La espalda es una de las
zonas que más solemos descuidar en la rutina de belleza diaria. Un mal hábito
que debemos corregir, teniendo en cuenta que durante el verano está más
expuesta al sol y éste incide en ella de igual forma que en el resto del
cuerpo. Si no tomamos medidas, pueden aparecer manchas antiestéticas en la zona
o incluso otras manifestaciones que pueden revestir más gravedad.
Recogemos unas ideas para
cuidar la espalda en verano que no han facilitado desde la Clínica Cres:
Protección
Debes protegerla del sol al igual que el resto de cuerpo. Si no tienes nadie que te ayude para echarte crema en esa parte, los protectores solares en forma de spray suelen ser más fáciles de aplicar. Lo más importante es que la cubras entera, de forma abundante, y que no te olvides del cuello ni la parte más baja.
Debes protegerla del sol al igual que el resto de cuerpo. Si no tienes nadie que te ayude para echarte crema en esa parte, los protectores solares en forma de spray suelen ser más fáciles de aplicar. Lo más importante es que la cubras entera, de forma abundante, y que no te olvides del cuello ni la parte más baja.
Esta medida es aplicable
también cuando hagas deporte. Si llevas
una camiseta de tirantes, hombros y espalda van a recibir directamente los
rayos solares, por lo que no debes descuidarlos.
Higiene
Después de bañarte en la
piscina o el mar, lo ideal es que te duches para eliminar restos de químicos en
el primer caso, y de arena en el segundo. A continuación, una crema hidratante
bien distribuida en hombros, espalda y resto del cuerpo completará el ciclo del
cuidado de la espalda en verano.
Para evitar que
aparezcan granitos en la zona, es fundamental que mantengas un ritual de
higiene correcto. Estos significa que al ducharte no te olvides de la espalda y
utilices jabones syndet o neutros que son los que recomiendan algunos dermatólogos para
no desequilibrar el ph de la piel.
Tratamientos
Si tienes tiempo y tueconomía te lo permite, hay centros de estética donde realizan peelings en la
espalda, así como exfoliaciones suaves. Estos tratamientos los puedes hacer
antes o después del verano, pero es mejor que consultes con un profesional de
estética o un dermatólogo.
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