El 17 de marzo es el Día
del Sueño, y aprovechando esta conmemoración, la Sociedad Española deNeurología (SEN), nos ha recordado que alrededor del 30% de la población
española sufre alguna patología del sueño. Ahora bien, pese a que la mayoría de
los trastornos del sueño que se padecen son tratables, menos de un tercio busca
ayuda profesional sobre este asunto.
¿Me puedo automedicar si no duermo bien?
“Estimamos que entre un 20 y 48% de la población adulta sufre, en algún momento, dificultad para iniciar o mantener el sueño y que en al menos un 10% de estos casos se debe a algún trastorno de sueño crónico y grave”, explica el Dr. Carles Gaig Ventura, Coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y Sueño de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
De entre las cerca de las 100 patologías que hay
relacionadas con el sueño, la más frecuente es el insomnio, con una prevalencia
de entre el 20 y el 30%. Después, le sigue el síndrome de las piernas
inquietas, que afecta aproximadamente a un 5% de la población y el síndrome de
apneas-hipopneas del sueño (4-5%).
Según la última encuesta del Observatorio Español sobre
Drogas (OED) el 3,9% de la población española de entre 15 a 65 años ha
consumido hipnóticos sin receta médica durante el último año, un porcentaje que
ha aumentado de forma progresiva, sobre todo entre las mujeres mayores de 30
años. ”Los fármacos hipnóticos tomados de forma habitual y sin control médico
pueden tener muchos efectos secundarios, algunos realmente graves, como es el
caso de las benzodiacepinas”, comenta el Dr. Carles Gaig.
Principales inconvenientes de la falta de sueño
Desde la SEN nos indican cuáles son los principales inconvenientes de la falta de sueño:
- Menor rendimiento cognitivo
- Peor concentración
- Fallos de atención y memoria
- Cambios de humor
- Alteraciones en el proceso de toma de decisiones
- Aumento el riesgo de hipertensión
- Probabilidad de agravar y/o desarrollar otro tipo de enfermedades
¿Cómo sabemos si hemos dormido bien?
“Una persona tiene
buena calidad de sueño cuando el tiempo dedicado a dormir le permite sentirse
descansado al día siguiente, cuando no hay interrupciones en los ciclos de
sueño y cuando el sueño es lo suficientemente profundo para ser restaurador. Si
no es así, lo recomendable es acudir a un profesional y, sobre todo, no
automedicarse”, explica el Dr. Carles Gaig.
Roncar sí importa
La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica
(SEPAR), ha lanzado también un mensaje en la celebración del Día Mundial del
Sueño.
Hasta hace poco
tiempo no se daba importancia a roncar, por ello se estima que de entre el uno
o dos millones de personas que pueden padecer apnea del sueño, sólo un 10% de
están diagnosticadas.
Según explican los expertos de SEPAR, si tienes apnea del sueño dejas de respirar
durante al menos 10 segundos de manera repetida a lo largo de la noche. Estas
paradas pueden durar incluso dos minutos. Las consecuencias de este sueño no
reparador y tan fragmentado son:
Sensación de cansancio durante el día
Somnolencia que puede conducir a accidentes domésticos,
laborales o de tráfico. Además, puede tiene consecuencias graves para la salud
como diabetes, hipertensión, ictus o enfermedades cardiovasculares o incluso
cáncer.
La apnea de sueño
tiene un tratamiento que reduce sus síntomas y consecuencias, aunque no es
curativo y hay que seguirlo mientras se padece la enfermedad. Es la CPAP: una
máquina que a través de una mascarilla por la nariz o por la nariz y la boca,
administra una presión positiva de aire sobre la vía aérea y evita que se
“cierre” la garganta. No es oxígeno. Además existen alternativas al tratamiento
como los dispositivos intraorales, que recientemente se han añadido al
tratamiento convenciona.
Otras medidas que mejoran la enfermedad son:
- Pérdida de peso
- No fumar
- Dormir las horas necesarias
- Dormir de lado
- Hacer ejercicio físico
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