"Si todo lo que
intentamos es mimetizarnos con el resto, nuestra vida no habrá valido la pena
porque no habremos cumplido nuestro papel"
Sobre él he hablado con ella, así como de otras cuestiones que nos impiden dar ese paso para el cambio y vamos dejando pasar la vida sin alcanzar nuestros sueños, viviendo frustados y casi sin ilusiones.
Las respuestas de la autora, que a pesar de ser licenciada en ciencias económicas trabaja como coach ejecutiva y personal desde 2008, además de hacer colaboraciones en diversos medios de comunicación, invitan a la reflexión, al autoconocimiento interior, y son un hálito de esperanza en la sociedad actual.
En tu libro dices que hay que atreverse a cambiar para dar ciertos pasos, pero esto es muy difícil ¿no?, sobre todo, cuando con la edad nos volvemos generalmente más "inmóviles".
Cambiar implica adentrarse en
terrenos ignotos y dejar nuestros hábitos, que aunque nos resulten
perjudiciales, nos han acompañado durante mucho tiempo y eso nos ha infundido
grandes dosis de seguridad. Cambiar implica tomar riesgos sin saber si nos
saldrá bien, aunque ya sepamos que lo que estamos haciendo ahora no nos llena,
no nos beneficia y anhelemos algo mejor.
¿No crees que es muy difícil ser cien por cien uno mismo?
Vivimos en una sociedad, hay que respetar unas normas, tener en cuenta nuestro
entorno…
Está claro que vivimos en un
entorno y una sociedad con unas determinadas reglas de juego y el ser uno mismo
y tomar ciertas decisiones puede desafiar la buena opinión de los demás y
podemos arriesgar la aceptación de algunos. Pero acallar la voz interna a
cambio de mantener el status quo para todos tiene un precio demasiado grande:
en mi experiencia como coach y terapeuta, he visto a demasiada gente pasar por
enorme sufrimiento psicológico y emocional por evitar enfrentarse al juicio
ajeno y seguir su propio camino. Nada merece pagar un precio tan alto.
¿Qué hay que hacer para no tener miedo a ser diferente?
Cada uno de nosotros somos una
pieza única e insustituible en el puzle del universo. Cada uno de nosotros
tenemos algo único y valioso que aportar a la Totalidad. Si todo lo que
intentamos es mimetizarnos con el resto, nuestra vida no habrá valido la pena
porque no habremos cumplido nuestro papel.
Es cierto que para motivarnos a dar ese paso, ese cambio,
ese salto… ¿tiene que darse alguna situación que nos empuje a ello, si no
tendemos a volvernos cómodos y aceptar
lo que tenemos?
No es necesario, pero la
realidad es que el 90% de las personas solo cambia cuando la vida les trae una
crisis ante la cual no pueden seguir de igual modo porque ya se hace
insoportable. Idealmente deberíamos ser capaces de aspirar al crecimiento continuo
por voluntad propia, pero eso es poco común.
¿Las crisis nos humanizan?
Solo si nos permitimos hacernos
vulnerables, ser más humildes y cuestionar las bases sobre las que habíamos
asentado nuestras certezas. Para algunas personas las crisis significan
momentos de sufrimiento de los que en lugar de extraer lecciones les sirve para
construirse un caparazón de cemento a su alrededor, se rigidizan y rompen la
posibilidad de conexionarse profundamente con los demás.
¿Qué debemos hacer para querernos nosotros mismos?
Saber que el amor verdadero
empieza por nosotros mismos. Si no tenemos compasión con nosotros mismos
difícilmente lo tendremos con los demás. Si no nos amamos buscaremos fuera
sucedáneos que jamás nos colmarán. Amarnos significa aceptarnos con nuestras
fortalezas y debilidades, sin necesidad de ser perfectos y sin creernos
superiores a nadie. Es un amor sano que nos sirve de apoyo ante las visicitudes
de la vida.
Tu obra se titula 10 claves para alcanzar tus sueños…, pero
si tuvieras que resumir esos 10 consejos en unos sólo ¿cuál nos darías?
Lo fundamental no está en tener
o no tener, dinero o amor por ejemplo, sino en saber que el “ser” está por
encima del “poseer”. Cultivar nuestro interior es la clave para vivir en
armonía y serenidad, pase lo que pase.
Muy bien, Mónica :-)
ResponderEliminarGracias por tu positiva contribución al bienestar general.