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La insuficiencia cardiaca en mujeres se puede diagnosticar y prevenir pero falta concienciación

La insuficiencia cardíaca (IC) es una patología que impacta principalmente en las mujeres, pero ¿cuál es la causa? Según las Revista Española de Cardiología “la mayor parte de los pacientes con IC en la población general son mujeres, particularmente mujeres de edad avanzada y con fracción de eyección conservada”. Esta enfermedad cardiovascular ocupa el puesto quinto como causa de muerte en España (datos del Instituto Nacional de Estadística, agosto 2024), aunque con diferencias en las cifras de mortalidad por género. Así, aproximadamente 2 de cada 3 pacientes que fallecieron en 2023 por insuficiencia cardíaca fueron mujeres, lo que supone la tercera causa de mortalidad en el sexo femenino.

Insuficiencia cardiaca en mujeres

Enfermedades cardiovasculares

Las enfermedades cardiovasculares (ECV) constituyen en la actualidad una de las principales causas de muerte en España. En este grupo de patologías se encuentra la insuficiencia cardíaca, enfermedad que afecta aproximadamente al 2% de los adultos en España, y al 9% en mayores de 80 años.

La Insuficiencia Cardíaca se produce cuando el corazón, dañado por una patología previa, no es capaz de bombear la cantidad necesaria de sangre al organismo. Surge a consecuencia de varias enfermedades: infarto de miocardio, arritmias, etc.

La incidencia de la insuficiencia cardíaca (el número de nuevos casos en un periodo determinado de tiempo), se estima en 3,2 por 1.000 personas/año. Sin embargo, esta cifra no para de crecer. Es una patología que suele aparecer acompañada de otras comorbilidades como la hipertensión, la enfermedad coronaria, la diabetes tipo 2 y la enfermedad renal crónica, entre otras. 

Se estima que el número de pacientes con IC aumentará en los próximos años.

Se estima que el número de pacientes con IC aumentará en los próximos años, por el envejecimiento de la población y a la prolongación de la supervivencia de los pacientes con esta enfermedad debido al resultado positivo de los tratamientos. 

Insuficiencia cardiaca en mujeres

La insuficiencia cardíaca en mujeres

La IC en las mujeres presenta algunas diferencias respecto a los hombres. En concreto, en aspectos “como epidemiología, etiopatogenia, respuesta al tratamiento y calidad de los cuidados. La incidencia es mayor en varones, aunque la prevalencia en edades avanzadas es mayor en mujeres”, indican en la revista de la SEC.

Al mismo tiempo, desde esta publicación hacen una matización y es que si bien el pronóstico parece ser un poco mejor en mujeres, el mecanismo no es del todo conocido. “Los ensayos clínicos de IC han incluido un menor número de mujeres que de varones, lo que ha limitado el conocimiento en cuanto a la eficacia del tratamiento de este grupo de pacientes”. 

La atipicidad de los síntomas las ECV en las mujeres retrasa el diagnóstico.

En declaraciones a Claves de Mujer, Marisol Estévez Benito, enfermera referente de anticoagulación y miembro de la Sociedad Española de Calidad Asistencial (SECA), explica que con respecto a las enfermedades cardiovasculares en general, en las mujeres, además de los factores de riesgo compartidos como hipertensión, diabetes, dislipemia (concentración elevada de colesterol y/o triglicéridos o una concentración baja de colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL), sobrepeso, tabaquismo o alcohol, se añaden otros como el factor hormonal (menopausia, tratamiento hormonal), estrés y depresión, y enfermedades inflamatorias (artritis reumatoide, lupus). También influye la atipicidad de los síntomas respecto a los hombres que retrasan el diagnóstico para la ECV”. 

                  Marisol Estévez Benito, enfermera referente de anticoagulación y miembro de la SECA.

Medidas preventivas

¿Qué podemos hacer para prevenir la insuficiencia cardíaca? Tal y como dice Marisol Estévez Benito, “la prevalencia y la incidencia de insuficiencia cardíaca se duplica cada década a partir de los 40-45 años. Es importante controlar la aparición de factores de riesgo cardiovascular y si ya existen o hay antecedentes de ECV hay que hacer un mayor seguimiento. La evaluación sistemática del riesgo de ECV entre la población general (varones y mujeres mayores de 40-45 años) sin factores de riesgo cardiovascular aumenta la detección de los mismos”.

Los hábitos de vida influyen también en la salud del corazón y como ya es sabido el ejercicio físico tiene beneficios sobre esta, pero al mismo tiempo ayuda a mejorar los factores de riesgo. 

La prevalencia y la incidencia de insuficiencia cardiaca se duplica cada década a partir de los 40-45 años.

Según las recomendaciones del Ministerio de Sanidad "lo que produce más beneficios en la salud es practicar actividad física regularmente, es decir, distribuirla a lo largo de toda la semana. Por ejemplo, 30 minutos de actividad moderada cinco o más veces a la semana. Y si ya existe alguna cardiopatía, debe de ser valorado por Cardiología”, añade la enfermera. 

Actividad física adultos
                                                                     Fuente: Ministerio de Sanidad.


Pruebas de diagnóstico

Desde el punto de vista del doctor Manel Santiñà Vila, miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Calidad Asistencial (SECA), hay que tener en cuenta “el alto coste económico que supone esta patología para el sistema sanitario, ya que la insuficiencia cardíaca conlleva frecuentes ingresos hospitalarios. Es necesario, por tanto, implementar acciones específicas para impulsar el diagnóstico precoz de los pacientes con insuficiencia cardíaca”. 

Campaña Astrazeneca cuidar corazón

En este sentido la farmacéutica AstraZeneca, ha puesta en marcha una campaña llamada “Tómale el pulso a tu Corazón” para concienciar a la sociedad sobre la importancia del diagnóstico precoz de las enfermedades cardiovasculares. En concreto, se refieren al uso de las pruebas de péptidos que ha demostrado ser coste-efectivo y tener impacto en el diagnóstico y tratamiento del paciente con insuficiencia cardíaca. 

El uso de las pruebas de péptidos que ha demostrado ser coste-efectivo.
“La medición de los valores plasmáticos de péptidos natriuréticos (hormonas que se encuentran principalmente en las células auriculares y ventriculares) ha demostrado ser un marcador muy sensible de la presencia de disfunción ventricular izquierda en la población asintomática. Esta prueba además de en análisis clínicos, ahora se puede realizar con análisis capilar (gota de sangre en el dedo) y es sencillo, especifico y de bajo coste. Esta metodología diagnóstica le confiere un lugar primordial en el ámbito de la medicina generalista por su valor diagnóstico en una población heterogénea de pacientes con insuficiencia cardíaca y su fuerte correlación para el pronóstico”, asegura la enfermera.

La experta aclara que estas pruebas se utilizan en poblaciones de alto riesgo, es decir, cuando existen antecedentes de riesgo familiares o se presentan determinados síntomas por parte de los médicos de atención primaria. “Los péptidos natriuréticos deben utilizarse siempre en conjunto con la información clínica y en asociación con pruebas de imagen cardíaca”, concluye.

 

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