¡Qué mejor forma de comenzar el año nuevo que haciendo algo que te gusta! Y eso es lo que hemos hecho desde Claves de Mujer. La primera jornada de 2022 la hemos dedicado a conocer un rincón cercano a la Sierra de Madrid que desconocíamos. Se trata de un paseo curioso que discurre entre antiguas canteras de granito. Parte de Alpedrete y concluye en Collado Mediano. Así ha sido la experiencia.
Comienzo de la ruta
La ruta de las canteras entre Alpedrete y Collado Mediano, comienza como tal en un camino de tierra que surge al final de la calle Mediano del pueblo en el que se inicia el paseo. No tiene pérdida pues la calle está cortada y el único acceso que hay para seguir caminando es la carretera terrosa y empedrada, que asciende levemente.
Lo más llamativo de este tranquilo paseo son las canteras de
granito abandonadas que iremos apreciando a lo largo del mismo. De hecho, el
suelo está repleto de amplias rocas graníticas durante todo el trayecto, como
si la propia naturaleza quisiera recordar y mantener a lo largo de los años que
esta zona tuvo su relevancia en la explotación de dicha piedra.
Hoy en día, además de la presencia del granito por doquier, lo que queda de las canteras son pequeñas excavaciones que se han llenado de agua y albergan distintos tipos de anfibios. Las encinas, robles y enebros que configuran la flora de este enclave, ofrecen un aspecto singular que se torna más llamativo debido a estas minilagunas generadas por la antigua explotación granítica.
El camino es en general cómodo, a veces se estrecha y otras se ensancha, pudiendo deleitarnos con las vistas de forma sosegada. Por un lado (el izquierdo en nuestro ascenso), podremos ver el pueblo de El Escorial, pero también, como no, la enorme cruz del Valle de los Caídos. Y en el otro extremo (por la derecha), el Cerro del Telégrafo junto a su magnífica Torre, y que ya pertenece a Collado Mediano. De frente, el Cerro del Castillo y el pico de La Maliciosa (2.227 metros).
Al poco ya se vislumbran las edificaciones de Collado Mediano. Solo hay que seguir el camino, cruzar la vía del tren y continuar la trayectoria, que prosigue ya sin sobresaltos, solo rodeada de la paz que se respira en el paraje. Después nos volveremos a topar con la vía del tren y para llegar al núcleo urbano es necesario cruzar un paso elevado. Una vez lo atravesemos nos hallaremos en el nuevo municipio, muy cerca de la Plaza Mayor a la que podremos acercarnos si nos apetece conocer con más detalle este pueblo de la sierra madrileña.
La cantería en Alpedrete
La historia que hay detrás de esta ruta de las canteras está vinculada a la gran cantidad de piedra que abundaba en Alpedrete. Este hecho, más la llegada al municipio de canteros gallegos, cántabros y portugueses, propició que se instaurara el oficio de cantería y que se convirtiera en su principal motor económico durante un tiempo.
El granito berroqueño de esta región está presente en numerosas construcciones conocidas de la comunidad madrileña como el cercano Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, pero también el Palacio Real, los Nuevos Ministerios o el suelo adoquinado de Madrid y el balasto (las piedrecillas) de las vías del ferrocarril.
Impulsado por el párroco del pueblo, Don José Serrano, en 1933 se creó una Escuela-Taller de Cantería especializada en labra. Estuvo funcionando hasta la Guerra Civil en el patio de la Casa parroquial.
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