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¿Es posible aliviar el dolor de cabeza en verano?


El dolor de cabeza suele incrementarse cuando hace mucho calor, y a veces resulta complicado encontrar una solución. Por este motivo y con el objeto de dar una serie de consejos para aliviar el dolor de cabeza en verano, expertos de la Sociedad Española de Neurología (SEN) han publicado una serie de recomendaciones para paliar este problema. En realidad, se trata de pautas que se pueden extrapolar a cualquier persona que desee cuidar, en general, su salud cerebral. 

¿Es posible disminuir el dolor de cabeza en verano?

Medidas para paliar el dolor de cabeza en verano

Recogemos a contiuación algunas de estas ideas:

Las personas con enfermedades neurológicas no suelen adaptarse bien a los cambios en las rutinas por lo que, en la medida de lo posible, hábitos y horarios debe intentar mantenerse. “Personas que sufren migrañas o cefaleas y pacientes con epilepsia – sobre todo por falta de sueño- deben tener un mayor cuidado si no quieren ver aumentadas sus crisis”, señala Carlos Tejero, vocal de la SEN. 


La medicación es importante durante todo el año aunque en el periodo estival este asunto suele descuidarse, lo cual constituye un craso error para los enfermos. 


Los cambios de temperatura afectan especialmente a las personas propensas a padecer cefaleas. “El aire acondicionado, la ingesta de alimentos fríos, o los cambios de temperatura al bañarnos, son grandes desencadenantes de dolor de cabeza”, comenta el David A. Pérez, director de la Fundación del Cerebro.
 

Protegerse siempre la cabeza usando cascos protectores cuando la actividad lo requiera. Aunque ya hay bastante concienciación en este sentido, a veces, en verano, por el calor, se produce una relajación respecto a esta norma, observándose por ello “un incremento de los accidentes de este tipo”, asegura el doctor A. Pérez. 


Hidratación y alimentación no pueden descuidarse. En cuanto a la primera, A. Pérez destaca que “en adultos sanos, una deshidratación superior al 2% del peso corporal hace que disminuya la concentración, el rendimiento físico y la memoria a corto plazo y que aumente el cansancio, el tiempo de respuesta y las cefaleas”. En cuanto a la alimentación, la SEN recomienda la dieta mediterránea y alimentos ricos en agua. 


Realizar ejercicio de forma regular porque “ayuda a mejorar el estado de ánimo y la memoria y, además, permite controlar la hipertensión arterial, un gran enemigo para nuestro cerebro”, concluye Tejero.





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