Conmemoramos el Día Mundial del Cáncer,
hoy 4 de febrero, recogiendo una información de interés que ha promulgado la
Asociación Oncología Integrativa. Se refiere al uso de las terapias complementarias
a las que se recurren en estos caso, y sobre las que es necesario informar
correctamente para evitar caer en errores o falsas expectativas.
Lo más común, y es una tendencia
que va en aumento, es recurrir a estas terapias para paliar los efectos secundarios
de la quimio y radioterapia. “Según un reciente estudio realizado por la
Universidad de California, el 89% de los pacientes oncológicos utiliza al menos
una terapia complementaria durante los tratamientos convencionales. El 42 % de
los pacientes seguía una alimentación especial y el 39 % se sometía a
tratamientos de fisioterapia, como masaje o digitopuntura. La mayoría de
enfermos usaban vitaminas y complementos alimenticios (67 %).”
Los expertos aseguran no
obstante, que es necesario ser precavidos
pues se tiende a pensar que lo natural es inocuo porque se considera bueno, sin
embargo “en oncología las interacciones
de ciertos productos naturales con la quimioterapia pueden llegar a causar
graves problemas de salud a los pacientes”, matiza el doctor Pere Gascón
Vilaplana, oncólogo y consejero sénior del Servicio de Oncología del Hospital
Clínico de Barcelona.
Un ejemplo de lo útiles que
pueden ser las nueva tecnologías es una aplicación para móviles y tabletas
desarrollada por el Departamento de Medicina Integrativa del Hospital Memorial
Sloan Kettering Cancer Centre de Nueva, en la que se especifican las
interacciones que ciertas plantas y suplementos nutricionales pueden tener con
la quimioterapia.
¿Qué puede ocurrir si utilizamos
plantas en pacientes oncológicos sin supervisión médica?
Pueden interactuar con la quimioterapia, disminuyendo su efectividad
Puede potenciar los efectos
secundarios de la quimioterapia
¿Cuáles son los suplementos
nutricionales sobre los que debemos tener precaución?
Cúrcuma: “existe evidencia
científica
de que puede interactuar con ciertas quimioterapias inhibiendo su eficacia y
que incrementa el riesgo de sufrir hemorragias“
Cápsulas de hongos japoneses. Existe sólida
evidencia científica de que el Reishi (Ganoderma lucidum), puede prevenir las náuseas de la quimioterapia incrementar la eficacia de la radioterapia y puede contribuir a la prevención de las metástasis. Sin embargo “no todos los suplementos nutricionales son de la misma calidad y, por lo tanto, no tienen las mismas cualidades terapéuticas”, comenta el doctor José Francisco Tinao, Presidente de la SESMI (Sociedad Española de Medicina Integrativa) y con amplia experiencia tratando a pacientes oncológicos.
Las plantas, tanto en infusión (en
menor grado) como en forma de extracto seco o de aceite esencial, también
pueden presentar riesgos para los pacientes:
La Hierba de San Juan, o Hipérico, puede
reducir la eficacia de la quimioterapia y puede incrementar la irritación de la piel durante la radioterapia.
Además, es recomendable interrumpir su uso una semana antes de una intervención
quirúrgica o de empezar la quimioterapia. En este sentido, Josep Allué Creus, Doctor
en Farmacia por la Universidad de Barcelona y vocal de la Sociedad Española de
Fitoterapia (SEFIT asegura que “la
valeriana, la equinácea, la efedra, el ajo, el ginkgo y el gingseng también
pueden perjudicar la salud del paciente si no se interrumpe su consumo como
mínimo una semana antes de una intervención quirúrgica .
Si bien algunas plantas pueden
estar indicadas en el tratamiento de efectos adversos de la quimio y
radioterapia, no es nada recomendable que los pacientes oncológicos tomen plantas
o suplementos nutricionales de ningún tipo sin supervisión médica”.
Los milagros en el cáncer no existen
Los expertos explican que muchos pacientes buscan alternativas “milagrosas” cuando padecen esta enfermedad y se “agarran a un clavo ardiendo”, pensando que pueden encontrar un solución a su trastorno. Se tiende a pensar que esa opción es tu única posibilidad y llegando a interiorizar y creer realmente que ese producto te va a curar.
Actualmente los principales falsos milagros
en torno la cáncer son los siguientes:
El Mega Mineral Suplement
(conocido como MMS y sin ninguna evidencia científica como tratamiento contra
el cáncer); el bicarbonato de sodio con zumo de limón (conocido
como la Kryptonita del cáncer); o el zumo de manzana, remolacha y zanahoria
(conocido
como el zumo milagroso contra el cáncer).
Existe evidencia científica de que tanto el
bicarbonato de sodio como la remolacha
pueden servir de apoyo a los tratamientos convencionales del cáncer, pero no
hay que caer en el error de pensar que pueden ser una alternativa a la quimio o
a la radioterapia.
La conclusión final es que si bien es cierto que exsten terapias complementarias o medicinas con base científica que pueden ayudar a los pacientes oncológicos a paliar los efectos de la quimioterapia, hay que tener cautela. Ninguna de estas opciones trata por sí sola el cáncer ni resultan una alternativa a los tratamientos convencionales, ya que, tal y como afirma el doctor Tinao, afirmar esto sería una irresponsabilidad.
La conclusión final es que si bien es cierto que exsten terapias complementarias o medicinas con base científica que pueden ayudar a los pacientes oncológicos a paliar los efectos de la quimioterapia, hay que tener cautela. Ninguna de estas opciones trata por sí sola el cáncer ni resultan una alternativa a los tratamientos convencionales, ya que, tal y como afirma el doctor Tinao, afirmar esto sería una irresponsabilidad.
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