Los retinoides son como un gimnasio nocturno. Así, lo asegura la facialista y cosmetóloga Esther Moreno, quien asegura que la piel también necesita entrenar. Pero, ¿cómo?
Piel y retinoides
La piel entre y lo hace principalmente de noche. Mientras tú duermes, hay una categoría de activos que se ponen las mallas, el silbato y comienzan a trabajar en serio: los retinoides. Y si bien, no son los únicos —los alfa-hidroxiácidos, como el glicólico o el láctico, el ácido salicílico o los péptidos también afinan la textura, renuevan y fortalecen la piel—, el papel de los retinoides sigue siendo fundamental.
La facialista y cosmetóloga Esther Moreno de EM Studio, lo explica con una metáfora muy clara: “El retinoide actúa como un entrenador personal para tu piel. Reeduca, activa y pone en forma a las células sin descanso. Es, literalmente, un gimnasio nocturno”.
Pero como en cualquier entrenamiento, no todo vale. Y entender cómo funciona es clave para no caer en el sobreesfuerzo cosmético (ni en el abandono).
“Es como si reactivara la memoria joven de tu piel”, dice Esther. Pero, igual que no empezarías con sentadillas con peso en tu primer día de gimnasio, la piel necesita una pauta progresiva para adaptarse al retinoide.
Esto convierte al retinoide en el aliado perfecto para trabajar “a puerta cerrada”, sin interferencias solares ni factores externos que lo inactiven o irriten la piel. Pero no de cualquier manera, estas son las claves para un entrenamiento retinoide eficaz (y sin lesiones):Empieza poco a poco: no uses el retinoide todas las noches desde el inicio. Esther Moreno recomienda empezar con una o dos aplicaciones por semana, e ir subiendo según tolerancia.
Escucha tu piel cada noche: “No se trata de repetir una rutina fija, sino de ajustar según cómo está tu piel ese día”, recuerda la facialista. Si hay signos de saturación (tirantez, irritación, enrojecimiento), toca descanso.
Protección solar siempre al día siguiente: aunque se apliquen de noche, es imprescindible usar SPF alto al día siguiente por la mañana y reaplicar si hay exposición directa.
“Trabajan como un sistema de entrenamiento constante: activan funciones que la piel va perdiendo con el tiempo. Por eso es tan potente a largo plazo, incluso cuando no ves cambios inmediatos”, afirma Esther.
Como concluye Esther Moreno: “Una piel bien entrenada, como un cuerpo bien cuidado, no necesita filtros. Solo constancia y estrategia”.
La facialista y cosmetóloga Esther Moreno de EM Studio, lo explica con una metáfora muy clara: “El retinoide actúa como un entrenador personal para tu piel. Reeduca, activa y pone en forma a las células sin descanso. Es, literalmente, un gimnasio nocturno”.
Pero como en cualquier entrenamiento, no todo vale. Y entender cómo funciona es clave para no caer en el sobreesfuerzo cosmético (ni en el abandono).
¿Qué hace exactamente el retinoide por la noche?
Durante el sueño, la piel entra en modo reparación. Y el retinoide aprovecha este entorno para reprogramar la actividad celular: acelera la renovación, estimula la producción de colágeno, mejora la textura, regula la pigmentación y suaviza líneas de expresión.“Es como si reactivara la memoria joven de tu piel”, dice Esther. Pero, igual que no empezarías con sentadillas con peso en tu primer día de gimnasio, la piel necesita una pauta progresiva para adaptarse al retinoide.
Durante el sueño, la piel entra en modo reparación.
¿Por qué entrenar tu piel de noche?
Porque el ciclo circadiano de la piel cambia durante la noche. Mientras dormimos la barrera cutánea está más permeable, aumenta la temperatura y la microcirculación, se activa la síntesis de colágeno, las células están más receptivas a los activos…Esto convierte al retinoide en el aliado perfecto para trabajar “a puerta cerrada”, sin interferencias solares ni factores externos que lo inactiven o irriten la piel. Pero no de cualquier manera, estas son las claves para un entrenamiento retinoide eficaz (y sin lesiones):Empieza poco a poco: no uses el retinoide todas las noches desde el inicio. Esther Moreno recomienda empezar con una o dos aplicaciones por semana, e ir subiendo según tolerancia.
Escucha tu piel cada noche: “No se trata de repetir una rutina fija, sino de ajustar según cómo está tu piel ese día”, recuerda la facialista. Si hay signos de saturación (tirantez, irritación, enrojecimiento), toca descanso.
No olvides la protección solar, siempre al día siguiente.
Alterna con noches de recuperación: igual que el cuerpo necesita reposo tras un entrenamiento intenso, la piel también. Intercala noches “off” con rutinas reparadoras, usando activos hidratantes, calmantes o con efecto barrera.
Protección solar siempre al día siguiente: aunque se apliquen de noche, es imprescindible usar SPF alto al día siguiente por la mañana y reaplicar si hay exposición directa.
No es solo wellaging: es entrenamiento celular
Los retinoides no son (solo) para las arrugas. Se trata de activos que actúan sobre la arquitectura profunda de la piel, lo que los convierte en herramientas de prevención y mantenimiento en cualquier etapa.“Trabajan como un sistema de entrenamiento constante: activan funciones que la piel va perdiendo con el tiempo. Por eso es tan potente a largo plazo, incluso cuando no ves cambios inmediatos”, afirma Esther.
La constancia es la que da resultados
No sirve de nada usarlos durante un mes y dejarlo. Tampoco lanzarse a por la concentración más alta sin preparación previa. Como todo buen entrenamiento, los retinoides funcionan con disciplina, técnica y descanso inteligente.Como concluye Esther Moreno: “Una piel bien entrenada, como un cuerpo bien cuidado, no necesita filtros. Solo constancia y estrategia”.
Comentarios
Publicar un comentario