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El Día Mundial de la salud se centra este año al corazón

El Día Mundial de la Salud se celebra cada 7 de abril para conmemorar el nacimiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el año 1948. La hipertensión o tensión arterial alta ha sido el tema escogido para el año 2013.  Esta enfermedad es un factor de riesgo desencadenante de infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia renal, entre otras cosas.

La prevalencia es altísima pues uno de cada tres adultos la padece, siendo la edad un elemento en contra: la manifiestan uno de cada diez, entre los 20 y 40 años, y cinco de cada diez, de 50 a 60 años. 
En nuestro país, 11 millones de personas (el 40%) la sufren, de las que un tercio lo desconocen y otro tercio, aunque están tratadas, no tiene un control adecuado, afirman desde la Federación Española del Corazón (FEC).
 
 
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Otro hecho significativo es que en los países en desarrollo es un problema importante, especialmente en África, pues se estima que un 40% de la población adulta lo sufre. Según la OMS, la hipertensión está sin diagnosticar en muchas personas en numerosas de estas regiones en vías de crecimiento, viéndose privadas así de un tratamiento que podría reducir de manera importante el riesgo de defunción y discapacidad por cardiopatía o accidente cerebrovascular.
 
Esta institución está desarrollando una serie de actividades enfocadas a la concieciación de este trastorno. Las labores de prevención resultan cruciales, por eso se insiste en mantener una alimentación baja en sal, tratar de nutrirse de forma sana y equilibrada y realizar ejercicio físico
 
Los cardiólogos españoles han puesto énfasis en este último aspecto, pues hay numerosos estudios que reflejan los beneficios de la actividad física en la salud cardiovascular. Destacan por ejemplo las conclusiones de una investigación publicada en el American Journal of Public Health, realizada por el departamento de Epidemiología de la Universidad de Minnesota en Minneapolis. Tras analizar la actividad física y la presión arterial de casi 4.000 adultos de entre 18 y 30 años, se demostró que los participantes que realizaron ejercicio en un promedio de cinco veces a la semana y gastaron 300 calorías por cada sesión de ejercicio, disminuyeron en un 17% el riesgo de sufrir hipertensión arterial en comparación con los que se mantuvieron menos activos.

La OMS defiende la práctica de algún tipo de actividad física durante al menos 30 minutos al día. Algunos expertos aseguran que no es necesario acudir a un gimnasio para cumplir con esta recomendación. Basta con cambiar las rutinas diarias, tales como subir escaleras a pie, acudir al trabajo andando o bajarse una parada de metro antes…, en definitiva, moverse.


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