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Ponerse rojo: rosácea y el sentimiento de vergüenza

Ponerse rojo puede ser algo más que una reacción de vergüenza. En algunas personas las mejillas coloradas no son un síntoma de timidez, sino de un problema dermatológico conocido como rosácea. Conocer qué es, cómo se trata y saber algunos consejos para paliar sus síntomas, ayudan a un mejor entendimiento de este trastorno.

 

Ponerse rojo

 

¿Qué es la rosácea?

Este fenómeno implica un enrojecimiento de la piel por una hinchazón de los vasos sanguíneos del rostro. Los episodios suelen ser esporádicos y se agravan  ante distintas sitiuaciones: contrastes de calor-frío, comidas copiosas o picantes, fiebre, menopausia, alcohol, emociones o tratamientos con algunos fármacos, según explica Montserrat Salleras, jefa de dermatología del Hospital Sagrado Corazón de Barcelona y miembro de la AEDV.

No se trata de una patología grave, pero sí suele generar vergüenza a quienes la padecen principalmente por cuestiones estéticas.

Síntomas

La tendencia a ponerse rojo es uno de sus síntomas, pero también dependiendo del grado de la rosácea se pueden sufrir erupciones cutáneas similares al acné, y en casos más extremos se produce rinofima (deformidad de la nariz por engrosamiento anormal de la piel), siendo este fenómeno más frecuente en el varón.

Además de estar asociada al acné, se la vincula a la seborrea o a ciertos problemas oculares.

Edades y sexo

Se produce por igual en hombres y en mujeres, aunque estas últimas consultan más por temas estéticos. Suele manifestarse entre los 30 y 50 años.

Causas

Se desconocen a ciencia cierta sus causas, pero factores medioambientales y hereditarios pueden influir. Se habla también de trastornos hormonales, así como gatrointestinales, incluidos los asociados a una bacteria denominada Helicobacter pylori.

Tratamientos

La forma de abordar la rosácea abarca distintos tratamientos. Existen fármacos orales e incluso técnicas estéticas que suavizan este problema de ponerse rojo.

Hay un tratamiento que llegará próximamente a España y del que los comentarios son muy positivos:
la brimonidina.

“La brimonidina es un medicamento tópico que cierra los vasos sanguíneos. Aplicado por la mañana en crema evita el enrojecimiento durante aproximadamente 12 h. Actúa a los 30 minutos de aplicación, y no tiene efectos secundarios de relevancia, ni efecto rebote”, asegura
Montserrat Salleras.

En medicina estética se emplea el láser o luz pulsada, que según los expertos mejora la evolución del proceso con varias sesiones. En cualquier caso, el dermatólogo es el especialista idóneo para realizar el diagnóstico y decidir el tratamiento tópico, oral o láser.

Consejos para afrontar la rosácea

  • Para evitar el mal rato que puede suponer la rosácea es posible recurrir a la cosmética. Las cremas de tonalidades verdosas y maquillajes cubrientes son idóneas para disimular estas rojeces.
  • Por otra parte, la doctora recomienda evitar todos los cosméticos agresivos, que son los que llevan ácidos, como el glicólico o el retinoico, peelings o exfoliantes.
  • No abusar del sol y usar fotoprotección todo el año.
  • Descartar las comidas picantes y no abusar del alcohol.
  • Buscar técnicas de relajación que disminuyan el estrés.

Si se siguen estas sencillas pautas será posible llevar mejor ponerse rojo, aunque reconocer que se sufre rosácea es un primer paso para afrontar este problema crónico, pero que no tiene porqué mermar la seguridad y confianza de ninguna persona que lo sufre.




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