misterios o secretos de una familia lleven a captar la atención del lector.

¿Por qué una historia de protagonistas femeninas?

Realmente los personajes de mis novelas son fundamentalmente femeninos, quizá porque me siento más cómoda al comprender mejor a las mujeres. Me llaman más la atención y pienso que las lectoras van a empatizar más al poder hacerlas más reales e identificarme más con sus sentimientos.

La Casa de las Amapolas Desirée Ruiz

Es verdad que los personajes masculinos tienen una importancia relevante en la novela, pero se centra más en las mujeres. Además, se desarrolla en una casa que constituye una comunidad femenina prácticamente porque todos las que viven allí son mujeres, que se apoyan y de alguna manera crean vínculos especiales entre ellas que les permiten avanzar. Desde mi opinión existe una sensibilidad femenina especial y es la que yo quiero trabajar.

¿Qué importancia tiene la relación entre madre e hijos en la novela?


La relación entre madres e hijos es muy importante además de intensa y fuerte. Pero también es muy complicada. La relación entre madres e hijas puede ser compleja, sobre todo si hay incomprensión o si se es muy diferente. En estos casos, al ser diferentes, no se entienden bien y todo se vuelve más difícil a pesar de que al mismo tiempo hay mucho amor. No te terminas de desvincular y esto lo hace más complicado.
La relación entre madres e hijas puede ser compleja, sobre todo si hay incomprensión o si se es muy diferente.
Yo creo que es bonito profundizar en estos vínculos porque al final el tema de la maternidad o el de ser hijos, todos los hemos vivido desde una u otra parte. Es verdad que esta historia se adentra más en la figura de la madre, aunque igualmente aparece un padre y vemos cómo actúa ante la desaparición de su hija, por ejemplo.

Da la impresión de que los personajes masculinos son más débiles…

Quizá por Flora, un personaje arrollador. En realidad, hay un conjunto de mujeres y no todas son fuertes. Sin embargo, Flora que es quien al principio tiene toda la fuerza de la historia, es muy dura y en su familia, en su relación entre ella y su marido, es la parte fuerte. Por eso otros personajes parecen más débiles, pero luego están protagonistas como Dani que no es tan débil, y Yago que es misterioso, pero no frágil. 

¿Por qué has mezclado generaciones diferentes?

Pienso que las personas vamos cambiando mucho y la forma de ver la vida cuando eres más joven no es igual que cuando eres más adulta o mayor, y quería que esto se viera reflejado. En la novela algunos personajes aparecen en diferentes etapas de su vida como Flora, que lo hace cuando es adulta y luego ya mayor. He querido mostrar la evolución que tienen las personas a lo largo de la vida y la diferencia a la hora de enfrentarla.

La Casa de las Amapolas de Desirée Ruiz

No es lo mismo cómo lo hace Maya, la persona más joven de la novela, que es la única que cuando llega a la casa no tiene cargas como las demás, precisamente por su juventud, aunque ha sufrido, porque ha perdido a su padre. Apenas posee secretos, culpas… y yo creo que eso se refleja en la forma en que  asume ese cambio de su vida, esa curiosidad por saber lo que pasó, además de darle también una luz y un toque de energía a la casa.

Igualmente, existen diferencias entre cada una. Flora y Silvia no son iguales, aunque sean de la misma generación y a pesar de tener puntos en común. Del mismo modo, destacan las distintas relaciones entre ellas. En concreto, entre Silvia, que es una de las mayores de la casa, y Maya, la jovencita. Son relaciones bonitas que surgen porque las generaciones se complementan.

La Casa de las Amapolas está llena de intriga y misterio, pero rebosa sentimientos, especialmente el amor, ¿cómo se alcanza esta mezcla?

El amor es muy potente en la novela. El amor mal y bien entendido. Por un lado, está el amor enfermizo, posesivo y excesivamente protector, porque hay muchas personas que aman mucho pero lo hacen mal y al final crean tragedia. Y luego está el amor bien entendido, que es el de apoyo y de ayuda.
Hay muchas personas que aman mucho pero lo hacen mal.
¿Por qué escogiste como escenario la Sierra de Albarracín?

Yo soy de Zaragoza, aunque vivo en Castellón. Mis amigas viven en Zaragoza y Madrid, entonces nos solemos juntar un fin de semana al año todas las familias e intentamos buscar un sitio que nos venga bien a todas. Solemos hacerlo en Albarracín o la Sierra de Albarracín, por lo que voy mucho. Es un lugar muy bonito, además muy reconocible porque cuando ves el pueblo por primera vez al tener unas características concretas te acuerdas siempre.

Era el sitio perfecto para ubicar La Casa de las Amapolas, por su belleza y porque da la sensación de que el tiempo transcurre mucho más despacio en esos pueblos, en esas tierras. Al mismo tiempo, Albarracín tiene mucha leyenda y mucha magia. Resultaba perfecto para ubicar una historia que aparte de tener belleza fuera al mismo tiempo inquietante, que hubiera misterio, intriga… y esa parte de Teruel es el escenario perfecto, aparte de que creo tiene que ser mucho más conocida.



Sinopsis de 'La Casa de las Amapolas'

Flora, una solitaria mujer envuelta en un halo de misterio, vive retirada en La Casa de las Amapolas, un lugar idílico pero apartado de todo en plena sierra de Albarracín.

Tras la desaparición de su hija, Aurora, y de la amiga de esta, Blanca, durante una excursión con amigos, Flora dejó atrás todo su mundo: su hijo Dani, su marido y el trabajo, y se trasladó allí. Eso fue hace más de veinte años. A pesar de la exhaustiva investigación, nunca más se supo de las chicas desaparecidas. Todos los testigos de esa misteriosa desaparición pudieron rehacer sus vidas, pero ambas familias quedaron destrozadas.

La Casa de las Amapolas se convirtió entonces en el refugio donde Flora intentó cicatrizar sus heridas. Pero no solo fue un refugio para ella, sino también para todas aquellas mujeres que de algún modo habían sufrido en su pasado. Silvia y Olga, dos de las muchas mujeres que pasaron por la Casa, terminaron sintiendo aquello como un verdadero hogar y, junto a Yago, el huraño pero siempre fiel vecino de Flora, conformaron una nueva familia a su manera.

Ahora que el hijo de Flora también ha fallecido, Elisa, su nuera y su nieta Maya planean mudarse a La Casa de las Amapolas con ella, lo que trastocará la vida de las tres mujeres, removerá el pasado y sacará a la luz la terrible verdad de la desaparición de Aurora y Blanca.

La autora 

Desirée Ruiz Pérez (Zaragoza, 1973) es escritora y profesora en Castellón. Ganadora del I Certamen de Relato Corto Bohodón en 2009, ha explorado distintos géneros narrativos en antologías y microrrelatos. Su debut novelístico con Ofelia descalza (2015) marcó el inicio de un camino literario que continuó con El silencio acuna pesadillas (2020) y Villa Melania (2023).

Ahora publica su nueva novela, La Casa de las Amapolas.

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