Viajar por el País Vasco
implica muchas cosas: descubrir paisajes indescriptibles, encontrarse con buena
gente, amable, natural..., y, por supuesto, comer bien degustando si se tercia
un par de sorbos de Txakoli, variedad de vino blanco de Euskadi.
Hay muchos lugares que
visitar en esta bella tierra, pero en esta ocasión te voy a hablar de siete de
ellos. Son los que yo misma he visto y ninguno me dejó indiferente. No están
todos, pero sí algunos de los más emblemáticos según la provincia. Además, si
te gusta el trekking disfrutarás.
Parque Natural de
Valderejo
Ruta desde Lalastra hasta
el desfiladero del Río Purón
El camino hacia este
Parque situado en Álava, es ya todo un deleite. No puedes dejar de mirar a un lado y a otro, es
imposible que lo ojos abarquen la belleza salvaje que ofrece la naturaleza que
le rodea. Aunque, te advierto, esta
sensación será una constante cada vez que te adentres en todos los Parques Naturales
del País Vasco.
Mi plan de viaje en esta
primera experiencia, fue dirigirme hasta el pueblo de Lalastra, localidad
central de Valderejo y de la que parten varias rutas. Aquí puedes dejar el coche
cómodamente en un parking que hay a la entrada del pueblo.
Justo enfrente de Centro de Interpretación
parten varias rutas, yo escogí la del Desfiladero o Senda del Río Purón. Es bastante
larga, alrededor de 16 km ida y vuelta. En el camino te encuentras con la ruinas de
Ribera, un pueblo ubicado en medio del Parque que fue abandonado en los año 60
(en este punto hay un merendero donde puedes descansar y tomar un piscolabis).
A continuación, tras un
pequeña caminata, viene lo más espectacular: el desfiladero. Es un tramo muy corto, pero muy llamativo.
En las imágenes de abajo apreciarás mejor lo pintoresco de este paisaje configurado de forma agreste en las márgenes del río Purón, aunque no hay nada como verlo in situ.
Un apunte: cerca están el Valle Salado de Añana, te aconsejo que también lo visites.
En las imágenes de abajo apreciarás mejor lo pintoresco de este paisaje configurado de forma agreste en las márgenes del río Purón, aunque no hay nada como verlo in situ.
Un apunte: cerca están el Valle Salado de Añana, te aconsejo que también lo visites.
Parque Natural del
Gorbeia
Subida al Monte Gorbeia
desde Pagomakurre
La subida al monte
Gorbeia (1.482 metros) es toda una tradición entre los vascuences. De hecho,
todos los 31 de diciembre y 1 de enero mucha gente asciende hasta su cumbre
para despedir el año viejo y recibir al nuevo.
La ruta más fácil se
realiza desde Pagomakurre, zona del Parque a la que se accede a través del
pueblo de Areatza en Vizcaya. Desde este pueblo hay que coger una carretera de
doble sentido sumamente estrecha, por lo que tendremos que tener cuidado si nos
encontramos algún vehículo de frente. La subida a Pagomakurre es muy bonita y
un buen adelanto de lo nos encontraremos tras bajarnos del coche.
El camino es duro pese a
ser el más sencillo, sobre todo, en el último tramo cuando quedan pocos metros
para llegar a la famosa cruz metálica donde todo el mundo se hace la foto del
recuerdo. Si te gusta andar y estás acostumbrado te gustará.
Parque Natural de Urkiola
Subida al Anboto desde el
Santuario de Urkiola
La ascensión al pico del Anboto es también emblemática. El Anboto tiene una altura de 1.330 metros y la zona, que abarca dos provincias: Álava y Vizcaya, cuenta con mucho
prestigio entre los escaladores del País Vasco. La ruta parte del Santuario de Urkiola, que te encontrarás perfectamente señalizado de camino al Parque, donde además hay un Centro de Interpretación y un amplio parking.
Desde el primer momento
la subida es bastante fuerte, pero las montañas que lo rodean te hechizarán y apensa te darás cuenta. A
esta parte del País Vasco se la conoce como la "pequeña Suiza", y doy
fe de que es así pues conociendo también los Alpes suizos, he de confesar que
los picos de Euskadi en nada tiene que envidiar a la famosa región alpina.
En esta ocasión yo sólo
llegué a Urkiolamendi, pero puedes seguir hasta la Fuente del Pol-Pol o animarte hasta alcanzar la
cumbre.
Reserva de la Biosfera de
Urdaibai
Descubriendo el Bosque de
Oma
Para llegar a este singular bosque en plena Reserva de la Biosfera de Urdaibai (Vizcaya), tendremos que dirigirnos a Kortezubi, y desde allí seguir los
carteles que nos indican cómo ir a la Cueva de Santimamiñe o el Bosque de Oma
(el bosque pintado).
Una vez que dejes el
coche en el parking deberás dar un paseo de algo más de dos kilómetros para
llegar a este bosque donde los árboles están pintados de forma singular. El
autor, Agustín Ibarrola, dibujó figuras que se pueden ver desde distintas
perspectivas mientras se camina por el paraje. Los colores llamativos de estas
creaciones también le dan un encanto particular.
Costa Vasca
Desde Zumaia hasta Deba o
Mutriku, la costa Vasca es toda una exhibición de procesos geológicos de millones de años y de la acción del mar sobre las rocas. Zumaia es ahora más famosa porque alberga la iglesia en la que se
intentan casar los protagonistas del film Ocho apellidos vascos, y en donde ya es
imprescindible hacerse una foto para el recuerdo.
Esta edificación está de
camino a la ruta de los acantilados del Flysch. Un camino costero que va
recorriendo todo el geoparque, aunque hay tramos en los que se adentra
demasiado hacia el interior desviándose de nuevo hacia la costa para disfrutar
de distintos miradores. Es bastante larga, pero también puedes acercarte en
coche hasta Deba, Mutriku o realizar una ruta en barco.
San Juan de Gaztelugatxe
Este enclave es uno de los más bellos del País Vasco. El Biotipo Protegido de Gaztelugatxe se encuentra en la costa de Vizcaya, entre Bakio y el cabo de Matxitxako en Bermeo. Verlo es fácil, pues al tratarse de un islote que sobresale en el mar aparece al margen de la carretera y su acceso está perfectamente señalizado.
Para llegar hasta el islote hay que atravesar un camino pedregoso con bastante pendiente de una distancia 2,5 km desde el parking. Si después quieres subir a la ermita, deberás coger resuello pues hay unos cuantos escalones hasta arriba, pero el paseo y las vistas lo merecen. Te lo aconsejo porque las panorámicas son dignas de postal.
Para llegar hasta el islote hay que atravesar un camino pedregoso con bastante pendiente de una distancia 2,5 km desde el parking. Si después quieres subir a la ermita, deberás coger resuello pues hay unos cuantos escalones hasta arriba, pero el paseo y las vistas lo merecen. Te lo aconsejo porque las panorámicas son dignas de postal.
Cueva de Arrikrutz y Monasterio de Arantzazu
La cueva de Arrikrutz, situada en la provincia de Guipuzcua, es curiosa por el paisaje que la envuelve y los restos palenteológicos que se han encontrado en su interior: un esqueleto de un león de las cavernas o diente de sable
(del que actualmente hay una réplica en su interior), esqueletos parciales y cráneos de panteras y un yacimiento de osos cavernarios. El paisaje que la rodea es espectacular. La visita es guiada y dura aproximadamente una hora.
Cerca se encuentra el Monasterio de Arantzazu construcción pintoresca rodeada de barrancos y unas vistas preciosas. Este edificio es hoy una mezcla entre lo moderno y lo clásico, debido a los distitnos incendios que surfrió la construcción original. De hecho, hoy se erige una basílica moderna de formas geométricas que contraste con la irregularidad de la nauraleza que la rodea dando a este lugar un aspecto singular.
Un buen Alojamiento: Toki Eder
Las opciones para
alojarse en el País Vasco son muy variadas. Yo escogí un apartamento rural TokiEder II, ubicado en la provincia de Álava, justo en límite con la Puebla de
Arganzón que pertenece al famoso condado de Treviño. Rosario, su dueña, es muy
amable y está pendiente de sus huéspedes. En una ocasión nos preparó Marmitako (guiso típico de bonito, verdura y
patatas) y una jugosa tortilla de patatas, por pura cortesía. El apartamento
cuesta 50 euros la noche (para 3-4 personas), y además en una casa conjunta
dispone de habitaciones en las que también se puede pernoctar.
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