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Alicia Vallina (escritora): "He rescatado la historia de mujeres únicas, no reconocidas y unidas por su resiliencia"

La escritora Alicia Vallina acaba de publicar un libro protagonizado esta vez no por una mujer, como ya ocurriera en sus dos anteriores novelas, Hija del mar y La Criolla del Amazonas, sino por varias. En esta ocasión, la autora se ha decantado por un ensayo, Únicas (Ed. Plaza&Janés), en el que recoge de forma amena, detallada y documentada, la historia de 50 mujeres que sobrepasaron las épocas en las que tuvieron que vivir realizando acciones extraordinarias y fundamentales para la historia de España. En la mayoría de los casos se vieron obligadas a superar grandes dificultades, sin embargo debido a su capacidad de adaptación y resiliencia salieron adelante y esto fue lo que las hizo “únicas”.

Alicia Vallina escritora

                                   Alicia Vallina. Fotografía de ©Alejandro Cabrero

 Entrevista a Alicia Vallina

“Sean mujeres que apoyen a otras mujeres. Háganse cumplidos unas a otras, dense palabras de aliento, empoderen a las demás”. Esta frase de Marie Curie es la primera que aparece en el nuevo libro la historiadora y periodista Alicia Vallina. Y es que estas palabras alentadoras tienen mucho que ver con el contenido de esta obra de algo más de 300 palabras, que narra las biografías de mujeres que no fueron reconocidas en su tiempo y que tuvieron que luchar contra numerosos estereotipos para desarrollar increíbles gestas o mostrar su más que sobrado talento.

¿Por qué decides publicar un ensayo tras tus dos primeras novelas?

Lo cierto es que rescatar la biografía de grandes mujeres olvidadas surge principalmente desde 2005 cuando aprobé las oposiciones a facultativo de museos del Estado y acudí a mi primer destino, el Museo Sorolla de Madrid. Aquí no solo aprendí la importancia que tenía en la historiografía del arte la figura del pintor valenciano Joaquín Sorolla, sino también la tarea que desempeñó su esposa en la configuración de la imagen del genio tan reconocido en vida, algo que suele pasar pocas veces. Descubrí que Clotilde García del Castillo fue una mujer clave en la vida del artista, pues gracias a ella se constituyó el museo Sorolla como una institución pública y además tenemos referencia de que hacía inventario de todas las obras, recibía a los mecenas, compraba los materiales…

Entonces a partir de ella, surgen las figuras de las dos hijas de Sorolla, María y Helena, pintora y escultora respectivamente, pero que se quedaron eclipsadas por la genialidad del padre. Su historia aparece en el libro también junto a la de su madre.

Desde este momento empecé a indagar y a descubrir mujeres olvidadas, es decir, mujeres prácticamente sin nombre a pesar de que habían contribuido a cambiar la historia de España de alguna manera, que habían renunciado a sus sueños muchas veces por cumplir un papel en una sociedad en la que no encajaban porque iban por delante de ella.

Clotilde Sorolla y Sorolla
Clotilde Sorolla y Sorolla (Museo Sorolla).

Supongo que hay más de 50…

Hemos rescatado 50, pero por supuesto hay más, cientos, miles, y muchas se han quedado en el banquillo. Son mujeres olvidadas, y como se indica en el subtítulo de la obra se trata de “historias desconocidas de mujeres extraordinarias” que merecen ser rescatadas y creo que es de justicia hacerlo. 

Aparecen desde reinas o campesinas, hasta literatas, dramaturgas, periodistas, artistas, cupletista, trapecistas… 

¿Qué criterio has seguido para escogerlas?

El periodo que abarco va desde el siglo VIII con las reinas Ermesinda y Adosinda, hija y nieta del rey de los Astures, Pelayo, hasta la trapecista Pinito del Oro, que falleció en el año 2017. A lo largo de toda esta línea temporal la selección se ha basado, sobre todo, en mis gustos personales, mis estudios y formación académica, centrados principalmente en el ámbito literario y artístico, aunque siempre buscando la mayor variedad posible. Por ello aparecen desde reinas o campesinas, hasta literatas, dramaturgas, periodistas, artistas, cupletista, trapecistas…

Se han quedado fuera muchas y la idea es seguir trabajando y dando voz a estas mujeres y también hombres, por qué no, que han tenido un papel estelar en la retaguardia de estas grandes mujeres. 

Entrevista Alicia Vallina Únicas 

 Fotografía de Charly López. 

¿Has tenido dificultades a la hora de documentarte?

Cuanto más cerca de nuestra época es el personaje se poseen más datos. No es lo mismo tener información de la reina Urraca o de las reinas Ermesinda y Adosinda como de Pinito del Loro, de la que por ejemplo hay entrevistas. De Lili Álvarez, que fue una deportista destacada pero al mismo tiempo una importante periodista, todavía viven familiares que conservan su recuerdo y la trataron y con los que yo he podido hablar. Lo mismo pasa con Margarita Manso que fue la primera mujer y única de la que Lorca se enamoró, una pintora muy importante de origen vallisoletano, que perteneció al grupo de las sinsombrero. Y otro caso parecido es el de la pintora Rosario de Velasco.

En ocasiones, de las mujeres más alejadas en el tiempo las noticias que nos llegan se encuentran sesgadas porque la historia fue escrita por hombres. Este es el caso de Inés Suárez e Isabel Barreto mujeres del siglo XVI que se enfrentaron a un destino dominado por los hombres, pues está vinculado a la mar. 

En ocasiones, de las mujeres más alejadas en el tiempo las noticias que nos llegan están sesgadas.

Barreto comandó una expedición por el océano Pacífico. Su marido Álvaro de Mendaña, que descubrió las islas Salomón, falleció en este viaje y ella se quedó al mando, algo que el cronista de la expedición, de origen portugués, no entendió. No comprendía cómo una mujer podía estar al frente de una gesta semejante después de fallecer su marido, de modo que su crónica está sesgada. Este hombre no se llevaba bien con ella y consideraba que él debía ocupar esa posición y no una mujer. Todo esto es necesario explicarlo y mostrar la historia con el rigor que se merece.

Por otro lado, Lilí Ávarez, que murió nonagenaria, se quejó en muchas ocasiones de la falta de reconocimiento que tenía la mujer en todos los ámbitos y especialmente en el deportivo. No obstante, es cierto que ahora el Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades en colaboración con el Consejo Superior de Deportes han creado los Premios con su nombre “en homenaje a la gran deportista que ella fue”.

Lilí Álvarez en WimbledonLilí Álvarez en Wimbledon (Getty Images. Hawkins)

¿Hay algún rasgo que defina de forma común a estas mujeres?

Yo creo que lo que las define es lo que hoy en día llamamos resiliencia, esa capacidad y fuerza interior de sobreponerse a las dificultades y luchar para seguir adelante. Eran mujeres y seres humanos, como todos nosotros, con sus medios, sus dudas e inseguridades, que sintieron el rechazo, muchas veces la burla, que no encajaban en esa sociedad que les había tocado vivir. Muchas de ellas con esa capacidad de renuncia y saber sobreponerse a las dificultades, renunciando incluso a grandes sueños, consiguieron abrirse un hueco en la historia y ser dueñas de sus propias vidas.

Desde hace muy poco, las mujeres somos conscientes de nuestra propia valía y del lugar que ocupamos en el mundo. 

Hay que tener en cuenta que desde hace muy poco, las mujeres somos conscientes de nuestra propia valía y de la posición y lugar que ocupamos en el mundo. Para muchas de ellas era impensable pensar que iban a ocupar ese lugar por el que inconscientemente también luchaban. Esa capacidad de sobreponerse las hizo Únicas.

Rosario de Velasco, pintora
                                                             Rosario de Velasco, pintora.

¿De entre las 50, destacarías a alguna?

Realmente todas ellas me parecen sorprendentes. Quizá la historia de Isabel Gramesón, la criolla del Amazonas, esta mujer de una posición y estatus económico importante que lo dejó todo para cruzar parte de la Amazonia, lo que hoy es Ecuador, para encontrarse con un hombre con el que apenas había convivido un pequeño tiempo. Se embarcó en una aventura que ni ella misma podría imaginar, esa osadía y ese desconocimiento son destacables.

Llama la atención también Pilar Prades, la envenenadora de Valencia, cuya historia es tristísima, porque es una mujer que se convierte en un monstruo para sí misma. Una mujer de posguerra, iletrada, que va a servir a una gran ciudad como Valencia y que solo espera que la quieran y poder casarse y ser una mujer de su tiempo, ser madre, tener hijos…. Sin embargo, ese desdén social que sufre y esa tremenda inseguridad personal, la convierten en la última mujer ajusticiada en el garrote vil en nuestro país en el año 1959.

Adelina Patti
                            Adelina Patti , la chulapa del bel canto. Getty Images Rischgitz.

Por último, ¿estás ya pensando en la siguiente novela?

Bueno, ya estoy escribiéndola.. Esto es como una rueda que está en marcha. Al final, es un trabajo permanente, acabas una y sigues escribiendo. Este verano estuve en Francia documentándome sobre el siguiente personaje, leyendo mucho sobre la época.

La protagonista será mujer, claro…

Sí, una gran mujer, una historia increíble y muy emotiva, y una mujer de nuevo injustamente tratada, por ello creo que merece la pena conocerla. 

Únicas, de Alicia Vallina

Sinopsis

Únicas de Alicia Vallina
La mujer fue, a lo largo de los siglos, relegada de la esfera pública, sin poder participar de las cuestiones más relevantes de la política, la cultura, la economía y, en general, de la sociedad. Solo algunas de ellas escaparon a tan injustos designios gracias a su valor, su lucha, su inteligencia y a una enorme capacidad de lo que hoy llamamos resiliencia, que no es otra cosa que esa fuerza interior que las empujó a sobreponerse a la adversidad y a sacar lo mejor de ellas mismas en circunstancias tan extremas como determinantes.

50 de estas mujeres han sido homenajeadas en este libro con la intención de desvelar sus vidas, intereses, sufrimientos y esperanzas. Sin embargo, son cientos, miles las que aún permanecen eclipsadas por las pesadas páginas de una historia escrita, hasta no hace muchos años, únicamente por hombres. Oigamos lo que ellas, ahora, tienen que decirnos a través de sus propias vidas. No dejemos que el silencio ni el olvido eclipsen sus anhelos. Es de justicia que ocupen el lugar que les corresponde, el lugar que se les había negado. Abramos nuestros ojos y construyamos memoria. Ayudemos a que todas las mujeres estén siempre en lugares donde cosas increíbles puedan suceder, donde no haya límites que les impidan volar tan alto como sus sueños les guíen y donde puedan escucharse sus voces por encima de la condescendiente aprobación de la cobardía. Sus victorias nos harán poderosos, capaces, indomables. Nos revestirán de fuerza y dignidad. Nos permitirán mirarnos a los ojos. Nos alejarán de la altiva pobreza que provoca la quietud. Simulémonos ciertamente sabios y sustituyamos el olvido por esperanza. Ninguna de ellas fueron, pero ahora son. 
 

Puedes conocer la biografía de la autora y su libros aquí.


 

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