Conmemoramos el Día Mundial del Cáncer, hoy 4 de febrero, recogiendo una información de interés que ha promulgado la Asociación Oncología Integrativa. Se refiere al uso de las terapias complementarias a las que se recurren en estos caso, y sobre las que es necesario informar correctamente para evitar caer en errores o falsas expectativas.
Interacciones de las terapias complementarias
¿Qué puede ocurrir si se usan plantas en pacientes oncológicos sin supervisión médica?
Pueden interactuar con la quimioterapia, disminuyendo su efectividad.
¿Cuáles son los suplementos nutricionales sobre los que debemos tener precaución?
Cúrcuma
"Existe evidencia
científica
de que puede interactuar con ciertas quimioterapias inhibiendo su eficacia y
que incrementa el riesgo de sufrir hemorragias".
Cápsulas de hongos japoneses
Existe sólida evidencia científica de que el Reishi (Ganoderma lucidum), puede prevenir las náuseas de la quimioterapia e incrementar la eficacia de la radioterapia y puede contribuir a la prevención de las metástasis. Sin embargo, “no todos los suplementos nutricionales son de la misma calidad y, por lo tanto, no tienen las mismas cualidades terapéuticas”, comenta el doctor José Francisco Tinao, Presidente de la Sociedad Española de Medicina Integrativa (SESMI) y con amplia experiencia tratando a pacientes oncológicos.
Las plantas, tanto en infusión (en menor grado) como en forma de extracto seco o de aceite esencial, también pueden presentar riesgos para los pacientes:
La Hierba de San Juan, o Hipérico
Puede reducir la eficacia de la quimioterapia y puede incrementar la irritación de la piel durante la radioterapia. Además, es recomendable interrumpir su uso una semana antes de una intervención quirúrgica o de empezar la quimioterapia. En este sentido, Josep Allué Creus, Doctor en Farmacia por la Universidad de Barcelona y vocal de la Sociedad Española de Fitoterapia (SEFIT asegura que “la valeriana, la equinácea, la efedra, el ajo, el ginkgo y el gingseng también pueden perjudicar la salud del paciente si no se interrumpe su consumo como mínimo una semana antes de una intervención quirúrgica .
Si bien algunas plantas pueden estar indicadas en el tratamiento de efectos adversos de la quimio y radioterapia, no es nada recomendable que los pacientes oncológicos tomen plantas o suplementos nutricionales de ningún tipo sin supervisión médica”.
Los milagros en el cáncer no existen
Los expertos explican que muchos pacientes buscan alternativas “milagrosas” cuando padecen esta enfermedad y se “agarran a un clavo ardiendo”, pensando que pueden encontrar un solución a su trastorno. Se tiende a pensar que esa opción es tu única posibilidad y llegando a interiorizar y creer realmente que ese producto te va a curar.
Actualmente los principales falsos milagros en torno la cáncer son los siguientes:
El Mega Mineral Suplement (conocido como MMS y sin ninguna evidencia científica como tratamiento contra el cáncer); el bicarbonato de sodio con zumo de limón (conocido como la Kryptonita del cáncer); o el zumo de manzana, remolacha y zanahoria (conocido como el zumo milagroso contra el cáncer).
Existe evidencia científica de que tanto el bicarbonato de sodio como la remolacha pueden servir de apoyo a los tratamientos convencionales del cáncer, pero no hay que caer en el error de pensar que pueden ser una alternativa a la quimio o a la radioterapia.
La conclusión final es que si bien es cierto que exsten terapias complementarias o medicinas con base científica que pueden ayudar a los pacientes oncológicos a paliar los efectos de la quimioterapia, hay que tener cautela. Ninguna de estas opciones trata por sí sola el cáncer ni resultan una alternativa a los tratamientos convencionales, ya que, tal y como afirma el doctor Tinao, afirmar esto sería una irresponsabilidad.
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