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¿Qué sustancias y alimentos envejecen más?

Sabemos que comer sano es fundamental para gozar de bienestar, y por ello se recomienda realizar una dieta equilibrada. Pero, ¿en qué consiste este tipo de dieta? Algunos expertos nos remiten a la pirámide nutricional y a seguir las pautas indicadas en esta en cuanto a tipo de alimentos y la frecuencia con la que hay que comerlos. Ahora bien, de entre todos los alimentos o sustancias que ingerimos hay una serie de ellos que debemos limitar en la medida de lo posible, es decir, moderar su consumo. Abusar de ellos puede tener efectos adversos para la salud, pero además su ingesta descontrolada puede favorecer al envejecimiento. 

 

Qué sustancias y alimentosnvejecen más

 

Sustancias y alimentos que envejecen más


Este es el listado de algunas de las sustancias o alimentos que debemos vigilar a la hora de establecer nuestra dieta.

Grasas trans

De entre las grasas que existen estas son las más perjudiciales para el organismo, no aportan ningún nutriente, y son nocivas en general para el organismo.

Si se consumen demasiadas grasas de este tipo, el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y otros trastornos de salud, se incrementan, tal y como matizan desde el National Institutes of Health (NIH).


Se encuentran principalmente en galletas, bollería industrial, alimentos procesados, snacks salados, entre otros. Para estar seguros de si lo que compramos tiene o no estas grasas tenemos que fijarnos en las etiquetas y ver si contienen grasas hidrogenadas o parcialmente hidrogenadas.

Sal

Hay que limitar su consumo, ya que su abuso puede causar hipertensión, entre otros aspectos, de modo que cuanto menos usemos este aditivo, mejor.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), indica que la mayoría de las personas consumen al día más sal de la recomendada, entre 5 a 12 gramos al día de promedio (esto supone el doble de la ingesta que se aconseja).


Un consumo elevado de sodio, es decir, una cantidad superior a 2 gramos/día, lo que equivale a 5 gramos de sal por día, junto a una absorción insuficiente de potasio (menos de 3,5 gramos por día), “contribuyen a la hipertensión arterial y aumentan el riesgo de cardiopatía y accidente cerebrovascular.”

Como alternativa a la sal para dar sabor a nuestras comidas, las especias constituyen excelentes sustitutos.


Diabetes y consumo de azúcar

Azúcar y refrescos azucarados en general


Las bebidas azucaradas son nocivas principalmente por el alto contenido en azúcar que contienen, y es conocido por todos que el consumo de esta sustancia en exceso puede generar muchos problemas de salud como la diabetes y la obesidad. Además, favorece a que las células mueran rápidamente, efecto que causa un envejecimiento rápido, asegura la health coach Rocío Río de la Loza.

“El azúcar afecta directamente a los vasos sanguíneos reduciendo la elasticidad de la piel. En su lugar, se pueden consumir frutas con azúcares naturales saludables”, añade la experta.

Alcohol

El alcohol tiene numerosos efectos negativos para la salud. Beber mucho alcohol de forma prolongada en el tiempo puede desencadenar algunos tipos de cáncer, daños cerebrales y trastornos del sistema inmunológico, explican desde el National Institute on Aging. También es posible que empeore algunos problemas de salud como diabetes, presión arterial alta, osteoporosis, úlceras…

Al mismo tiempo, destacar que deshidrata de forma muy rápida, de modo que si queremos estar bien hidratados lo más saludable siempre es beber agua.

Carnes rojas

“Se recomienda comer, como máximo, dos veces por semana. La carne roja es rica en carnitina, sustancia que en exceso provoca un endurecimiento de los capilares y como consecuencia afecta al envejecimiento prematuro”, explica la experta Rocío Río de la Loza.


La Fundación Española del Corazón recoge un estudio en su artículo Modera el consumo de carne roja, sobre el consumo abusivo de las carnes rojas y sus consecuencias para la salud. Dicho informe indica que cantidades descontroladas de esta clase de carne en la dieta se asocian a un incremento de las enfermedades cardiovasculares y la mortalidad por cáncer.


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