Ir al contenido principal

El riesgo de insuficiencia cardiaca aumenta un 7% en las mujeres con obesidad

La obesidad multiplica por dos el riesgo de padecer insuficiencia cardiaca. Algunos estudios estiman que el riesgo de insuficiencia cardiaca aumenta un 5% en el caso de los hombres, y un 7% en el de las mujeres, por cada punto de incremento en el índice de masa corporal, según ha explicado la doctora Nuria Vilarrasa, especialista en Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario de Bellvitge (Barcelona) y miembro del Área de Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), en el marco del 64º Congreso de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición.

 

Insuficiencia cardiaca mujeres

 

Insuficiencia cardíaca y obesidad

“Esto se explica porque la presencia de adiposidad visceral se asocia con un incremento de la inflamación, resistencia a la insulina, una hipertrofia del ventrículo izquierdo, disfunción diastólica y sistólica del mismo, así como con una disfunción arterial y del músculo esquelético, todo lo cual puede llevar al desarrollo de la insuficiencia cardiaca”, comenta la experta.

El problema cardiaco puede originarse en todas las personas con obesidad, pero quienes presentan un un mayor riesgo son las mayores de 65 años y/o las que padecen hipertensión arterial, diabetes tipo 2, insuficiencia renal crónica, cardiopatía isquémica y fibrilación auricular. “Todavía las cifras son poco conocidas porque está infra diagnosticada, pero aproximadamente un 80% de los pacientes con insuficiencia cardíaca viven con sobrepeso/ obesidad”, dice la doctora. 

El problema cardiaco puede originarse en todas las personas con obesidad, pero quienes presentan un un mayor riesgo son las mayores de 65 años.

El problema en este sentido es que la insuficiencia cardiaca resulta difícil de detectar, pues sus principales síntomas que son la disnea (falta de aire) y los dificultades para realizar actividad física se suelen atribuir a la propia obesidad, en lugar de a la primera.

En el caso de que finalmente se diagnostique una insuficiencia cardiaca es necesario que, además del tratamiento médico, los pacientes incorporen una dieta saludable y realicen ejercicio físico, ya que se ha observado que una pérdida de peso del 10% mejora este problema cardiaco e, incluso, puede revertirlo. 

 

Salud  cardiovascular mujeres

 

Hígado graso

Precisamente, la adopción de hábitos saludables y el consumo de una dieta sana , es algo que recomienda plenamente el doctor Didac Mauricio, vicepresidente segundo de la SEEN, quien, además, avisa de que la obesidad es también un factor de riesgo del hígado graso. Esta es una enfermedad hepática esteatósica asociada a una disfunción metabólica que puede desembocar en una cirrosis e, incluso, incrementar el riesgo de tumores hepáticos.

Se ha calculado que hasta un 70% de los pacientes con obesidad puede desarrollar hígado graso. “Una causa frecuente de aparición del hígado graso es la ingesta excesiva de alcohol, pero en ausencia de esta causa, lo que desencadena esta complicación es el sobrepeso/obesidad, y especialmente la diabetes tipo 2. Sabemos perfectamente que estas enfermedades están asociadas a un estilo de vida poco saludable, en términos de poca actividad física y hábitos dietéticos poco saludables. Por ello, estas personas deben volver a unos hábitos de vida saludables, como tratamiento de base, que permita mejorar las condiciones que lo provocan, esto es la obesidad y la diabetes tipo 2”, añade el doctor. 

Se ha calculado que hasta un 70% de los pacientes con obesidad puede desarrollar hígado graso.

El vicepresidente segundo de la SEEN ha asegurado durante el encuentro que la investigación actual que se está trabajando en fármacos que logran reducir el peso de una manera importante, de modo que la industria farmacéutica “traerá pronto nuevas moléculas para su uso en la práctica clínica”.

Comentarios