Las nuevas
tecnologías conllevan aspectos tanto positivos como negativos,
especialmente si no se hace un buen uso de ellas. Si nos situamos en este
último supuesto los riesgos para la salud se incrementan paralelamente. Los expertos
aseguran que en las profesiones derivadas de ellas (community manager, content
curator, programadores web...) en las que el ordenador es la principal herramienta de trabajo, existen unos
factores de riesgo asociados que no hay que desestimar. La fatiga visual, los trastornos musculoesqueléticos y los problemas cardiovasculares junto con trastornos
endocrinos son algunos de ellos. En estos dos últimos casos, el sedentarismo,
que es propio de estas actividades, constituye un agravante.
Síndrome del túnel carpiano
Síndrome del túnel carpiano
Dentro de las patologías más
frecuentes y asociadas a estas nuevas profesiones sobresale el síndrome del
túnel carpiano (STC), vulgarmente conocido como el síndrome del mouse (ratón), una patología relativamente frecuente
que afecta a la mano y a la muñeca. “Constituye uno de los principales
problemas de salud de aquellos que desarrollan tareas que requieren movimientos
repetitivos de las extremidades superiores. No obstante, pese a la antigüedad
de esta patología, la nueva era de las tecnologías le está dando un mayor
protagonismo, aumentando el número de casos por el uso de ordenadores, móviles
y muy especialmente con la llegada de los smartphone”, comenta a Calves de Mujer, Cristina Guillen, psicóloga
y técnico superior en Prevención de Riesgos Laborales del Grupo Geseme.
Sus síntomas son:
- Dolor: localizado a nivel de la cara palmar de la muñeca, aunque puede irradiarse por el territorio del nervio mediano.
- Parestesias: es la manifestación inicial más frecuente, produce una sensación de acorchamiento doloroso de los dedos de la mano. Normalmente esta sintomatología aparece o aumenta durante la noche o bien se presenta al despertar.
- Paresias y disestesias: todas estas manifestaciones afectan a los dedos pulgar, índice, medio y parte del anular.
“El mejor momento
para acudir al medico es al inicio de los primeros síntomas, dado que la buena
evolución del síndrome dependerá, en gran parte, de un diagnóstico precoz y de
un tratamiento correcto”, añade Guillén.
Tratamientos y prevención
Cuando las
manifestaciones son leves el tratamiento se basa en la aplicación de una serie
de medidas conservadores como fomentar la alternancia de tareas o la
realización de estiramientos cada 20 ó 30 minutos, entre otras cosas.
La intervención
quirúrgica sólo es necesaria si la sintomatología persiste a pesar del
tratamiento conservador, hay un déficit sensitivo o motor establecido o
los síntomas son severos o progresivos
durante más de 12 meses.
En opinión de la psicóloga “la mejor terapia es la
prevención, ya que es un síndrome con
una morbilidad elevada y una alta incidencia, pero con medidas preventivas sencillas de aplicar y con buenos resultados”.
Las empresas pueden
adoptar soluciones para impedir que sus trabajadores sufran este trastorno, por
lo que desde el Grupo Geseme recomiendan:
- Informar al individuo y entrenarle en aquellas posturas o movimientos que pueden desencadenarlo.
- Hacer descansos y estiramientos cada 20 ó 30 minutos cuando se realice un trabajo altamente repetitivo.
- Alternar las tareas, mejor que realizar una sola durante largo tiempo.
- Buen diseño de las herramientas del puesto de trabajo, consiguiendo de este modo relajación de la mano y de la muñeca.
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