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Guadalupe, mucho más que un pueblo de peregrinación

Guadalupe, en la provincia de Cáceres, está catalogado como uno de los pueblos más bonitos de España. Sus calles empinadas y el Real Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe, hicieron que en el año 1993 este consiguiera la declaración de Conjunto Histórico-Artístico y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Además, es una población que alberga retazos reseñables de la historia de España. 

Guadalupe

 

Ermita de Humilladero

Si visitas este enclave cacereño te recomiendo que acudas la ermita del humilladero. Está en lo alto justo a la salida del pueblo en la sierra de las Altamiras, rodeada de pinos, robles y castaños. Desde esta elevación podrás observar todo el pueblo en la lejanía. Los amaneceres y atardeceres ofrecen una impronta visual que se te quedará grabada en la retina.

A esta singular construcción del siglo XV también se la conoce como la ermita de la Santa Cruz (es lo que alberga en su interior). Su planta es cuadrada, posee elementos góticos y su estructura es parecida a la del templete del monasterio. 

 

ermita del humilladero guadalupe

 Real Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe


Este es el primer monumento que Claves de Mujer contempló al acudir a Guadalupe, por eso lo he mencionado en primer lugar. Sin embargo, puedes comenzar tu paseo por esta localidad acudiendo directamente al Real Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe. La visita a su interior es guiada. A lo largo de la misma verás los distintos museos que guarda este antiguo monasterio perteneciente a la orden de los jerónimos.

El conjunto arquitectónico tiene elementos góticos, mudéjares, renacentistas y barrocos. De hecho, el claustro, que es precioso, sobresale por su marcado acento mudéjar. A lo largo del recorrido se enseñan los distintos museos que hay alrededor del claustro. Destacan por ejemplo, la Sacristía y la capilla de San Jerónimo, que contiene cuadros de Francisco de Zurbarán, el museo de pintura con obras de gran valor de El Greco o Francisco de Goya, entre otros. 

Claustro monasterio Guadalupe

La sala que alberga los libros o la biblioteca es curiosa por los enormes ejemplares (pesan entre 40 y 50 kilos) que se hallan guardados en vitrinas y que contienen las melodías que los monjes cantaban impresas sobre vitelas (piel de ternero) y con distintos tipos de tintas, entre ellas nimio. Igualmente se puede ver el facistol o atril grande donde se colocaban los volúmenes y que rodaba para que los monjes pudieran cantar cómodamente.

En esta parte, también se ve el comedor de los monjes que posee una muestra bastante extensa de las capas y túnicas que usaban los prelados en sus ceremonias.

Es recomendable ver por dentro la iglesia para apreciar a la virgen de Guadalupe, patrona de Extremadura y de todas las tierras de habla hispana. Igualmente posee el título de reina de las Españas, según la tradición católica. 

 Guadalupe

Hospital de mujeres

A continuación, puedes pasear por el pueblo y descubrir algunas de sus curiosidades como sus arcos medievales, la antigua judería, el Colegio de Infantes (que es un Parador) o el conjunto de hospitales. Entre estos descubrí uno que me llamó la atención: el hospital de mujeres.

Tal y como reza en el cartel explicativo a la entrada de este recinto, este se conocía en sus orígenes como hospital nuevo y se fundó entre 1435 y 1447. Su existencia fue posible gracias a las donaciones de un heredero local rico llamado Julián Jiménez de Córdoba justo antes entrar como fraile en la Orden de San Jerónimo. Junta al Hospital de San Juan Bautista era uno de los principales centros hospitalarios de la localidad fuera del monasterio. Este hospital se destinaba a la atención de las mujeres peregrinas y necesitadas, cada vez más numerosas que asistían a Guadalupe. 

 Hospital de mujeres de Guadalupe

No hay que olvidar que Guadalupe se convirtió en un importante punto de peregrinación entre finales del siglo XIII y principios del siglo XIV, ya que según cuenta la leyenda un pastor encontró una talla de la virgen María en el río Guadalupe. Así, en torno a ese lugar, se construyó una ermita y desde la construcción del primer santuario la zona se convirtió en un punto importante para los peregrinos en España, el segundo después de Santiago de Compostela.

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