Alexandra Uzcátegui, CEO de Sweet Space: "Como emprendedora siempre he pesando en innovar generando un impacto positivo en la sociedad"

La emprendedora Alexandra Uzcátegui, una joven venezolana de 34 años y madre de un niño, es la principal artífice de Sweet Space Museum, un espacio innovador de ocio en pleno centro de Madrid. Se trata de un museo interactivo donde el arte y el mundo del dulce se combinan en un mundo espacial diseñado por distintos artistas de tendencias diversas. Uzcátegui, explica a Claves de Mujer este concepto, pero también sus impresiones como joven empresaria así como las dificultades que se encontró por el camino. 

 

Sweet Space Museum se halla en el centro de Madrid (Centro comercial ABC Serrano) y es un nuevo concepto de ocio para disfrutar con niños. Alexandra Uzcátegui creó inicialmente esta idea con Corina Mayorca, pero en la actualidad está formado por un grupo de socios. “Yo estoy en el proyecto de forma operativa, pero dentro de la configuración de la empresa somos varios socios internacionales con una visión entre americana, europea y de diferentes partes del mundo”, cuenta la empresaria.

Alexandra Uzcátegui, estudió en el Instituto de Diseño de Caracas en Venezuela y luego continuó formándose en el Parsons School of Design de Nueva York, donde los museos de arte moderno comenzaron a llamar su atención. Vivió tres años en Miami donde se percató de las nuevas tendencias que convierten el arte en una experiencia multisensorial. Los avatares de la vida, en concreto el amor, ya que su marido vivía en Madrid, la llevaron a instalarse en esta ciudad y al reencontrarse aquí con Corina Mayorca (a la que conoció durante sus estudios de diseño), ambas decidieron crear Sweet Space: un proyecto que fusiona el concepto tradicional de arte y las nuevas tendencias digitales mediante una degustación interactiva.

¿Cómo se te ocurrió abrir este museo del dulce en Madrid?

Yo llegué a España en el año 2019 y realicé un estudio de mercado para ver qué tipo de negocio relacionado con el arte podría emprender aquí. Así es cómo observé que el mercado de ocio con niños estaba desatendido sobre todo en el centro de Madrid. Es decir, no había planes para hacer con niños pequeños y es por ello que hice la fusión de lo que me gusta a mí, que es el arte y el diseño, con la temática de los dulces. Porque yo creo que a todos nos gustan los dulces, desde que somos pequeños hasta que somos adultos. Así que nos agarramos a este tema que es tan global y universal, y lo mezclamos con este concepto de arte. También porque yo creo que en España hay un nivel cultural a considerar y para nosotros era importante que este tipo de experiencia trajera cultura y agregara valor a la ciudad.

Sweet Space es un proyecto que fusiona el concepto tradicional de arte y las nuevas tendencias digitales mediante una degustación interactiva.

Sweet Space abrió en diciembre de 2020, en plena pandemia, ¿cómo fue ese momento?

Teníamos pensado abrir en abril de 2019 justo cuando sucedió lo de la pandemia y al final lo hicimos en diciembre de 2020. Abrimos con un poco de miedo porque no sabíamos cómo iba a reaccionar el público, pero a penas lanzamos la campaña online y abrimos la venta de entradas, durante las 100 primeras horas se vendieron todas.

Yo creo que coincidió con un momento en que la gente estaba cansada de esta locura que estaba pasando en el mundo y quería un poco de luz y salir, compartir y ver otras caras. Lo organizamos todo de forma muy estricta, con mascarillas. Las medidas sanitarias que tomamos fueron muy cruciales en su momento y ya poco a poco, gracias a Dios, hemos ido suavizando y hemos adoptado medidas de prevención que perduran, como no pasar la chuches de mano en mano (con pinzas) entre otras cosas.

 

Siendo de Venezuela, ¿cómo es que decidiste emprender y a quedarte a vivir en España?

Yo soy diseñadora, y he crecido entre Venezuela y Estados Unidos, pero siendo honesta lo que me trae a España es el amor porque mi esposo es mitad venezolano mitad español, y él estaba viviendo en Madrid. Sin embargo, como yo no me puedo quedar tranquila, me dije: “Okey me voy a Madrid y ¿qué voy a hacer?” Fue entonces cuando comencé a pensar que debía hacer algo que creara impacto. Yo siempre he pensado que todo lo que haga debe generar un impacto en la sociedad, positivo, evidentemente y esa siempre ha sido la meta a la hora de crear Sweet Space.

"Yo siempre he pensado que todo lo que haga debe generar un impacto en la sociedad, positivo, evidentemente y esa siempre ha sido la meta a la hora de crear Sweet Space".

¿El hecho de ser mujer emprendedora te ha supuesto alguna dificultad añadida?

Justamente esto lo hablé con unas amigas hace poco y me encantaría decir que en este año 2023, ya no existe esta brecha pero sí la hay, de hecho, todavía es complicado. Como mujer he percibido que hay ciertas barreras de respeto. Es cierto que la gente respeta mucho a las mujeres y que ya estamos en el 2023 y ha cambiado la mentalidad de cuando estábamos en los años 50, es evidente. Sin embargo, siento que es necesario hacer un esfuerzo extra, adicional. El respeto al final se gana y no te lo dan porque sí, yo creo que es un trabajo lento, paso a paso. Aunque es cierto que en España veo cada vez más mujeres creciendo, más mujeres siendo CEO de grandes empresas y es admirable apreciar cómo están triunfando más en el mundo corporativo.

Exactamente ¿qué has experimentado?

He observado que en un primer momento cuando te ven no se imaginan los proyectos que puedes estar haciendo, aunque es algo superficial. Entonces tienes que romper esa primera barrera y comenzar a hablar y que te escuchen y que vean que eres una persona elocuente que tiene un recorrido, etc., para poder mostrar tu valía. Sin embargo, siento que un hombre no debe hacer eso de entrada, y que desde el primer momento se sienta y le abren la puerta, no obstante como mujer tienes esa primera barrera que debes romper. Esto no es fácil, por eso se han de tener las herramientas adecuadas y saber cómo conversar con cada persona para hacer esa primera introducción. Además, como mujer joven es a su vez más complicado, te ven como con poca experiencia.

"En España veo cada vez más mujeres creciendo, más mujeres siendo CEO de grandes empresas y es admirable apreciar cómo están triunfando más en el mundo corporativo".

¿Qué palabras de inspiración dirías a aquellas mujeres que quieren emprender?

Yo creo que mujeres, todas, tenemos que empoderarnos y formar un equipo porque al final es un camino duro, no voy a decir que es sencillo porque tiene muchos obstáculos y dificultades, pero el esfuerzo va a valer cien por cien la pena. Es muy importante perseverar y usar tus herramientas para llegar a tus objetivos. No hay que esperar el éxito de la noche a la mañana, las cosas llevan tiempo y muchísimo trabajo, pero es verdad que el esfuerzo merece la pena al final: Paciencia, que sí se puede, somos un equipo y aquí estamos todas para apoyarnos.

 

¿De dónde es originaria la idea de Sweet Space como museo?

Este concepto, realmente empezó en Estados Unidos como un espacio “instagrameable”, que es como lo llaman y yo lo conocí cuando estuve viviendo allí. Me parecían lugares fantásticos y muy divertidos, pero es verdad que es como algo más superficial, solo para ir a hacer fotos chulas para Instagram. Así que cuando llego a Madrid y veo que este tipo de concepto no existía, tras estudiar el mercado, las personas involucradas en este proyecto pensamos que la idea de “instagrameable” pop up estaba bien, pero había que añadirle valor a través del arte para que los padres puedan decir: Y yo quiero llevar a mi hijo porque no solo voy a hacerle una foto chula para IG sino porque también va a aprender sobre arte. Así al terminar la visita sales con ese valor adicional, por eso también preparamos muchos tours con colegios

¿Por qué es importante que los niños se acerquen al arte desde pequeños?

Es importante que a los niños se les enseñe arte desde una edad temprana ya que desarrolla su área cognitiva y social, que se corresponde con  el lóbulo central del cerebro. El arte ayuda a que los niños se desenvuelvan en el mundo actual y creo que es fundamental comenzar a introducirlo desde muy pequeños y a través de diferentes expresiones. Evidentemente no es lo mismo ir a Sweet Space Museum que ir al Thyssen o el Museo del Prado, sin embargo resulta vital que ellos vean el arte en todas sus expresiones: danza, gastronomía…, en definitiva desde distintos ángulos.

"Es importante que a los niños se les enseñe arte desde
una edad temprana ya que desarrolla su área cognitiva y social,
que se corresponde con  el lóbulo central del cerebro". 

¿Cómo son las salas?

El concepto de Sweet Space es el de un museo interactivo y la temática son los dulces. Cada obra está hecha por artistas diferentes, algunos son fijos y otros los movemos. Por ejemplo, la última sala, la de Misterpiro, la vamos a cambiar ahora. En mayo tendremos la inauguración de dos nuevos diseñadores de interiores fantásticos que nos están haciendo ese cuarto. Y algunas  de las salas van rotando. Luego tenemos otras que se han ido mejorando, como el Bosque de los dulces, al que se le han ido integrando piezas y elementos que han hecho que sean más envolventes.

"El concepto de Sweet Space es el de un museo
interactivo  y la temática son los dulces". 

Lo que hemos comprobado es que cuanto más interactivo es el museo, más le gusta a la gente. Por otro lado, el artista tiene que entender que su obra de arte va a ser transitada por mil personas diarias, por lo que ha de ser una obra resistente e interactiva. Es como una nueva expresión en el arte. Actualmente alguno de los artistas que colaboran son Inés Valls, Antonio Marest, Esther Moya (cuya propuesta se eligió entre más de 1.000 en un concurso que se hizo en Instagram), Álvaro Linares (el artista más joven, de 20 años), Miju Lee, Ágata Ruiz de la Prada o mi socia Corina Mayorca y yo misma.

¿Habrá más Sweet Space Museum?

Este es nuestro primer espacio, y gracias a Dios ha sido un éxito y está funcionando muy bien por sí solo. Sí, ya tenemos ganas de abrir un segundo espacio también aquí en España, sería una expansión local.