Muchas veces nos ocurre que estamos en el trabajo pendientes
de terminar una tarea o de acabar un tema que hemos de entregar en breve, y no
somos capaces de concentrarnos. Otras veces, si estamos sumergidos en un
proceso de aprendizaje, al hallarnos frente a la guía o los apuntes que hemos
de memorizar, nos resulta imposible quedarnos con los conceptos para el examen
que se avecina. Y en ocasiones, simplemente estamos intentando leer y no
logramos sumergirnos en la historia de los protagonistas que tanto nos gusta,
no conseguimos evadirnos a esa otra realidad, y el volumen permanece abierto en
la misma página durante un buen rato o de pronto el ebook da un destello y se
pone en modo reposo.
Hoy día resulta difícil concentrarse y aunque se consiga
llegar a ello cuesta. Harriet Griffey,
autora del libro Concéntrate (Ed. Planeta), asegura que en la sociedad actual las
nuevas tecnologías tienen mucho que ver. Estar pendientes constantemente del
correo electrónico, de las redes sociales o del whatsapp, no contribuye a
fomentar esa concentración, porque en contra de lo que se pueda pensar el
cerebro humano no está preparado para hacer dos cosas a la vez.

En general, tal y
como está estructurada la sociedad, siempre se espera que el sexo femenino haga
más cosas a la vez, trabajo, casa, niños…, pero la capacidad de concentración
en ambos sexos es la misma, sólo que se enfoca de distintas formas. No es una
cuestión de sexos es una cuestión de personas, aunque las mujeres han aprendido a organizar y a aprovechar
mejor el tiempo”.
Al margen de este
inciso, lo que se ha de tener claro si se quiere mejorar la capacidad de
concentración, en general y para todo el mundo, es considerar esta serie de
pautas:
- El lugar de trabajo o estudio ha de ser siempre el mismo y estar en buenas condiciones y rodeado del menos número posible de ruidos y de elementos que contribuyan a la distracción.
- Planificar las tareas del día y organizar el tiempo.
- Buscar un estímulo o motivación. El interés por lo que se hace es clave.
- Evitar las interrupciones y, en la medida de lo posible, cuando se comienza una tarea terminarla para no romper la concentración y aumentar el rendimiento.
- Hacer ejercicios que estimulen la concentración como sopas de letras, crucigramas…o incluso reservar un tiempo al día para realizar ejercicios con los que dejar la mente en blanco (sin pensamientos que nos disturben).
Un blog intersante sobre este tema: www.elartedelamemoria.org.
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