La alimentación está llena de creencias erróneas y pese a desmentirlas hasta la saciedad
siguen muy arraigadas entre la población general. En esta ocasión, el doctor
Francesc Casellas Jordá, especialista de Aparato Digestivo Hospital
Universitari Vall d´Hebron y miembro de la Fundación Española del Aparato
Digestivo (FEAD), se ha encargado de desmentir nueve de esos falsos mitos
relacionados con la alimentación.
En determinadas enfermedades se tiende a retener agua lo que puede provocar un aumento de peso, pero éste se debe a la acumulación de agua, no a que bebamos este líquido durante las comidas.
6. Los suplementos vitamínicos son necesarios en la dieta
Estos son necesarios en determinadas circunstancias como por ejemplo durante el embarazo.
1. Hay
alimentos buenos y malos
Una dieta equilibrada engloba todo tipo de alimentos, por lo que
realmente no hay alimentos buenos ni malos sino hábitos alimentarios
incorrectos. Los alimentos están compuestos de numerosos nutrientes de modo que
su composición varía, pero eso no quiere decir que en sí sean buenos o malos.
Por diversas circunstancias algunos alimentos pueden sentar mal a
determinadas personas, pero al margen de estas excepciones la dieta siempre ha
de ser variada y equilibrada.
2. Beber agua
durante las comidas engorda
Si lo analizamos bien este mito
realmente no tiene ni pies ni cabeza, porque el agua no aporta calorías, luego
no puede engordar.
En determinadas enfermedades se tiende a retener agua lo que puede provocar un aumento de peso, pero éste se debe a la acumulación de agua, no a que bebamos este líquido durante las comidas.
3. ¿Engorda
el pan?
Esta pregunta es un poco similar a la de si hay alimentos buenos y malos.
Los alimentos no adelgazan ni engordan. Cada alimento tiene un aporte calórico
determinado y su influencia en nuestra alimentación dependerá de la cantidad
que ingiramos del mismo.
4. Los
alimentos light adelgazan
Es cierto que los alimentos light poseen menos calorías respecto al
alimento completo, pero igualmente tienen un aporte calórico. De hecho, un
consumo excesivo de estos puede ser negativo para el organismo.
Los expertos aseguran que para adelgazar hay que consumir menos calorías
de las que se gastan, de modo que el
hecho de tomar alimentos light en sí no adelgaza, todo depende del
balance de las calorías.
5. Los
productos integrales engordan más
El valor calórico de los integrales es similar a los refinados, de hecho
los primeros tienen un mayor contenido en fibra y tienen un efecto saciante,
por ello se suelen recomendar en las dietas de adelgazamiento.
6. Los suplementos vitamínicos son necesarios en la dieta
Si nuestra dieta es equilibrada los suplementos vitamínicos no son
necesarios, ya que estaremos aportando la cantidad de vitaminas y nutrientes
necesarios naturalmente a través de las comidas. Hay que tener en cuenta que un
consumo indiscriminado de suplementos vitamínicos puede ser perjudicial para la
salud.
Estos son necesarios en determinadas circunstancias como por ejemplo durante el embarazo.
7. Los
lácteos son solo para los niños
Tanto niños como adultos deben tomar lácteos por sus múltiples beneficios
para la salud. Se recomienda consumirlos
diariamente por su aporte de proteínas de elevado valor nutricional, calcio y
vitamina D. Además, ayudan a prevenir la osteoporosis y favorecen el crecimiento de una flora
bacteriana intestinal saludable probiótica.
En general, se
recomienda consumir diariamente 2 ó 3 raciones de leche o derivados lácteos.
8. Tomar la
fruta al final de la comida no engorda
Las frutas constituyen otro los alimentos básicos de la dieta,
recomendándose al menos dos piezas medianas de fruta al día. Su aporte calórico
no varía si se comen antes o al final de las comidas, es independiente el
momento en el que se ingieran. De hecho, son un alimento excelente por la
fibra, las vitaminas y los antioxidantes que aportan.
9. La
mantequilla es más saludable que la margarina
Las margarinas
provienen de grasas de origen vegetal, mientras que la mantequilla se obtiene
de la grasa de la leche. Las primeras aportan grasas insaturadas que son más
saludables que las de la mantequilla, y son ricas en vitaminas liposolubles.
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