La Sociedad Catalana de Neumología (Socap) destaca la importancia de que los pacientes sepan identificar bien las exacerbaciones de asma e iniciar el tratamiento lo antes posible. En España, el 5% de la población adulta padece de asma y entre el 5 y el 10% de estos tiene formas graves de la enfermedad. Las exacerbaciones (crisis o ataques) son de intensidad variable, y van desde episodios leves, hasta episodios graves que requieren ingreso hospitalario e incluso ingreso en UCI. Es importante tratar y controlar el asma, pues si está mal controlada, las exacerbaciones pueden ser más frecuentes y graves.
Unidades de asma
La Sociedad Catalana de Neumología (Socap) destaca la importancia de que los pacientes con asma moderada o grave que tengan exacerbaciones y/o mal control de sus síntomas que puedan tener un acceso directo a la Unidad de asma de los hospitales o bien ser atendidos por su neumólogo de zona, así como de que todos los pacientes con asma puedan identificar los síntomas de dichas exacerbaciones para poder recibir el tratamiento adecuado a la brevedad posible. La enfermería especializada tiene un papel importante en este aspecto, ya que puede dar las primeras indicaciones y realizar un seguimiento estrecho hasta conseguir el control de la enfermedad. “
"Con motivo del Día Mundial del Asma que se celebra el 6 de mayo, desde la Socap queremos incidir en que el control de síntomas, que se lleva a cabo mediante el tratamiento con corticoides y broncodilatadores inhalados, es fundamental para reducir las exacerbaciones o crisis que pueden sufrir los pacientes y que en algunas ocasiones pueden motivar un ingreso hospitalario” explican la doctora Ebymar Arismendi y la doctora Concepción Cañete, coordinadoras del Grupo de trabajo de Asma de la Sociedad.
“Los pacientes con asma grave que son atendidos en la Unidad de asma tienen un email y un teléfono de contacto al que pueden llamar en el caso de necesitarlo. Habitualmente saben reconocer una exacerbación e inician ellos mismos el tratamiento. En caso de ausencia de mejoría, contactan y, si es preciso, se les atiende en el hospital de día. Tener este acceso directo les da mucha seguridad e, incluso, podemos alargar las visitas de seguimiento, ya que el paciente sabe que, si se encuentra mal, puede contar con nosotros. Todo esto es gracias a la enfermera especializada”, detalla la doctora Pilar Ausin, coordinadora de la Unidad de Asma y jefa de sección de Neumología del Hospital del Mar, de Barcelona, y miembro de la Socap.
En España, en torno a un 5% de la población adulta padece asma.
En España, en torno a un 5% de la población adulta padece asma y, de esta, entre un 5 y un 10% padece asma grave, según diferentes estudios de los últimos años. El asma es una enfermedad inflamatoria crónica, que agrupa diferentes formas clínicas de presentación a las que llamamos fenotipos.
Tanto la edad de presentación, desencadenantes, biomarcadores inflamatorios o enfermedades asociadas pueden variar en los diferentes fenotipos, así encontramos el asma alérgica, asma eosinofílica y el asmaobesidad, entre otras. Esta inflamación afecta principalmente a los bronquios, los cuales se estrechan pudiendo dificultar la entrada de aire. Esta estrechez desencadena los síntomas típicos del asma, de modo que el paciente siente ahogo (disnea), pitidos (sibilancias), tos y en algunos casos expectoración. Cuando la enfermedad está bien controlada, estos síntomas desaparecen, pero, cuando no está bien controlada, reaparecen y empeoran.
¿Qué son las exacerbaciones?
Las exacerbaciones son crisis o episodios de agudización de la enfermedad de base. En algunos casos, un agente externo como los alergenos, (polen, ácaros, epitelio de animales u hongos), las infecciones por virus o los contaminantes pueden desencadenar o potenciar la inflamación que padece el paciente con asma mediada por un tipo concreto de células y mediadores provocando una exacerbación.
Cuando el paciente sabe que su asma está provocada por un determinado alérgeno, como el epitelio de animales o pólenes, puede en cierta medida evitar las exacerbaciones reduciendo la exposición al alérgeno. Sin embargo, en el caso de las infecciones víricas, es más difícil evitarlas, a excepción de aquellas que tienen vacunas, como la gripe.
Las exacerbaciones son crisis o episodios de agudización de la enfermedad de base.
De cualquier forma, es importante tratar y controlar el asma, ya que, si está mal controlada, las exacerbaciones pueden ser más frecuentes y más graves. También es importante señalar que el uso muy frecuente de salbutamol es un síntoma de mal control de asma y un factor de riesgo de presentar exacerbaciones graves de asma.
Control de las exacerbaciones
El asma es una enfermedad respiratoria crónica que puede evolucionar a lo largo de la vida y cuyo comportamiento puede fluctuar a lo largo del año, debido a distintos factores, dentro de los cuales están la propia idiosincrasia de la enfermedad, la dificultad para tener una buena adherencia terapéutica a una medicación que es crónica y la mayor vulnerabilidad a estímulos externos como los alérgenos o los virus. Todos estos factores pueden dificultar alcanzar un buen control de la enfermedad y derivar en una exacerbación o agudización de la enfermedad.
"Ante una exacerbación de los síntomas, como la disnea, las sibilancias, la tos o la expectoración, que, habitualmente, el paciente conoce, éste debe utilizar medicación de rescate o bien aumentar la frecuencia de los inhaladores que se aplica y, si con esta mediación, no consigue controlar los síntomas, debe acudir a un centro médico”, explica la doctora Ausin.
Para controlar una exacerbación leve, basta con aumentar la dosis o frecuencia de los inhaladores (corticoides inhalados y broncodilatadores). Para una exacerbación moderada o grave, se añaden los corticoides orales, y además se debe investigar y tratar si es posible la causa que la ha originado, como en el caso de una infección.
Tratamientos biológicos para el asma
Un avance que se ha producido en los últimos años es el tratamiento con fármacos biológicos, que se administran por vía inyectada, y que “han supuesto una revolución en el control del asma”, afirma la doctora Ausin.
“Cuando un paciente está tratado con broncodilatadores y corticoides inhalados a dosis altas, tiene buena adherencia al tratamiento, pero, aun así, presenta dos o más exacerbaciones y/o un ingreso hospitalario al año, o mal control de los síntomas tendría indicación de iniciar un tratamiento biológico. El inconveniente actual de estos tratamientos es que son caros, pero es importante tener en cuenta esta opción terapéutica, porque realmente los pacientes logran un buen control de su asma y esto les cambia de forma muy notable la calidad de vida”, añade la doctora.
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